martes, 4 de mayo de 2021

PROCESIÓN DEL ENCUENTRO DE JESÚS RESUCITADO CON LA VIRGEN DE LA ALEGRÍA

En la mañana del Domingo de Resurrección tiene lugar la última procesión, con un carácter glorioso, que cierra la Semana Santa; se trata de la Procesión del Encuentro de Jesús Resucitado con la Virgen de la Alegría.

Lo cierto es que aunque los evangelios hablan de la resurrección de Cristo y de su aparición a María Magdalena, “apóstola de apóstoles”, hay quienes consideran que si María, la Madre de Jesús, no fue al sepulcro con las otras mujeres es porque ella ya había recibido la aparición de su Hijo, Cristo, glorioso. Un lugar importante en todo ello lo tenemos en la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, allí se conserva la llamada “Capilla de la aparición de Jesús a su Madre”, según lo recogido en el evangelio apócrifo de Gamaliel:

«Jesús dijo entonces a María: "Has derramado ya muchas lágrimas. El que fue crucificado está vivo y está hablando contigo y quien te consuela es precisamente aquel que buscas, aquel que viste la púrpura celeste. Aquel de quien tu buscas la sepultura es el que ha destrozado las puertas de bronce y liberado a los prisioneros del Infierno».

(Evangelio apócrifo de Gamaliel).


La consideración de una primera y previa aparición a su Madre, María, es un tema que ha sido tratado en el arte, como contrapunto y cierre del ciclo de la Redención. Ya en el Gótico Tardío encontramos algunos ejemplos de la representación de este episodio, tal vez basado en sermones y escritos de místicos, así como en una visión o experiencia sentimental y emotiva más que en la literalidad de las Sagradas Escrituras, entendiendo que sería más lógico pensar que a quien primero visitase Cristo ya glorificado fuese a su Madre. Ejemplos de este encuentro o aparición ofrecen, por citar algunos, Rogier van der Weyden en su “Aparición de Jesús resucitado a María”, en el Tríptico de Nuestra Señora c. 1442-45. Gemäldegalerie, Berlín; asimismo en una de las pinturas del retablo de Santo Tomás (1507) también llamado de Caparroso, en la girola de la Catedral de Pamplona. La difusión de este tema en otros lugares se haría, como fue corriente, a través de estampas y grabados, así como en su caso de obras importadas o bien de la presencia de ciertos pintores en las Cortes.

Los siglos XVI y XVII, sobre todo a raíz del Concilio de Trento y la importancia que dio al arte, ofrecerán nuevos ejemplos. Pero además, se verán justificados en nuevos escritos y prácticas religiosas, entre los que tradicionalmente se ponen los de San Ignacio de Loyola y algunas escritoras místicas como Santa Teresa de Jesús o Sor María Jesús de Agreda. Así, está presente en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola (1548), en la IV semana:

[218] LA PRIMERA CONTEMPLACION COMO CHRISTO NUESTRO SEÑOR APARESCIO A NUESTRA SEÑORA, NUM. [299]. Oración. La sólita oración preparatoria.
[219] 1º preámbulo. El primer preámbulo es la historia, que es aquí cómo después que Christo espiró en la crux, y el cuerpo quedó separado del ánima y con él siempre unida la Divinidad, la ánima beata descendió al infierno, asimismo unida con la Divinidad; de donde sacando a las ánimas justas y veniendo al sepulchro y resuscitado, aparesció a su bendita Madre en cuerpo y en ánima.
[220] 2º preámbulo. El 2º: composición viendo el lugar, que será aquí, ver la disposición del sancto sepulchro, y el lugar o casa de nuestra Señora, mirando las partes della en particular, asimismo la cámara, oratorio, etc..
[221] 3º preámbulo. El tercero: demandar lo que quiero, y será aquí pedir gracia para me alegrar y gozar intensamente de tanta gloria y gozo de Christo nuestro Señor.
[222] 1º puncto. 2º puncto. 3º puncto. El primero, 2º y 3º puncto sean los mismos sólitos que tuvimos en la cena de Christo nuestro Señor, núm. [190].
[223] 4º puncto. El quarto: considerar cómo la Divinidad, que parescía esconderse en la passión, paresce y se muestra agora tan miraculosamente en la sanctíssima resurrección, por los verdaderos y sanctíssimos effectos della.
[224] 5º puncto. El quinto: mirar el officio de consolar, que Christo nuestro Señor trae, y comparando cómo unos amigos suelen consolar a otros.
[225] Coloquio. Acabar con un coloquio o coloquios, según subiecta materia y un Pater noste.

Y nuevamente en Misterios de la Vida de Christo: “[299] DE LA RESURRECCION DE CHRISTO NUESTRO SEÑOR. DE LA PRIMERA APARICION SUYA. Primero: apareció a la Virgen María, lo qual, aunque no se diga en la Escriptura, se tiene por dicho, en decir que aparesció a tantos otros; porque la Escriptura supone que tenemos entendimiento, como está escripto: (¿También vosotros estáis sin entendimiento?)”.

Y, en cuanto a Sor María Jesús de Agreda, describe este momento: “Estando así prevenida María santísima, entró Cristo nuestro salvador resucitado y glorioso, acompañado de todos los santos y patriarcas. Postróse en tierra la siempre humilde reina y adoró a su hijo santísimo, y su Majestad la levantó y llegó a sí mismo. Y con este contacto –mayor que el que pedía la Magdalena de la humanidad y llagas santísimas de Cristo– recibió la Madre Virgen un extraordinario favor, que solo ella le mereció, como exenta de la ley del pecado. Y aunque no fue el mayor de los favores que tuvo en esta ocasión, con todo eso no pudiera recibirle si no fuera confortada de los ángeles y por el mismo Señor para que sus potencias no desfallecieran…” (Mística Ciudad de Dios, 2ª p. Lib VI, cap.26, 1471).

"Aparición de Cristo Resucitado a la Santísima Virgen" (Juan Imberto, 1613-1614).
Retablo mayor Convento de Santa Isabel de Hungría.
Valladolid.


En la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, los franciscanos custodian la capilla de la Crucifixión, el lugar donde se descubrió la cruz y dos oratorios donde Cristo se apareció a su Madre y a María Magdalena.

Así pues y para concluir esta introducción, teólogos, místicos y piedad popular han sido quienes han transmitido la idea de una aparición o encuentro ente Madre e Hijo.


COFRADÍAS DE LA RESURRECCIÓN EN VALLADOLID

Consta al menos la existencia de dos Cofradías en Valladolid que tuvieron por titular a Jesús Resucitado o bien el misterio de la Resurrección. Éstas se puede entender que tendrían como fin primordial festejar el Domingo de Pascua, no necesariamente juntas, aunque es muy curioso la cercanía de los templos en los que tenían su sede:

Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría.- Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol. Por el momento no se conoce el momento exacto de su fundación, siendo la primera noticia del año 1515 cuando compra a la Parroquia de Santiago una capilla (la dedicada actualmente a Nuestra Señora de Loreto). La advocación primigenia debía ser de la Resurrección o de Jesús Resucitado y no es hasta  la década de los 60 del siglo XVI cuando se incorpora la advocación de Nuestra Señora de la Alegría, variando el nombre para incluir a los dos titulares, esto ocurre en un acta de 4 de abril de 1569, fecha en que fue propuesta al Cabildo esta denominación, ratificándose la misma en octubre del mismo año y encargada la talla de la imagen correspondiente. A este respecto conviene traer la entrada dedicada por Javier Baladrón en su blog (enlace) donde en el siglo XVII se señala: “Nuestra Señora de la Alegría: Ítem visitó su merced la capilla y altar que se sigue a las referidas que es el retablo del lado del evangelio de la advocación de Nuestra Señora de la Alegría el cual dijeron ser de la cofradía de ella y tiene dos hechuras de bulto grandes, la una de un Santo Cristo Resucitado y la otra de una imagen de Nuestra Señora y en dicha capilla se entierra sus cofrades pagando a la fábrica seis reales por el rompimiento de cada sepultura de cuerpo grande y tres por el de una criatura”. Manuel Canesi, al hablar de las capillas del lado del evangelio de la Parroquia de Santiago dice: “Después está debaxo del choro la de la Resurreccion, y en ella instituida una cofradía de este titulo que la mañana de su Pascua celebra despues de dar gracias con Misa y Sermon, una muy plausible Procesion, con fuegos, Danzas y regocijo común”. La documentación encontrada hasta la fecha, o al menos, publicada, habla de su actividad hasta el año 1760, datando de entonces las últimas noticias, en cualquier caso parece que su existencia no se prolongó mucho más en el tiempo, pues ya no aparece en el listado de Cofradías y Hermandades realizado tanto por Ángel Bustamante en 1773 para el Conde de Aranda, ni en el de José Colón de Larreátegui en 1781, según el informe que se citará a continuación.

