*** Agradezco a Víctor Arranz las fotografías de Nuestra Señora de San Lorenzo en su “paso” procesional que ilustran esta entrada.
Uno año más Valladolid y su Patrona, Nuestra Señora de San Lorenzo, se han encontrado en su templo y en las calles. Si los días de Novenario eran los vallisoletanos los que iban a homenajear, visitar y orar ante Ella en su casa -la Iglesia Parroquial de San Lorenzo Martín-, el día 8 de septiembre, cuando la Iglesia festeja la Natividad de la Bienaventurada Virgen María, fue Ella la que salió a las calles para encontrarse con su ciudad y su gente.
Los actos comenzaron el 30 de agosto con una solmene Eucaristía y la Bajada de la imagen de Nuestra Señora de San Lorenzo por la Policía Municipal, marcando como una jornada preparatoria tanto para el inicio del Novenario como para la ofrenda floral a celebrar al día siguiente.
El domingo, 31 de agosto, la imagen de Nuestra Señora de San Lorenzo estuvo expuesta en besapié y recibiendo las flores con las que era obsequiada por sus devotos. Para ello, se fue confeccionando una estructura o base bajo la copia de la imagen de la Virgen de Sn Lorenzo realizada por Miguel Ángel Tapia Palomo en 2000. Con respecto a años anteriores se podían apreciar algunas novedades tales como la recreación del portillo de los Aguadores, primer lugar donde la imagen recibió culto tras su invención y que dio el primer nombre por el que se conoció a la imagen: Nuestra Señora de los Aguadores. Por otro lado, la imagen presentaba la misma corona que estrenó en la pasada Solemnidad del Corpus Christi, para presidir el altar en la Plaza Mayor.
En las crónicas de esta ofrenda publicadas en la prensa se decía que el día 8 de septiembre, Nuestra Señora de San Lorenzo iría ataviada con un manto morado, de luto, en recuerdo que Mons. José Delicado Baeza, Arzobispo Emérito de Valladolid, fallecido el pasado mes de marzo. Finalmente no fue así y Nuestra Señora de San Lorenzo lució el manto que viene utilizando en las últimas grandes celebraciones (Año de la Fe o su festividad, desde el año 2013).
Durante la procesión del día 8 de septiembre, Nuestra Señora de San Lorenzo presentaba las que podríamos definir como sus principales joyas, sin desmerecer en absoluto la multitud de donaciones particulares que a lo largo de los siglos ha recibido como muestra de gratitud y devoción de sus vallisoletanos/as. En la cabeza, tanto de la Madre como del Hijo, las coronas obra de Otero y Riopérez realizadas con motivo de la Coronación Canónica el 21 de octubre de 1917. De estilo gótico, con hornacinas cobijando imágenes de Santos y Beatos relacionados con la Archidiócesis (San Francisco de San Miguel, Beato Simón de Rojas), Patronos de España, de la Provincia Eclesiástica de Valladolid, de la Ciudad y del templo de la Patrona (Santiago Apóstol, Santa Teresa de Jesús, San Pedro Regalado y San Lorenzo Mártir), del Cardenal-Arzobispo (San José, por D. José María de Cos) y del Rey (Sal Ildefonso por Alfonso XIII), junto con esmaltes representando escudos y algunas escenas de la historia de María Santísima de San Lorenzo.
Entre las distinciones de orden civil portaba la Medalla de Oro y Brillantes de la Ciudad, entregada el 8 de septiembre de 1950. También el bastón de Alcaldesa Perpetua de Honor de Valladolid, desde el 8 de septiembre de 1963.
A destacar también el ramillete de oro y pedrería que luce Nuestra Señora en su muñeca.
Como ya se ha dicho, lucía el manto de la Coronación, blanco, bordado en su espalda el escudo de Valladolid. Recordemos que la imagen de Nuestra Señora de San Lorenzo había sido despojada de sus mantos y sayas tras ser restaurada en el año 1956 y que no ha sido hasta el año 2013 cuando ha recuperado el uso de estos mantos para la imagen.
El conjunto procesional de Nuestra Señora de San Lorenzo se compone de las andas-templete realizadas en plata por Manuel de Miranda hacia 1726. Este templete se dispone sobre un “paso” procesional estrenado en el año 2004, que fue completado en 2006 con las imágenes de los santos para sus hornacinas: San Lorenzo Mártir, como titular de la Parroquia (figurando también su reliquia en el frente del "paso") y quien da nombre a Nuestra Señora; San Simón de Rojas, religioso trinitario calzado y confesor real, nacido en Valladolid y cuya imagen recibió culto en San Lorenzo Mártir (sería interesante la recuperación al culto de esta imagen); San Pedro Regalado, Patrono de la Ciudad de Valladolid y San Francisco de San Miguel, nacido en La Parrilla (Valladolid) protomártir de Japón (martirizado en Nagasaki el 5 de febrero de 1597).
Tras la Eucaristía en la S.I. Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción de Valladolid, presidida por Mons. Ricardo Blázquez, Arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, junto con el Deán de la Catedral y Cabildo Catedralicio, y que contó con la presencia de las Autoridades Civiles y Militares de la ciudad, la imagen de Nuestra Señora de San Lorenzo regreso a su morada habitual, la Parroquia de San Lorenzo. Al llegar a la Plaza Mayor pasó por encima de la alfombra artística diseñada por José Antonio González Gerbolés, y confeccionada por él y varios voluntarios. Ochenta metros de alfombra con los anagramas de Ave María y unos mantos, bien es cierto que estos mantos seguían la forma de los capillos empleados para "vestir" la imagen del Niño e incluso sigue el mismo corte utilizado por otras advocaciones marianas, más cercanos a los de la Virgen del Pilar.
La parte musical de la procesión corrió a cargo de la Banda Sinfónica de Arroyo de la Encomienda.