domingo, 15 de abril de 2012

Hermandad Teresiana Universal en Valladolid


Transverberación de Santa Teresa de Jesús
Francisco Font i Pons, h. 1900.
Sacristía de la Iglesia Conventual de San Benito El Real.
Valladolid.

Varias fueron las Hermandades, Cofradías y Asociaciones establecidas en la Iglesia Conventual de San Benito El Real. Hace unos meses se trataba de la Archicofradía del Milagroso Niño Jesús de Praga, cuya imagen se venera en dicho templo conventual.

En esta ocasión tratamos de la Hermandad Teresiana Universal, establecida en Valladolid en 1899. Sin embargo, antes será preciso conocer un poco el origen de esta Hermandad, su historia, fines, etc.

Puede asegurarse que la figura más importante en este empeño es la del sacerdote San Enrique de Osó y Cervelló (Ginebra, Tarragona, 16 de Octubre de 1840 – † Gilet, Valencia, 27 de enero de 1896), quien en un retiro en 1873 en el Desierto de Benicasín de Las Palmas, fue inspirado por la propia Santa para creación de la Archicofradía de la Hermandad Teresiana. Comenzó una serie de viajes hasta los lugares teresianos más importantes (Ávila y Alba de Tormes), y durante esos años se fueron creando cofradías teresianas por diversas ciudades españolas.

La Hermandad Teresiana Universal surge como fruto de la Peregrinación Teresiana a Alba de Tormes (Salamanca) en agosto de 1876, coincidiendo con las fiestas de la Transverberación. En aquellas fechas, concretamente el 27 de agosto de 1876, quedó constituida la Hermandad de Santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes. Terminadas estas fiestas D. Enrique de Osó se reunió con el obispo de Salamanca D. Narciso Martínez Izquierdo, estableciendo las bases de lo que habría de ser la Hermandad Teresiana Universal.

Para pertenecer a la Hermandad Teresiana Universal era necesario reunir dos requisitos:
1º. Podrán pertenecer a esta Hermandad todos los católicos sin distinción de clases ni condiciones, que quieran promover la gloria de santa Tersa de Jesús.
2º. Todos los Hermanos rezarán cada día un Padrenuestro a santa Teresa de Jesús con la siguiente jaculatoria: "Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros, por la Iglesia y el Sumo Pontífice".

Y dicha Hermandad tiene desde sus inicios tres fines fundamentales:
  1. Estudio de Santa Teresa de Jesús por sus obras.
  2. Imitación de las virtudes de la Santa.
  3. Promoción del culto y devoción de santa Teresa de Jesús: Para ello, entre otros aspectos, se destacaba la celebración solemne de las fechas de 27 de agosto y 15 de octubre; organizar cultos mensuales en su honor el 15 de cada mes (en Valladolid encontraremos que es frecuente que estos cultos se celebren el cuarto domingo de mes).
Nuevamente es Casimiro González García Valladolid en su obra Compendio histórico-descriptivo y guía general del Valladolid (1922), Imprenta Casa Social Católica, 1922, quien proporciona el dato del establecimiento de esta asociación en Valladolid, así indica que el día 27 de octubre de 1899 tuvo lugar la “erección canónica de la Hermandad Teresiana Universal en la iglesia conventual de San Benito el Real” (pág. 350).

Por aquellas fechas se adquiriría la imagen de la Santa, encargada al escultor Francisco Font i Pons. De nuevo, González García Valladolid, menciona una representación de la Santa en los siguientes términos: “Luego ha dedicado á San José la primera capilla de la nave del evangelio y la segunda a Santa Teresa de Jesús, colocando en ellas una estatua de aquel Santo y una bellísima escultura moderna de la mística Doctora en éxtasis”. (Valladolid, Recuerdos y Grandezas, Tomo II. Pág. 483).

La Imagen de Santa Teresa de Jesús a que hace referencia representaría el episodio de la Transverberación, el cual se transcribe a continuación:

Relato de la Transverberación:
“Quiso el Señor que viese aquí algunas veces esta visión: veía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla; aunque muchas veces se me representan ángeles, es sin verlos, sino como la visión pasada que dije primero. En esta visión quiso el Señor le viese así: no era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman querubines, que los nombres no me los dicen; mas bien veo que en el cielo hay tanta diferencia de unos ángeles a otros y de otros a otros, que no lo sabría decir. Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento”
Libro de la Vida, Cap 29, 13


En efecto, se representa a la Santa arrebatada en éxtasis, sobre una nube, con los brazos extendidos, con la cabeza ladeada al lado izquierdo y los ojos elevados a lo alto. Sobre su hombro izquierdo aparecería un pequeño ángel (un Querubín, según el relato) sosteniendo con ambas manos un dardo en forma de flecha, dirigido al corazón de la Santa.