Cofradía de la Resurrección de San Sebastián.- Sita en el Convento de la Trinidad Calzada. De ella recoge José Colón de Larreátegui en su “Informe sobre los gremios de Valladolid” (1781): “Se fundó en 26 de octubre de 1511, y fue aprobada por el Abad en 1580; se copone de oficiales de todos los oficios: sus efectos son varios zensos cuios Reditos, y otras limosnas ascienden según el ultimo cargo como á 800 rrs.: La Data delos gastos, funciones de Yglesia, sufragios, Propinas y refrescos, excede al cardo, y alcanza el Depositario”.

Y no se puede olvidar de la existencia del antiguo Hospital General dedicado precisamente a este misterio, la Resurrección.

Además, junto a estas antiguas Cofradías, hay constancia de la celebración de Procesiones de Encuentro el Domingo de Resurrección en ámbitos conventuales, en las que en ocasiones era el Santísimo Sacramento quien protagonizaba estos encuentros en lugar de imagen de Jesús Resucitado. En el caso del Convento de San Pablo encontramos el siguiente anuncio en la prensa: “En San Pablo. Mañana celebrará la Asociación del Rosario Perpetuo el primer misterio glorioso del santo rosario.  A las ocho, misa de comunión general y a continuación se expondrá á S. D. M., saliendo procesionalmente al atrio de la Iglesia, donde se hará el encuentro con la Santísima Virgen” (El Norte de Castilla, 03 de abril de 1920, Notas Religiosas, portada). Referencias a esta procesión hay en los años sucesivos. No es extraño que el Santísimo Sacramento participe en una procesión del Domingo de Resurrección a falta de imagen del Resucitado (o incluso cuando se tiene, se conserva la costumbre del Santísimo Sacramento). En otras ocasiones, igualmente para paliar la ausencia de una imagen de Jesús Resucitado, se acude a otras imágenes tales como Niño Jesús (de Pascua), Niño de la Bola (a veces titular de cofradías del Dulce Nombre –devoción típica de la Orden de Predicadores- o bien en otras ocasiones, imágenes del Niño Jesús de Praga) o imágenes del Sagrado Corazón de Jesús. Es interesante hacer constar que en San Pablo, por aquellos tiempos, se celebraba otra Procesión del Entierro el Viernes Santo, con las imágenes de Cristo Yacente (en el Sepulcro) y Nuestra Señora de la Soledad, una procesión que se ha perdido también, como la mayoría de Cofradías y procesiones que se celebraban en aquel convento.

Podemos citar también la celebración en el Monasterio de las Huelgas Reales: “En las Huelgas. El lunes se celebrará en el convento de religiosas Huelgas Reales la fiesta de la Resurrección del Señor. A las siete, misa rezada con órgano, y á las diez, la solemne con exposición de Su Divina Majestad y sermón por don Félix González, profesor de la U. P. A continuación tendrá lugar la procesión del encuentro de Jesús resucitado con su Santísima Madre” (El Norte de Castilla, 11 de abril de 1925, Notas Religiosas). Con anterioridad, celebraban cultos solemnes el mismo domingo de Resurrección con un carácter más sacramental.

Otro lugar donde se celebraba con solemnidad el Domingo de Resurrección era la Parroquia de San Esteban, dando comienzo un octavario a Jesús Sacramentado organizado por la Archicofradía de las Cuarenta Horas.

Además, desde el Domingo de Pascua, tenía lugar en el desaparecido Monasterio de Nuestra Señora de la Laura, la tradicional (y también perdida) Romería del Santo Sudario, que se extendía a lo largo de tres días, con veneración de la copia del Santo Sudario existente en aquel convento.

Que no hubiera procesión el Domingo de Resurrección no quiere decir que no se celebrara esa jornada, ni muchos menos. Pero las celebraciones se centraban en el entonces llamado Sábado de Gloria y la Vigilia Pascual (con bendición del agua, del cirio y descubrimiento de altares), con toque de campanas al que en alguna ocasión se sumaron novedades, por ejemplo en 1913: “Este año se ha registrado la novedad que, coincidiendo con el volteo de las campanas tocando á gloria, en los cuarteles de la plaza las bandas de cornetas ejecutaron una diana, y la banda de Isabel II interpretó alegre marcha” (El Norte de Castilla, 23 de marzo de 1913, portada).

Habrá que esperar hasta el año 1960 para la incorporación en el programa de procesiones de Semana Santa de Valladolid, de aquella que representase el Encuentro de Jesús Resucitado con la Virgen de la Alegría. Hasta el año anterior, las celebraciones de Semana Santa concluían con: 

  • La Vigilia Pascual en la Catedral y el toque de Gloria de sus campanas a medianoche al que se unían seguidamente el resto de campanas de las iglesias de la ciudad.
  • La Misa de Gloria en la S.I.M. Catedral, en la mañana del Domingo de Resurrección, con Bendición Papal impartida por el Arzobispo.
  • El solemne Besamanos a Nuestra Señora de San Lorenzo, Patrona de Valladolid, en su templo, con asistencia del Arzobispo y autoridades civiles, en la tarde-noche del Domingo de Resurrección.

Las dos primeras celebraciones se han mantenido, pues forman parte de los Oficios litúrgicos propios de estos días, aunque se ha suprimido el toque de Gloria de todas las campanas de la ciudad. Igualmente, en la actualidad, ya no hay besamanos a la Patrona el Domingo de Pascua, aunque en ocasiones sí que se ha celebrado Misa de Acción de Gracias.

De una forma muy escueta encontramos en el programa de 1960 (17 de abril) la referencia a la primera vez que se celebrará esta procesión: DOMINGO DE RESURRECCIÓN.- A las trece horas saldrá de la Iglesia de Santiago la Procesión de la Santísima Resurrección y de la Virgen de la Alegría con los pasos: El Señor Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría.

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Las potencias en la imagen del Resucitado refuerza la idea de glorificación.

Pero, es necesario regresar al año 1959 para ver los inicios de la Procesión. El 23 de marzo de 1959, se refunda la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado tomando nombre y los fines de otra que existió desde el siglo XVI al  XVIII. Como señala Javier Burrieza, “Ramón García del Castillo, Enrique Orduña Rebollo y Ramón Chamorro Moliner solicitaron la fundación al Arzobispado de una cofradía con este antiguo título. Contaron con el apoyo del párroco de Santiago, Ricardo Núñez del Olmo. Eran tiempos de presión por parte de las autoridades gubernamentales hacia el carlismo, y según testimonio de Orduña, una nueva cofradía con sus miembros fundadores vinculados a la Comunión Tradicionalista podía ser una válvula de escape y de expresión”. Y es precisamente en aquella Parroquia de Santiago donde fijará su sede la Cofradía y de donde saldrá hasta el año 1986, y allí venerará su imagen titular, “Nuestro Padre Jesús Resucitado” (anónimo, mediados del siglo XVI) que había pertenecido a la anterior Cofradía y que el entonces Párroco, Rvdo. Sr. Don Ricardo Núñez, citado anteriormente, cedió a la Cofradía para que la diera culto y procesionara.

Así se daba solución a la búsqueda de la imagen de Cristo que protagonizase el Encuentro (que fue restaurado por Jesús Mier (en su estudio en la calle Peso), así como a la Cofradía que lo acompañase. Quedaba pendiente la imagen de María y una Cofradía que la alumbrase. 

vm0158_Fotogafía tomada de httpwww.funjdiaz.net
¿Restauración de la imagen del Resucitado por Jesús Mier?


En cuanto a la imagen, terminó siendo elegida una efigie de Nuestra Señora de las Candelas (obra de Gregorio Fernández, siglo XVII) venerada en la Iglesia Parroquial de San Lorenzo Mártir a la que se retiraba la imagen del Niño Jesús y la vela o candela (elemento propio de su iconografía) para posibilitar su participación en la Procesión. Quedaba el tema de la Cofradía o Hermandad que la alumbrase y ese honor recayó aquel primer año (1960) en la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, saliendo desde el Colegio de San José, acompañada por las Cofradías Penitenciales que contaban con las destacadas advocaciones marianas (Piedad, Angustias y Vera Cruz). Desconozco el recorrido desde el Colegio de San José hasta la Plaza Mayor. Esta participación de la Hermandad del Atado a la Columna portando la imagen de la Virgen fue efímero y al año siguiente, 1961, la Cofradía del Santo Sepulcro comienza a participar portando los “pasos” de la “Virgen de la Alegría” (la misma que acompañó el año anterior el Atado y que salió en esta procesión hasta 1996) y el “Santo Sepulcro Vacío”, saliendo desde su sede, la Iglesia Conventual de San Benito El Real. Aunque en los programas oficiales de Semana Santa no figuró el “paso” del “Santo Sepulcro Vacío” hasta 1980, lo cierto es que desde 1961 ya participa (siendo el único que ha quedado desde la configuración definitiva de “pasos” y cofradías en la procesión en 1961 hasta la actualidad, pues tanto las imágenes del Resucitado como la de la Virgen se han sustituido por otras de hechura contemporánea).

Recuperamos algunos datos de aquella procesión de 1961, según la crónica publicada en El Norte de Castilla de 4 de abril de 1961 (agradezco a Miguel Ángel Alonso la aportación de estos datos, siendo una gran ayuda en numerosas entradas de este blog): “El domingo se celebró la procesión de la “Resurrección y la Virgen de la Alegría. El acto del encuentro tuvo lugar en la Plaza Mayor y fue presidido por el señor arzobispo y autoridades. A la una de la tarde del pasado domingo tuvo lugar la procesión de «La Santísima Resurrección y la Virgen de la Alegría», último de nuestros desfiles de la Semana Santa.

De la iglesia parroquial de Santiago Apóstol salió el «paso» del Resucitado asistido de la Cofradía de las Siete Palabras, con representaciones de las demás Cofradías Penitenciales. Formaban también en ella un piquete de la Guardia Civil de a caballo, la Cruz procesional, las bandas de la Cruz Roja y de la J.O.C y un grupo de hermanas de devoción con mantilla negra y peineta, que precedía al «paso». Tras él iba el clero revestido, la presidencia, constituida por directivos de las Cofradías y una sección de la Guardia Municipal y otra de la Policía Armada. 

Al mismo tiempo de la conventual de San Benito salió el «paso» de la «Santísima Virgen de la Alegría», precedido del de «El Sepulcro de Cristo», vacío. En ella formaban, tras la Cruz procesional, las bandas de cornetas y tambores de Sanidad y la de música del Orfanato Provincial, un numeroso grupo de hermanas de devoción de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno con mantilla…”.

Continúa refiriendo que el Encuentro fue ante la Casa Consistorial e intervino la Escolanía del Colegio de Dominicos de Arcas Reales “que ejecutó un motete, en tanto el clero oficiante incensaba a las imágenes. Seguidamente fueron disparadas un buen número de bombas reales, al mismo tiempo que desde la terraza del Ayuntamiento se daba suelta a una bandada de palomas, que revolotearon sobre la Plaza hasta desaparecer, y la escolanía cantaba el «Regina Coeli»”. Sonó por los altavoces el “Alleluya” de Haendel y volteo general de campanas “momento que resultó solemnísimo”. Terminado con esto el acto, ambas procesiones parciales siguieron su marcha para reintegrarse a sus respectivos templos.

Es de hacer notar algunos datos interesantes en esta crónica, desde el nombre de la procesión de «La Santísima Resurrección y la Virgen de la Alegría», que luego iría variando hacia Encuentro, momento principal de la misma. Por otro lado, la presencia de los tres “pasos”: Cristo Resucitado, Virgen de la Alegría y Santo Sepulcro Vacío. Creo que esto nos podría llevar a reflexionar sobre el nombre de los mismos en la actualidad y recuperar para la imagen de María el nombre completo de “Santísima Virgen de la Alegría”. También la presencia de distintos piquetes y compañías de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad; la música en directo con intervención de una Escolanía y el canto de motetes (como ocurría en otras procesiones y es un tema que se tendría que estudiar y -si es posible- recuperar) y bandas que a día de hoy han desaparecido. En cuanto a indumentaria, no deja de ser curiosa la referencia a que las hermanas de devoción llevaban mantilla negra y peineta, en lugar de la blanca que se utiliza en la actualidad. Seguramente no habrá pasado desapercibido en la crónica cuando se menciona que el “paso” del Resucitado estaba asistido por la Cofradía de las Siete Palabras, tal vez fuese un error motivado por el color de hábito y la salida de la iglesia de Santiago, pero existiendo ya una Cofradía del Resucitado, lo lógico es que fuese ésta la que portase a su titular.

Para conocer cómo se realizaba en este momento, en los primeros años, además de la crónica citada contamos también con los programas oficiales (“colgados” o publicados –con gran acierto- en la web de la Junta de Cofradías de Semana Santa y que ojalá se puedan ir completando con los que faltan). Así, del programa de 1962:

DOMINGO DE RESURRECCIÓN. DÍA 22 DE ABRIL. A las diez de la mañana en la Santa Iglesia Catedral, solemnísima Misa que celebrará de Pontifical el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo, con Bendición Papal al final de la misma, sobre las once y media.

A las doce y media, se celebrará la Procesión del Señor Resucitado y de la Virgen de la Alegría, saliendo de la Iglesia de Santiago la cofradía titular con el Paso «El Señor Resucitado», recorriendo las calles: Héroes del Alcázar de Toledo, María de Molina, Plaza de Zorrilla, Santiago y Plaza Mayor, para situarse frente al Ayuntamiento.

A las doce y media, saldrá de la Iglesia de San Benito, la Cofradía del Santo Sepulcro, con el Paso «La Virgen de la Alegría», recorriendo las calles: San Benito, Plaza de los Leones de Castilla, Cebadería, Especería, Fuente Dorada y Plaza Mayor, para situarse frente al Ayuntamiento.

Al encontrarse ambas procesiones se cantarán cánticos de resurrección, y una vez terminado el acto iniciará la marcha el Paso «El Señor Resucitado» con su acompañamiento al que seguirá «La Virgen de la Alegría» por Plaza Mayor, Ferrari, Fuente Dorada, Plaza del Ochavo, Especería, Cebadería, Plaza de los Leones de Castilla a San Benito en donde se entonará la Salve popular, dándose por terminada la procesión.

A las ocho de la noche, solemne Besamanos a la Patrona de la Ciudad, Nuestra Señora de San Lorenzo, con asistencia del Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo y demás autoridades de la capital.


En los años siguientes se mantiene el mismo esquema, variando algunas cosas como la hora de inicio de la procesión, ambas saliendo a las 13 horas (ej. 1697,) o regresando a las 12 (1971, con el nombre de Procesión de la Santísima Resurrección y de la Virgen de la Alegría; se mantiene a las 12 durante la década de los 70). A finales de esta década de los 70 se producen algunos cambios, principalmente que la Misa Solemne con Bendición Papal pasa a celebrarse en las primeras horas de la tarde (a las 13:15 h.). Igualmente, y como último apunte, si bien es cierto que el Encuentro se ha producido, y se sigue produciendo en la Plaza Mayor, delante del Ayuntamiento, hubo algún año que tuvo que trasladarse hacia Ferrari-Plaza de Fuente Dorada, probablemente sería en 1972, como ocurrió con otras procesiones que se celebraban o pasaban por la Plaza Mayor, aquel año en obras de construcción del aparcamiento.

Los años 80 traen nuevos cambios en la procesión. Se consolida el nombre actual de Procesión del Encuentro de Jesús Resucitado con la Virgen de la Alegría. Se elimina el recorrido conjunto tras el Encuentro, así que una vez concluido el mismo, cada procesión regresa a su templo por el mismo recorrido en sentido inverso. Pero además, se acaba incluyendo de alguna manera en el desarrollo de la procesión el Traslado del Cristo Yacente por la Cofradía del Santo Entierro en la Plaza de Santa Ana, desde la Iglesia Conventual al Monasterio, como acto de devolución de la Imagen tras su participación en Semana Santa. Esta entrega o devolución, comenzó en 1963 (Andrés Álvarez, retransmisión del Santo Entierro de Cristo, Sábado Santo, 15/04/2017) desarrollada de forma privada así que por entonces no constaba en los programas oficiales de Semana Santa; luego, se empieza a hacer pública a comienzos de los ochenta (siglo XX) en la mañana del Domingo de Resurrección.

Efectivamente, en la mañana del Domingo de Resurrección de 1982 aparece por primera vez en el programa oficial este traslado (sobre este traslado ver el siguiente enlace):

Día 11 de abril
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
A las once y quince de la mañana se efectuará el traslado de la imagen del Cristo Yacente desde la Iglesia Conventual de Santa Ana al Convento del mismo nombre.