Dicha imagen, tras un proceso de restauración concluido en 2010 se encuentra expuesta en la Sacristía de la Iglesia Conventual de San Benito El Real, aunque se ha perdido el “Querubín”.

El mismo modelo fue utilizado por el mismo escultor para otras imágenes del mismo tema. En este sentido cabe destacar la imagen titular de la Cofradía de la Transverberación del Corazón de Santa Teresa de Jesús, fundada en Ávila en el año 1906, imagen donada por D. José Manuel Ruiz de Salazar y Usátegui en 1907, en memoria de su difunta esposa Doña Teresa de Lezaeta y Soria, imagen encargada el 5 de diciembre de 1906, entregada a la Cofradía el 27 de julio de 1907, siendo bendecida por D. Joaquín Beltrán y Asensio, Obispo de Ávila, el 28 de julio de 1907 en la Iglesia de San José (MM. Carmelitas Descalas) saliendo por primera vez en procesión ese mismo día. Sobre los datos de esta cofradía e Imagen: Documentos relativos a la fundación y constitución canónica de la cofradía de la Transverbación del Corazón de Santa Teresa de Jesús establecida en la ciudad de Ávila. Ávila, 1909 (Establecimiento tipográfico de Benito Manuel). (La Imagen se puede ver en el siguiente enlace)
También se puede poner en relación con la que se encuentra en el Convento de la Encarnación de Baeza, Jaén (ver imagen)

Esta imagen era una de las seis tallas que habitualmente formaban parte de la Magna Procesión Carmelitana que se celebraba en San Benito El Real cada 16 de julio (recordemos que eran: Niño Jesús de Praga, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Profeta Elías, San José y Nuestra Señora del Carmen). Gracias a las plantas de procesión, crónicas y fotografías publicadas tenemos referencias de ello, así como mencionar algunos detalles de sus andas, sencillas, parece apreciarse que son en su color (madera), con algún adorno o aplique en dorado, cuatro varales al frente atravesando longitudinalmente las andas (en las paradas se sujetaban mediante horquillas). En el frente se presenta el escudo de la Orden Carmelita. Durante la procesión iba escoltada por el Ejército (es Patrona del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra desde 1915). Aunque hay constancia que diversos cuerpos militares han acompañado a esta procesión, como veremos al tratar de la Procesión de Nuestra Señora del Carmen de San Benito El Real. Precedía a la imagen un estandarte, en cuyo centro se mostraba un ovalo con la efigie que representa este misterio, rodeado de motivos vegetales.

Además de los cultos mensuales referidos anteriormente y de su participación en la procesión del 16 de julio, la Hermandad Teresiana Universal organizaba también novenas preparatorias a la fiesta de la Santa del 15 de octubre, celebrando al día siguientes (16 de octubre) una Eucaristía por los Hermanos difuntos. Hay constancia de la veneración de la reliquia de la Santa los días 15 y 31 de octubre.

La imagen contó en San Benito con su propio altar, encontramos noticias de uno realizado en 1941 obra de García Maestro, al fondo se representaba el convento de la Encarnación de Ávila. En el sagrario, la puerta de San Vicente.

Como último apunte podemos mencionar la existencia de medalla de la Hermandad Teresiana Universal, en el anverso se ve a la Santa como escritora, dentro de una hornacina, sosteniendo un libro en la mano izquierdo y una pluma en la derecha, mirando a lo alto. A su lado aparece un ángel o un Querubín, sosteniendo en sus manos un corazón, en probable referencia al episodio de la Transverberación. En el reverso aparece el corazón atravesado por un dardo o flecha y bajo éste dos escudos, uno de la Orden Carmelita, mientras que el otro es el "escudo de armas de Santa Teresa de Jesús" como se puede ver en la obra "Santa Teresa: Patrona del Cuerpo de Intendencia Militar" obra de Emilio Sánchez, Tipografía y Encuadernación de Senén Martín, Ávila, 1920 (pág. 106); dos leyendas lo completan, en la parte inferior “Hermandad Teresiana Universal” y en la parte superior “O padecer o morir”.

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