Posteriormente, ya desde 1983 (agradezco este dato a M.A.R.L.) el acto  se desarrollará a la llegada de Jesús Resucitado. En estos primeros años (recordemos que la Cofradía del Resucitado por entonces tenía su sede en la Parroquia de Santiago Apóstol y que no es hasta 1986 cuando la traslada a Porta Coeli), la imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado (anónimo siglo XVI) acompañado por su Cofradía titular salía de Santiago continuando por Héroes del Alcázar, Zúñiga y Plaza de Santa Ana, momento en que tenía lugar el traslado del Yacente, continuando luego el Resucitado por María de Molina, Doctrinos, Santiago hasta la Plaza Mayor para asistir a su Encuentro con la Virgen de la Alegría. Posteriormente, aún con el cambio de sede, el Resucitado continuó yendo algunos años más hasta la Plaza de Santa Ana.  Así se realizó hasta el año 1990, siendo éste el último que tiene lugar en la mañana del Domingo de Pascua. De tal modo que entre 1987 (primer año que la Cofradía del Resucitado sale desde el Monasterio de Porta Coeli) hasta 1990, ambos incluidos, el recorrido era Teresa Gil, Regalado, Constitución, Santiago, Zúñiga y Plaza de Santa Ana en ese momento se efectuaba el traslado del Cristo Yacente, reanudándose luego por María de Molina, Doctrinos, Santiago y Plaza Mayor hasta el Ayuntamiento. Para este Traslado en la Plaza de Santa Ana, la imagen era portada a hombros, unas veces eran cuatro cofrades del Resucitado, otras dos del Resucitado y dos del Santo Entierro, quienes se encargaban de ello. Este traslado del Yacente con la presencia del Resucitado llevará consigo que la Cofradía del Resucitado con su imagen titular tengan que adelantar algo su hora de salida. Por su parte, el recorrido de la Virgen de la Alegría desde San Benito a la Plaza Mayor también variará en esta década de los 80. Otra de las modificaciones, como ya se ha podido ver, se produce por el cambio de sede de la Cofradía del Resucitado, recalando en el Monasterio de Nuestra Señora de Porta Coeli (MM. Dominicas), donde se encuentra en la actualidad. Para ver mejor todos estos cambios, se transcriben las reseñas de la procesión en los programas de 1986 (último año del Resucitado en Santiago) y 1987 (primer año de dicha Cofradía en Porta Coeli).


Año 1986:
Día 30 de Marzo.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN.


Procesión del ENCUENTRO DE JESÚS RESUCITADO CON LA VIRGEN DE LA ALEGRÍA.

A las once y media de la mañana, saldrá de la Iglesia parroquial de Santiago Apóstol, la procesión del ENCUENTRO DE JESÚS RESUCITADO CON LA VIRGEN DE LA ALEGRIA, con el «paso» de «NUESTRO PADRE JESÚS RESUCITADO», acompañado por su Cofradía titular y representaciones de Cofradías.

RECORRIDO. Héroes del Alcázar, Zúñiga, Plaza de Santa Ana. En ese momento se efectuará el TRASLADO DE LA IMAGEN DEL CRISTO YACENTE desde la Iglesia Conventual de Santa Ana al Museo del mismo nombre. Continuando por María de Molina, Doctrinos, Santiago y Plaza Mayor, hasta el Ayuntamiento.

A las doce de la mañana, desde la Iglesia Conventual de San Benito, partirá la Cofradía del Santo Sepulcro con los «pasos» «VIRGEN DE LA ALEGRÍA» y «SANTO SEPULCRO VACÍO», recorriendo las calles de General Almirante, Plaza de los Arces, Guadamacileros, Platerías, Vicente Moliner, Fuente Dorada, Ferrari y Plaza Mayor, hasta el Ayuntamiento.

En el momento del Encuentro pronunciará un fervorín el Ilmo. Sr. D. VICENTE VARA SANZ, Canónigo de la S.I.M. y Canciller Secretario del Arzobispado de Valladolid.

Terminado el acto, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, acompañada por las distintas representaciones, regresará por las calles de Santiago, Doctrinos, María de Molina, Héroes del Alcázar y Atrio de Santiago, hasta la Iglesia Parroquial del mismo nombre.

Igualmente, la Cofradía del Santo Sepulcro y las distintas representaciones que la han acompañado, regresarán por las calles de Ferrari, Fuente Dorada, Vicente Moliner, Especería, Cabadería, Plaza de la Rinconada y San Benito, hasta la Iglesia del mismo nombre.

(En el programa de este año, 1986, aparece la imagen de Nuestra Señora de la Alegría, con este mismo pie de foto, en la carroza de la Patrona de Valladolid).


Año 1987:
Día 19 de Abril.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN.

PROCESIÓN DEL ENCUENTRO DE JESÚS RESUCITADO CON LA VIRGEN DE LA ALEGRÍA

A las once y media de la mañana, saldrá del Convento de Porta-Coeli, la procesión del ENCUENTRO DE JESÚS RESUCITADO CON LA VIRGEN DE LA ALEGRIA, con el «paso» de «NUESTRO PADRE JESÚS RESUCITADO», acompañado por su Cofradía titular y representaciones de Cofradías.

RECORRIDO. Teresa Gil, Constitución, Santiago, Zúñiga, Plaza de Santa Ana. En ese momento se efectuará el TRASLADO DE LA IMAGEN DEL CRISTO YACENTE desde la Iglesia Conventual de Santa Ana al Museo del mismo nombre. Continuando por María de Molina, Doctrinos, Santiago y Plaza Mayor, hasta el Ayuntamiento.

A las doce de la mañana, desde la Iglesia Conventual de San Benito, partirá la Cofradía del Santo Sepulcro con los «pasos» «VIRGEN DE LA ALEGRÍA» y «SANTO SEPULCRO VACÍO», recorriendo las calles de General Almirante, Plaza de los Arces, Guadamacileros, Platerías, Vicente Moliner, Fuente Dorada, Ferrari y Plaza Mayor, hasta el Ayuntamiento.

En el momento del Encuentro pronunciará un fervorín el Rvdo. Sr. D. JESUS HERNANDEZ SAHAGUN, capellán de las RR. Salesas y Juez del Arzobispado.

Terminado el acto, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, acompañada por las distintas representaciones, regresará por las calles de Santiago, Plaza de Zorrilla, Miguel Iscar, Plaza de España y Teresa Gil, hasta el Convento de Porta-Coeli.

Igualmente, la Cofradía del Santo Sepulcro y las distintas representaciones que la han acompañado, regresará por las calles de Ferrari, Fuente Dorada, Vicente Moliner, Especería, Cabadería, Plaza de la Rinconada y San Benito, hasta la Iglesia del mismo nombre.

Lamentablemente, no dispongo de fotografías del “paso” de “Nuestro Padre Jesús Resucitado” (la antigua imagen) montado en su carroza ni en la Iglesia de Santiago ni en el Convento de Porta Coeli.

Al año siguiente, 1988, se mantiene la mayor parte igual pero varía el recorrido de retorno de la Cofradía del Resucitado desde la Plaza Mayor a su sede, siendo: Plaza Mayor, Santiago, Constitución, Duque de la Victoria, Plaza de España y Teresa Gil hasta el Convento de Porta-Coeli. Así se seguiría en los años 1989 y 1990.

En 1991 hay nuevos cambios ya que el Traslado del Cristo Yacente pasa a celebrarse en la tarde-noche del Sábado Santo, esto motiva que ya no sea necesario llegar hasta la Plaza de Santa Ana y a partir de ese año, el recorrido del Resucitado desde Porta Coeli a la Plaza Mayor será: Teresa Gil, Regalado, Duque de la Victoria, Claudio Moyano, Santiago y Plaza Mayor hasta situarse delante del Ayuntamiento y el regreso a Porta Coeli sería como el visto en 1988; por su parte, el recorrido de la Cofradía del Santo Sepulcro con sus dos “pasos” será como el visto en el programa de 1987, tanto a la ida como al regreso. Así se mantiene en 1992 (a partir de este año se retrasa la Misa Pontifical a las 13:30 h.), pero en 1993 vuelve a cambiar el recorrido de ida del Resucitado por Teresa Gil, Plaza de España, Claudio Moyano, Santiago y Plaza Mayor. Este año de 1993 (11/04/1993), es una fecha para recordar pues será la última vez que salga en procesión la primitiva imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado.

Llegados a este punto y como último apunte vamos recordar las imágenes y carrozas en las que han participado las imágenes en esta procesión:


“NUESTRO PADRE JESÚS RESUCITADO”.
Anónimo. Mediados del siglo XVI.
Madera policromada. 162 x 105 x 56 cm.
Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol. Valladolid.

Imagen titular de aquella antigua Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría establecida en la Parroquia de Santiago Apóstol. Se trata de una bella imagen de Jesús triunfante, de tamaño ligeramente inferior al natural y de potente anatomía. Aunque es entrar en campos que se escapan demasiado de los cometidos de este blog, la idealización del cuerpo en los Resucitados no debería ser algo que nos sorprendiera en exceso; por un lado, hay discusiones sobre el “tipo” de cuerpo o materia de Cristo una vez resucitado, resumiéndolo en que se trata de un cuerpo glorioso, pero que a la vez muestra las llagas de su Pasión por las que ha redimido a la creación, no sujeto a leyes naturales, liberado de la enfermedad y de la corrupción, y que por eso mismo podía hacerse presente en medio de los apóstoles aún cuando estaban encerrados o que en algunas apariciones no se le reconociera en principio (ej. A María Magdalena en el episodio del Noli me tangere o a los discípulos de Emaús, que no lo reconocieron hasta que él mismo se identificó de alguna manera o por algún acto -partir el pan-).

Esta glorificación hace que la mayoría de las señales de la pasión desaparezcan por lo que representar Resucitados con ciertas marcas o señales que remitieran a la corrupción del cuerpo por su muerte o por la estancia en el sepulcro, pudiera ser algo erróneo, salvo el caso de las llagas, por la referencia anteriormente vista a la redención.



Por otro lado, en un periodo en el que a los artistas se les vetaba la representación del desnudo, salvo para algunos casos (asuntos mitológicos y religiosos), este tema del Resucitado permite plasmar un cuerpo masculino en su apogeo, con cierta idealización si es preciso para conseguir el ideal de belleza. 

Como se ha indicado, esta imagen también fue titular de la actual Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro desde su fundación (o refundación en 1959) hasta 1993-1994 (último año de salida en procesión-año de bendición y estreno de la actual imagen de Jesús Resucitado).


Nuestro Padre Jesús Resucitado se venera actualmente (salvo en tiempo de Semana Santa y Pascua, que está en otras capillas o en el presbiterio) en una hornacina existente entre su antigua capilla y la puerta de la Iglesia. En dicha hornacina hay un retablo barroco, datado a principios del siglo XVIII, que en otros tiempos albergó una imagen moderna de San Cayetano (hoy en la capilla de San Jerónimo). Este retablo podría haber tenido en su origen una titular mariana, una imagen de Nuestra Señora, a juzgar por las pinturas que se conservan en el mismo, todas ellas de temática mariana:

  • Desposorios de Nuestra Señora y San José.
  • Visitación a Santa Isabel.
  • Visión de San Juan Evangelista en Patmos.
  • Y otra pintura cuyo estado de conservación no permite identificarla correctamente.

Ha estado presente en algunas exposiciones temporales como:

  • Resurrexit” (2010).
  • VITA CHRISTI. Homenaje a Alejandro Rebollo” (2021).


En cuanto a las carrozas en las que ha procesionado, citar:

  • Carroza del Cristo de los Artilleros o Ecce Homo.
  • Carroza de Las Lágrimas de San Pedro (antigua, con escenas del Via Crucis). Podría entenderse la estrenada en 1968. En esta carroza, como curiosidad, también salía el Cristo de las Batallas en el Via Crucis Procesional que se celebraba el Viernes de Dolores, organizado por la Cofradía Sacramental de la Parroquia de Santa María Magdalena.
AMVA identificador APR F 00267 - 003


AMVA identificador APR F 00562 - 028


  • Carroza de Las Lágrimas de San Pedro (actual).


"NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRÍA" O "SANTÍSIMA VIRGEN DE LA ALEGRÍA".
Nuestra Señora de las Candelas o de la Purificación.
Gregorio Fernández, c. 1630.
Madera policromada. 158 x 80 x 59 cm.
Iglesia Parroquial de San Lorenzo Mártir. Valladolid.

Fue imagen titular de la Cofradía del mismo nombre, formada por el gremio de los ensayadores de moneda de la Real Fábrica de la Moneda de Valladolid, edificio situado junto a la Parroquia de San Lorenzo.

Sirvió de modelo, con modificaciones, para una imagen de Nuestra Señora encargada por la Cofradía de  Nuestra Señora de la Consolación, establecida en el convento de San Agustín en Bilbao, realizada por “Pedro de Galet como maestre escultor aya de hazer un bulto de la ymagen de Nuestra Señora de la Purificación al modo de otra que hizo Gregorio Fernandes en la ciudad de Balladolid para los oficiales de la cassa de la Moneda y su cofradia que esta en la yglesia de Nuestra Señora de San Llorente de la dicha ciudad que aquella dicha ymagen esta con su niño y la que a de hazer el dicho Pedro Garet para la dicha cofradía no a de tener sino las manos a modo de la Conceción y a de servir la dicha ymagen para sacar en andas en las procesiones que se azen en el dicho conbento de San Agustín”. La escritura de concierto de la realización de esta imagen para Bilbao está fechada el 11 de febrero de 1641 (Barrio Loza, José Ángel, 1984).

"Nuestra Señora de las Candelas" (Gregorio Fernández, c. 1630).
Iglesia Parroquial de San Lorenzo Mártir.
Valladolid.


En el antiguo y demolido edificio parroquial, la Virgen de las Canelas contaba con su retablo. A día de hoy, se expone al culto sobre un sencillo pedestal.

La imagen de Nuestra Señora de las Candelas ha estado presente en las siguientes exposiciones: 

  • Sin Pecado Concebida. La Inmaculada Concepción en el ámbito vallisoletano” (celebrada del 5 de mayo al 5 de junio de 2005) en la Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias, con motivo del 150 aniversario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción. 
  • Gregorio Fernández. La gubia del Barroco” (2008).
  • STABAT MATER. Arte e iconografía de la Pasión” (10/03/2018 a 08/04/2018, Sala Municipal de Exposiciones de Las Francesas).
  • “TEMPUS, un año de Cofradía” (18/03/2022 a 17/04/2022, Sala Municipal de Exposiciones de Las Francesas).
"Nuestra Señora de las Candelas" (Gregorio Fernández, c. 1630).
Exposición "STABAT MATER. Arte e iconografía de la Pasión" (2018).

La imagen luce actualmente con su recuperada policromía original, merced a la restauración efectuada en 2008 por el taller Arte Valladolid S.L.

En cuanto a las carrozas en las que ha procesionado, citar:

  • Carroza de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna en 1960. Siendo el primer y único  año que salió la imagen acompañada por esta Hermandad (AMVA, Ramón Pradera, identificador RP00046-182 y RP00046-191). 
AMVA  identificador RP 00046-182.
  • Andas de la V.O.T. Del Carmen de San Benito (sobre estas andas o carroza, ver enlace). Desde ¿1961? hasta 1968. Precedida por niños/as vestidos de ángeles.
AMVA identificador APR F 00562 - 055.
Se puede destacar también que las Hermanas de Devoción lucían mantillas negras y blancas.

AMVA identificador APR F 00562 - 027

  • Carroza del Santo Cristo del Despojo, de la Cofradía homónima.
AMVA identificador APR AUX 00316 - 073.


  • Carroza de Nuestra Señora de San Lorenzo, Patrona de Valladolid. Carroza realizada en 1939 por Sergio Trapote.
AMVA  identificador APR F 00562 - 023



  • Antigua carroza de Jesús de la Esperanza (que fue de la Cofradía Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena).



"SANTO SEPULCRO VACÍO".
Alonso de Rozas (soldados durmientes, 1679; policromía de Diego de Avendaño); José de Rozas (Cristo Yacente –que el Domingo de Resurrección no sale- y ángeles, 1696); Juan de Ávila (urna, 1599).
Encargado por la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias (Valladolid).
Procesionado por la Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo (Valladolid).
Conservado en el Museo Nacional de Escultura (Valladolid).

AMVA identificador APR F 00562 - 005

Resulta curioso que el “paso” del “Santo Sepulcro Vacío” pueda aparecer en la procesión como un elemento secundario, anecdótico…No obstante, creo que es más bien todo lo contrario y debería ser revalorizado ya no sólo por la calidad artística del conjunto, también, y más importante, por su significado en el misterio de la Resurrección. Artísticamente, antes de que comience a representarse de forma fija la figura de Jesús Resucitado, se acudía a los símbolos para mostrar el misterio y mensaje de la Resurrección, tales como la cruz desnuda o el sepulcro vacío. Este elemento, el Sepulcro Vacío, es el testimonio del triunfo de Jesús sobre la muerte, y la tumba deja significar el luto o la muerte y pasa a tener el significado de victoria.

El Sepulcro Vacío es el “paso” que reúne en si también el relato evangélico:

«Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres: «Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: ¡ha resucitado!, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis”. Mirad, os lo he anunciado» (Mateo 28, 1-7).

«Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?». Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y quedaron aterradas. Él les dijo: «No tengáis miedo. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? Ha resucitado. No está aquí. Mirad el sitio donde lo pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro: “Él va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis, como os dijo”» (Marcos, 16, 1-7).

«El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Encontraron corrida la piedra del sepulcro. Y, entrando, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas por esto, se les presentaron dos hombres con vestidos refulgentes. Ellas quedaron despavoridas y con las caras mirando al suelo y ellos les dijeron: «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado. Recordad cómo os habló estando todavía en Galilea, cuando dijo que el Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, ser crucificado y al tercer día resucitar». Y recordaron sus palabras. Habiendo vuelto del sepulcro, anunciaron todo esto a los Once y a todos los demás. Eran María la Magdalena, Juana y María, la de Santiago. También las demás, que estaban con ellas, contaban esto mismo a los apóstoles. Ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron. Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro. Asomándose, ve solo los lienzos. Y se volvió a su casa, admirándose de lo sucedido» (Lucas 24, 1-12).

«El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Los dos discípulos se volvieron a casa. Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?». Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto» (Juan 20, 1-13).

El “paso” del “Santo Sepulcro” (conocido como Los Durmientes, por los cuatros soldados que aparecen en esta actitud), fue encargado por la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de Las Angustias y se conserva actualmente en el Museo Nacional de Escultura. El conjunto está formado por siete figuras: Cristo yacente en la urna, atribuido a seguidores de Gregorio Fernández (aunque actualmente también se pone en relación con José de Rozas); cuatro soldados romanos durmiendo que custodian el sepulcro, obra del escultor Alonso de Rozas (1674), y dos ángeles, obra de su hijo, José de Rozas (1696). No siempre han salido los ángeles originales del “paso” y durante un periodo de tiempo (desde 1953 a ¿1980?) salieron los arcángeles Gabriel y Rafael, tallados por Gregorio Fernández para el retablo mayor de la antigua Iglesia Parroquial de San Miguel en 1606, arcángeles que se conservan en la actualidad en la Real Iglesia Parroquial de San Miguel y San Julián, pero parece ser que al destacar excesivamente sobre el resto del conjunto, y tras la restauración de los originales en 1981, éstos últimos se reintegraron al conjunto (aunque hay fotografías del “paso” en procesión sin ángeles). El conjunto es procesionado en una carroza, obra del escultor y cofrade Francisco Sánchez Medina, estrenada en 1957, realizada en madera de cedro, mármoles y bronce. La fecha de su realización y estreno nos indica que este conjunto no ha variado de carroza en todos estos años de celebración de la Procesión del Domingo de Resurrección.

Actualmente el “Santo Sepulcro” sale el Viernes Santo en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor, con la imagen de Cristo Yacente dentro de la urna, y el Domingo de Resurrección, con la urna abierta y vacía (sin la imagen del Yacente) y un sudario. En otros tiempos, participaba también el Miércoles Santo en una de las estaciones del Via Crucis Procesional que organiza la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno (cuando algunas estaciones estaban representadas por “pasos” procesionales; en el caso del Santo Sepulcro fue desde mediados de los años 50 del siglo XX hasta 1971).

Ha figurado en exposiciones como:

  • Los pasos de Las Angustias” (28/09/2009 a 05/10/2009) en la Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias (Valladolid), enmarcada en los actos de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de las Angustias.
  • Grotescos verdugos” (23/03/2021 a 16/05/2021), los cuatro durmientes, en el Colegio de San Gregorio y Casa del Sol, Museo Nacional de Escultura.

Además, y completando un poco la historia de este “paso”, la imagen del Cristo Yacente en la urna y los ángeles estuvieron depositados en la Iglesia Parroquial de San Esteban El Real (edificio que hoy alberga la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa), tras el incendio acaecido el 27 de octubre de 1869 y posterior restauración, retornando al Museo en 1922 para la reconstrucción del “paso” y la reincorporación a los cortejos procesionales. Curiosamente, en el cambio de siglo, cuando Casimiro González García Valladolid, publica “Valladolid, sus recuerdos y grandezas”, en la descripción del templo no menciona la imagen del Cristo Yacente en la urna ni los ángeles, aunque dice que había obras procedentes del Museo y otros de donativos de particulares. No obstante, de su estancia en dicho y templo y de su ubicación en el mismo, da noticia Agapito y Revilla (1925, págs.. 61-62): “[…]el sepulcro y los dos ángeles habían sido cedidos, en depósito, a la parroquia de San Esteban, de Valladolid, y en la capilla de la Soledad, segunda del lado del Evangelio, a contar desde el crucero, se tuvieron hasta que con motivo de la formación moderna de los pasos, el párroco don Pedro Alvarez, no tuvo inconveniente en que volvieran al Museo, para agruparlos con los durmientes. Y así se ha hecho: con el sepulcro (núm. 498 del Cat. de 1916), los dos ángeles (núms. 499 y 500) y los cuatro soldados (núms. 141 a 144) se ha compuesto el paso, que es el más flojo de composición de todos y el menos vistoso hasta por la exagerada simetría que requiere la colocación de las figuras”.


Aquella capilla de la Soledad (en la actualidad está dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe), estaba presidida por una imagen de Nuestra Señora de la Soledad o de los Dolores, de vestir, que actualmente se encuentra al culto en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias), entronizada en el que fue retablo mayor de la iglesia conventual de los Premostratenses. Tal vez, el Cristo Yacente en la urna, se situara bajo la imagen de la Soledad, en un nuevo ejemplo de asociación Yacente-Soledad y puede que a los extremos de la urna se dispusieran los ángeles. Lamentablemente, no conozco fotografías de la presencia de todas estas imágenes en dicha capilla.




LA PROCESIÓN DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN DE 1994 A LA ACTUALIDAD.

Un nuevo capítulo para esta procesión comienza en 1994, un periodo de cambios que se prolongará en los años sucesivos. Estos cambios no sólo afectan a algunas de las imágenes que forman en la procesión, también en el desarrollo de la misma y en la celebración de la Misa de Pascua en la S.I.M. Catedral.

El 3 de abril de 1994, Domingo de Resurrección, sale por primera vez en la procesión la nueva y actual imagen de “Nuestro Padre Jesús Resucitado” (Ricardo Flecha Barrio, 1994). Por otro lado, en cuanto a otras celebraciones del Domingo de Resurrección, ese año, a las 19:30 h., se oficia una Misa Solemne en la Iglesia Parroquial de San Lorenzo Mártir, ante la Patrona de Valladolid.

Al año siguiente, el Domingo de Resurrección (16 de abril de 1995) es la primera vez que el Resucitado va a la Catedral. Además, y como curiosidad del programa, es la primera vez que en estas publicaciones comienzan a poner el autor y año de los respectivos “pasos” en cada procesión (antes sólo se ponía en los de la General del Viernes Santo), un dato que ayuda a identificar las imágenes. Encontramos en el programa: “Terminado el Acto, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado y María Santísima de la Alegría, acompañada de las distintas representaciones, regresará por las calles de Santiago, Constitución, Regalado y Cascajares, hasta la Santa Iglesia Catedral, donde se dará por finalizada la Procesión. Finalizada la Misa Pontifical, regresará a su sede por las calles de: Cascajares, Regalado, y Teresa Gil hasta la Iglesia Conventual de Porta-Coeli. Igualmente, la Cofradía del Santo Sepulcro y las distintas representaciones que la han acompañado, regresará por las calles de Ferrari, Fuente Dorada, Vicente Moliner, Plaza del Ochavo, Platerías, Guadamacileros, Plaza de Los Arces, San Antonio de Padua, Plaza de San Miguel, Doctor Cazalla, hasta la parte posterior de la Iglesia Conventual de San Benito, donde se dará por finalizada la Procesión”. La Misa Pascual de la Catedral se celebró a las 13:30 h.

Llegamos al año 1996 (7 de abril), que será cuando se produzca la última salida procesional de la Virgen de la Alegría antigua, la de la Parroquia de San Lorenzo. Así, al año siguiente, 1997, se estrena la nueva imagen de la Virgen de la Alegría, realizada por Miguel Ángel Tapia Palomo.

En los años 1996, 1997, 1998 y 1999, la Cofradía del Resucitado continúa yendo  a la Catedral como lo venía haciendo desde 1995. Y ya será en el año 2000 (23 de abril) cuando ambas Cofradías vayan a la Catedral tras el Encuentro, para la Misa Pontifical (13 h): “Terminado el Acto, ambas Cofradías, acompañadas de las distintas representaciones, regresarán por las calles de Ferrari, Plaza de Fuente Dorada, Cánovas del Castillo, Cascajares hasta la Santa Iglesia Catedral donde se dará por finalizada la Procesión. Finalizada la Misa Pontifical, la Cofradía del Santo Sepulcro y del Santísimo Cristo del Consuelo regresará a su sede por las calles de:  Arribas, Plaza de la Libertad, Angustias, Leopoldo Cano, Plaza de Los Arces, General Almirante hasta la Iglesia Conventual de San Benito, donde tras el canto de la Salve se dará por finalizada la procesión. La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado y María Santísima de la Alegría regresará a su sede por Cascajares, Regalado, y Teresa Gil hasta la Iglesia Conventual de Porta-Coeli” (Programa de Semana Santa, Domingo de Resurrección, 23 de abril de 2000).

Durante los primeros años de los 2000 (de 2000 a 2004) se mantiene el esquema de primero Encuentro en la Plaza Mayor y posterior asistencia a la Catedral para la Misa Pontifical (ésta cambiara de hora algunos años: 2000 a las 13 h.; 2001 a las 13:30 h.; y 2002, 2003 y 2004 vuelve a las 13 h.). 

Nuevo cambio se produce en 2005 (27 de marzo), desde ese año, ambas Cofradías con sus “pasos” parten desde sus sedes respectivas para ir a la S.I.M. Catedral y asistir a la Misa Solemne de Pascua, una vez terminada, salen desde aquel templo, ya acompañadas por representaciones del resto de Cofradías para, por distintos itinerarios llegar hasta la Plaza Mayor, donde delante de la Casa Consistorial se produce el Encuentro. Ya que así es como se realiza en la actualidad, se transcribirá más adelante lo relativo a esta Procesión en el último programa oficial editado, el del año 2020 (aunque no pudiera celebrarse por la pandemia).

En 2006, la Virgen de la Alegría estrenará nueva carroza, reformada posteriormente entre los años 2011-2012. Además se incluye en el programa oficial las Vísperas de Pascua (en 2006 día 16 de abril, a las 6 de la tarde, en 2007 pasa a las 7 de la tarde, idem en 2008 y 2009).


LOS PASOS ACTUALES

NUESTRO PADRE JESÚS RESUCITADO

El 19 de marzo de 1994, Mons. José Delicado Baeza, Arzobispo de Valladolid bendice la nueva imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado, obra del escultor zamorano Ricardo Flecha Barrio, realizada en madera policromada. Tal vez sería la primera vez que el escultor acometiese esta iconografía del Resucitado, pero no la única, pues unos años más tarde, en 1998, realizaría otro para el retablo mayor de la iglesia de Santa María de Azogue, en Benavente.

Debo, en este punto y antes de continuar, reconocer y agradecer enormemente la ayuda que en ésta y otras muchas ocasiones, me presta Miguel Ángel Alonso, sobre todo en temas de efemérides y hemeroteca.

Como señala la prensa de la época, “La talla ha sido realizada por el escultor imaginero Ricardo Flecha Barrio (Zamora, 1958) en madera de tilo policromada con la técnica tradicional, sin productos químicos, de temple al huevo con veladuras de óleo. Mide 2,60 metros con peana –la escultura hasta la mano sin la cruz tiene 1,93- y representa a Jesús victorioso en el momento en que sale del sepulcro y se eleva […]”.

La elección de la madera de tilo es porque pesa poco, no tiene muchos nudos y se talla bien.

Para realizarla, en esta tierra en la que es difícil encontrar Resucitados -«sin embargo son los que justifican nuestras creencias, porque la fe no tiene sentido sin la Resurrección»- ha buscado las inevitables referencias en los grabados del siglo  XVI. A partir de ahí, hizo una serie de bocetos y el molde en barro para, una vez realizado el entallado –un oficio que se está perdiendo- en el taller Dorrego de Madrid, pasar a la talla, labor en la que ha empleado unos cuatros meses” (“El dialogo con la madera” María Aurora Viloria. El Norte de Castilla, martes, 29 de marzo de 1994. Especial Semana Santa pág. 3).

La policromía de la escultura fue realizada por Miguel Araneda en Madrid (quien ha policromado otras obras de este mismo escultor), con tonos fríos para el sudario y el paño de pureza y más cálidos para el cuerpo de Cristo.

"Nuestro Padre Jesús Resucitado" (Ricardo Flecha, 1994).
Fotografía de Domingo de Pascua de 1994.
Primera salida procesional.


Es portado en la carroza que en el resto de Semana Santa lleva a la imagen de Las Lágrimas de San Pedro (Pedro de Ávila, c. 1720) y el Domingo de Pentecostés a la Virgen de la Alegría, la otra titular de la Cofradía, una talla también obra de Ricardo Flecha (2009).



Esta imagen salió de manera extraordinaria, junto con otros “pasos” de Semana Santa, en el acto o ejercicio de Meditaciones de La Pasión o Via Crucis, celebrado el 23 de febrero de 2013, enmarcado en el Año de Fe.

"Nuestro Padre Jesús Resucitado" (Ricardo Flecha, 1994).
Meditaciones de la Pasión, 23/02/2013.

Se cita en el artículo que estamos en una tierra en la que es difícil encontrar Resucitados; la idea de esta ausencia también se encuentra en otros artículos y ensayos, entre los que podemos citar a Luciano López Gutiérrez que en su “Anatomía de la Semana Santa” recoge: “José Jiménez Lozano, en su Guía espiritual de Castilla, también incide en la escasez de Resucitados en la imaginería española en contraste con los cristos yacentes, los descendimiento, o los expirantes […]. Asimismo, según el escritor abulense, el regocijo de la Resurrección, el cambio de color del manto de las Dolorosas y el clamoreo de las campanas repicando a Gloria, más que mostrar la alegría por la esperanza cierta de la inmortalidad, son solamente la señal de que se reinicia otra vez la monótona vida de las ciudades, pueblos y aldeas, pues muy pronto la Virgen vuelve a estar cubierta de su manto negro, los Resucitados son recluidos en las capillas más retiradas de los templos y las esculturas de los nazarenos y de los crucificados ocupan los lugares más destacados de las iglesias”. El autor hace referencia al libro Guía espiritual de Castilla, de José Jiménez Lozano, 1984. Lo cierto es que esta afirmación sobre la escasez de imágenes del Resucitado tendría que ser reconsiderada, bien es cierto que el número es inferior si se compara con otras iconografías de la pasión, tales como nazarenos, yacentes o crucificados. Pero hay interesantes ejemplos de Resucitados, y curiosamente, muchos de ellos en el ámbito de las clausuras (como ejemplos en escultura podemos citar: Monasterios del Corpus Christi (Dominicas), Santa Isabel –tanto en el retablo mayor como una imagen en clausura-, Porta Coeli –en clausura, no la titular de la Cofradía del Resucitado-, San Quirce y Santa Julita –remate del retablo del Calvario-), que son la excepción a la norma un tanto general.



En la presidencia de este cortejo suele ir el Arzobispo de Valladolid, junto con directiva de la Cofradía, Consiliario de la misma y algún/a directivo/a de las representaciones de Cofradías de acompañan.

Como último apunte señalar que, en ocasiones, la imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado ha llevado escolta de la Guardia Civil.


VIRGEN DE LA ALEGRÍA

Imagen tallada en pino de Soria, dorada y policromada.
Medidas: 192 x 66 x 58 cm (alto x ancho x grueso) 75 Kg.

La nueva y actual imagen de la Virgen de la Alegría, fue encargada por la Cofradía del Santo Sepulcro y del Santísimo Cristo del Consuelo con motivo del L aniversario fundacional de la Cofradía. Realizada por el imaginero vallisoletano Miguel Ángel Tapia Palomo entre los años 1996 (el contrato de realización de la imagen se firmó el 10 de abril de 1996) y 1997; fue presentada el 13 de marzo de 1997 en la Sacristía de San Benito El Real, y bendecida por Mons. José Delicado Baeza el 16 de marzo de 1997, en la misma Iglesia de San Benito. Realizó su primera salida procesional del Domingo de Resurrección, 30 de marzo de 1997, por entonces en la antigua carroza que perteneció a Jesús de la Esperanza. En 2006 estrena nueva carroza, compuestas por varios pisos superpuestos formados por arcos sobre columnillas. Esta carroza se modifica, también por Miguel Ángel Tapia, entre los años 2011 y 2012 (año que sale por primera vez remodelada). Como explica el autor en su web “Realizada en tres alturas, por debajo del primer nivel se coloca una moldura para la fijación de las faldillas. Sobre el primer nivel se encuentra la forma rectangular a la que se añade en sus cuatro caras lo motivos decorativos de los escudos (2) de la cofradía y (2) del convento de San Benito (sede de la cofradía) [realmente son escudos del Carmelo, Orden que habita en el citado Convento de San Benito, Carmelitas Descalzos]  cartelas, ménsulas, policromadas con temple al huevo y dorado al agua con pan de oro y remates de imitación de telas anudadas policromada con la técnica de la corla (laca roja sobre pan de oro) completan este nivel con una policromía de imitación de mármol verde realizada con la técnica de pintura al oleo. Sobre el segundo nivel la forma rectangular, de menor dimensión, se encuentra rodeada de 24 columnas en todo su perímetro. La decoración es también con imitación de telas anudadas y la policromía con imitación de mármoles rojizos y verdes”. Por su parte, las cartelas recogen las siguientes inscripciones: “VIRGEN DE LA ALEGRÍA”, “REGINA COELI LAETARE ALLELUIA”, “COFRADÍA DEL SANTO SEPULCRO Y SANTO CRISTO DEL CONSUELO”, y “RESURREXIT SICUT DIXIT ALLELUIA”.

Señala el propio imaginero sobre la imagen de María: “Esta Virgen de rostro gozoso es de tamaño algo mayor que el natural; va descalza con un pie adelantado, representando el momento en que ha visto el sepulcro vacío y sale al encuentro de su Hijo; echándose la mano izquierda hacia el corazón, como si intentara contener sus latidos; y con la mano derecha extendida, como saludo anticipado”. Todo ello hay que entenderlo dentro de la religiosidad popular y la costumbre de realizar el Encuentro ya que parece que María no fue al sepulcro (como se dijo al principio, algunos autores sostienen que no tuvo necesidad, pues ya conocería la Resurrección de su Hijo). 

Por otro lado, si se decía que en esta tierra es difícil encontrar Resucitados, otro tanto se puede decir de imágenes de la Virgen que se adaptasen a ese Encuentro, aunque vemos que la antigua Cofradía de Jesús Resucitado en Santiago la tuvo como titular y también hay referencias a una imagen. Para suplirla, ha sido y es frecuente recurrir a otras iconografías, tales como la Inmaculada, alguna imagen de la Virgen de vestir, Dolorosas-Soledad a las que se retiraba el velo y manto de luto y se cambiaba por otros de color blanco, o imágenes de la Virgen con el Niño (Rosario, Candelas como el caso de Valladolid) a las que se retiraba la efigie de Jesús para adaptarlas a este fin procesional. De producirse la aparición o visita de Jesús Resucitado a su Madre, como señalan místicos y los citados Ejercicios Espirituales, es más probable que fuera en un ámbito privado, como desde tiempo atrás se representaba, en una casa o una habitación donde María mantuviera la esperanza de la resurrección, tras la muerte de Jesús y mientras permanecía en el sepulcro. Así lo encontramos en multitud de pinturas y grabados, como también, por ejemplo, en el retablo mayor de la Iglesia Conventual de Santa Isabel de Hungría. La licencia de enmarcar el Encuentro en un espacio público, las calles y plazas de las localidades, puede deberse al propio ámbito en el que se desarrollan estos actos, además, supone el contrapunto –glorioso- al encuentro que días atrás se reproducía en el calle de la Amargura.

En la presidencia de este cortejo suele ir frailes carmelitas del Convento de San Benito El Real, junto con directiva de la Cofradía, Consiliario de la misma y algún/a directivo/a de las representaciones de Cofradías de acompañan.



"Virgen de la Alegría" (Miguel Ángel Tapia, 1997).
Fotografía de 1999, último año antes de su remodelación.
La imagen se dispone sobre la antigua carroza de Jesús de la Esperanza.


Pocos años después de su estreno, ¿hacia 1999 ó 2000?, el propio imaginero intervino sobre la imagen de la Virgen de la Alegría, retallando el rostro y modificando el acabado de la policromía en mate, en lugar de brillo como tenía en sus primeros años.

"Virgen de la Alegría" (Miguel Ángel Tapia, 1997).
Fotografía tomada en 2000, tras la intervención sobre la imagen.
Portada en la antigua carroza de Jesús de la Esperanza.


La imagen de la Virgen de la Alegría estuvo  presente en la exposición “Virgen de Pasión” (2002) organizada por la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid.

Además, cuenta con una salida extraordinaria, el 22 de octubre de 2017, para presidir uno de los altares en la Magna Procesión Extraordinaria de María Santísima de San Lorenzo, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Valladolid, con motivo del I centenario de su Coronación Canónica Pontificia.






En ocasiones, la imagen de la Virgen de la Alegría ha llevado escolta del Cuerpo Nacional de Policía.


Para finalizar, así aparece esta procesión en el último Programa Oficial de Semana Santa editado, el de 2020 (aunque todas las procesiones se suspendieron debido al confinamiento por la pandemia de la COVID-19).


12 DE ABRIL
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
PROCESIÓN DEL ENCUENTRO DE JESÚS RESUCITADO CON LA VIRGEN DE LA ALEGRÍA.

A las diez y media de la mañana, saldrá de la Iglesia Conventual de Ntra. Sra. de Porta-Coeli (MM. Calderonas), la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y Las lágrimas de San Pedro, con el "paso" "NUESTRO PADRE JESÚS RESUCITADO" (Ricardo Flecha, 1994).

RECORRIDO: Teresa Gil, Regalado, Cánovas del Castillo y Cascajares hasta la Santa Iglesia Catedral.

A las diez y media de la mañana, desde la Iglesia Conventual de San Benito, partirá la Cofradía del Santo Sepulcro y del Stmo. Cristo del Consuelo, con los "pasos" "VIRGEN DE LA ALEGRÍA" (Miguel Ángel Tapia, 1997) y "SANTO SEPULCRO VACÍO" (Alonso y José de Rozas, último cuarto del siglo XVII).

RECORRIDO: San Benito, Plaza de la Rinconada, Cebadería, Plaza del Corrillo, Especería, Plaza del Ochavo, Vicente Moliner, Plaza de la Fuente Dorada, Cánovas del Castillo y Cascajares hasta la Santa Iglesia Catedral, donde se celebrará la Solemne Misa Pascual.


SOLEMNE MISA PASCUAL

A las once de la mañana, se celebrará en la Santa Iglesia Catedral, una Misa Solemne, presidida por el Sr. Cardenal Arzobispo, con la participación de las Cofradías de Ntro. Padre Jesús Resucitado, María Stma. de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro y la del Sto. Sepulcro y del Stmo. Cristo del Consuelo.

Al finalizar la Eucaristía será impartida la Bendición Papal.

Terminada la Misa Pascual, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro, acompañada por representaciones de otras cofradías, continuará por: Cascajares, Cánovas del Castillo, Regalado, Duque de la Victoria, Montero Calvo, Santiago y Plaza Mayor hasta el Ayuntamiento.

La Cofradía del Santo Sepulcro y del Santísimo Cristo del Consuelo, acompañada por representaciones de otras cofradías, se dirigirá por: Cascajares, Catedral, Plaza del Portugalete, Arzobispo Gandásegui, Angustias, Bajada de la Libertad, Plaza de la Fuente Dorada, Ferrari y Plaza Mayor hasta situarse delante del Ayuntamiento.

A la una y media, aproximadamente, en el momento del Encuentro, el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Ricardo Blázquez Pérez, Cardenal Arzobispo de Valladolid, pronunciará un FERVORÍN e impartirá la BENDICIÓN APOSTÓLICA.

Al finalizar el acto, la Cofradía del Sto. Sepulcro y del Stmo. Cristo del Consuelo, regresará a su sede, acompañada de las representaciones de otras cofradías, por: Ferrari, Plaza de la Fuente Dorada, Vicente Moliner, Plaza del Ochavo, Especería, Plaza del Corrillo, Cebadería, Plaza de la Rinconada y San Benito hasta la Iglesia Conventual del mismo nombre, donde se entonará el canto de la Salve y se dará por concluida la Procesión.

Igualmente, la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Resucitado, María Stma.de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro, acompañada por representaciones de cofradías, regresara a su sede por: Santiago, Constitución, Regalado y Teresa Gil hasta la Iglesia Conventual de Nuestra Señora de Porta-Coeli (MM. Calderonas), donde se dará por finalizada la procesión.



En el año 2021, aún con las limitaciones debidas a la situación sanitaria a causa de la pandemia de la COVID-19, no se celebraron procesiones. No obstante, la imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado fue llevada a la S.I.M. Catedral para presidir en el presbiterio las celebraciones de la Vigilia Pascual (Sábado Santo) y la Misa Pascual (Domingo de Resurrección).


Salvo estos años de pandemia, los actos se completan los días siguientes, en la Octava de Pascua con el Triduo a la Virgen de la Alegría en el Convento de San Benito El Real y el Triduo y Besapié a Nuestro Padre Jesús Resucitado en el Monasterio de Nuestra Señora de Porta Coeli. 

BIBLIOGRAFIA

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EL NORTE DE CASTILLA.

PROGRAMAS OFICIALES DE SEMANA SANTA DE VALLADOLID.



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