Estos días es posible contemplar en la Iglesia Parroquial de San Ildefonso, la escultura de San Eutropio, que acaba de ser restaurada por D. Juan Carlos Álvarez Sánchez, a quien, además de dar la enhorabuena por su trabajo, agradezco la información sobre la pieza.
Son varios los santos que con el nombre del Eutropio puede encontrarse en el martirologio:
- San Eutropio, obispo de Saintes (en Galia, Francia). Fiesta el 30 de abril.
- San Eutropio, obispo de Fregenal (Extremadura) (¿Fiesta 17 de febrero, fecha de su muerte?)
- Santos mártires Eutropio, Cleónico y Basilico, hermanos y militares de profesión (“En Amasea (hoy Amasya), en el Ponto, hoy en Turquía, santos Cleónico y Eutropio, mártires en la persecución bajo el emperador Maximiano, siendo procurador Asclepiódato (s. IV)”) Su fiesta se celebra el 3 de marzo.
- Santos Tigrio (presbítero) y Eutropio (lector), mártires. Fiesta el 12 de enero, martirizados en Turquía.
De entre los dos santos obispos con este nombre, por martirio murió San Eutropio de Saintes, mientras que el Santo de Fregenal se dice que “murió en paz con opinión de santidad, a 17 de Febrero cerca de los años 420”, si bien es cierto, que éste ultimo gozaba de arraigada devoción en España.
Además, en el caso del Obispo de Saintes, su asesinato fue encargado por el gobernador de dicha localidad, padre de Eustela quien se habría convertido al cristianismo por la predicación de San Eutropio. Así el gobernador mandó a los verdugos de la ciudad (otras versiones dicen que se lo mando a los carniceros de la ciudad, por lo que aquel gremio lo tomaría posteriormente como patrono) que matasen al obispo, a quien apedrearon, azotaron y, desnudo, lo remataron a golpe de hacha; según el reconcomiendo de su cuerpo con motivo de los preparativos para trasladar sus reliquias a una iglesia construida en su honor (traslación que tuvo lugar el 14 de octubre del 375), vieron que en el cráneo había una señal de golpe de hacha.
La limpieza de la obra ha hecho aflorar una herida de la que mana sangre en el pecho del obispo, posiblemente alusiva a su martirio. Pero la herida aparece en el pecho, no hay cortes u otras señales en la cabeza que pudieran remitir al obispo de Saintes.
¿De dónde podría venir la relación de pellejeros –pelliceros- y San Eutropio? En este caso es interesante remitirse al escrito de D. Servando Hurtado González con motivo de la fiesta de San Eutropio, Patrono de El Espinar (Segovia) el 30 de abril de 2020 (ver
enlace) que habla de la dote de la princesa Leonor Plantagenet por su boda con Alfonso VIII de Castilla: “
En dicha dote se incluyó una ganadería 40.000 ovejas, que se conocieron como merinas, pues llegaron por mar a las costas castellanas de Santander. Una vez acabados los fastos de los desposorios, los nuevos reyes castellanos, decidieron enviar dicha ganadería de ovejas a pastar en el gran valle de la vertiente noroeste de la sierra segoviana, que separaba ambas mesetas, y que hoy se encuentra dentro del Término Municipal de El Espinar. A cargo de la citada ganadería vinieron algunas personas de la comitiva francesa de la reina, de tal manera, que al poco de llegar decidieron levantar una iglesia al santo de su devoción, San Eutropio”. Así pues, y partiendo de la idea que los pelliceros o pellejeros se dedicaban a la confección de ropas e indumentaria en piel, el tratamiento y comercio de pieles ovinas o "corambres menudas" (de oveja y cordero) que se utilizaron para el calzado, y de las "corderinas" con su pelo para confeccionar zamarros y zamarras y forrar otras prendas de abrigo, masculinos y femeninos, que se relacionan en los Ordenamientos y leyes suntuarias [María Martínez Martínez: Oficios, artesanía y usos de la piel en la indumentaria (Murcia, ss. XIII-XV), HID 29 (2002) pág. 265], puede que sea el nexo de unión entre los pellejeros y su patrón, San Eutropio.
Hay noticias de una Cofradía de los Pellejeros en Valladolid, al menos desde el siglo XIII, según se desprende de la fundación del Convento de San Pablo, hacia 1276, por una donación de Doña Violante, esposa de Alfonso X el Sabio, quien cedió los terrenos para su edificación. El provincial de los dominicos obtenía carta de la reina con la concesión de "
los terrenos comprendidos entre la Cascajera hasta San Benito". En dicho lugar existía una capilla dedicada a
Nuestra Señora del Pino, "
por un gran pino que en ella había". Esa pequeña ermita sirvió de iglesia a los frailes quienes edificaron junto a ella su pobre casa "
hasta que la cofradía de los pellejeros" compuesta de las personas más notables de la población, y a quien pertenecía la ermita, cedió gratuitamente algunas casas contiguas al Santuario, con las cuales dieron mayor extensión al convento (ver
enlace).
La exposición de la escultura restaurada permite ver en detalle la parte posterior de la misma, destacando la capa pluvial y sobre ella, el capillo, con una magnífica representación de Cristo Salvador.
La posibilidad de contemplar la escultura a esta altura y rodearla (no pegada en la pared y en un sitio elevado como era habitual) permite leer toda la inscripción que rodea la base de la misma, identificando al obispo, patrón de los pellejeros de la ciudad de Valladolid.
S. EVTROPIO PATRON DE LOS PELLEGEROS DSE CIVAD DE BALLADOLID
La imagen está datada en el primer tercio del siglo XVII (MARTÍN GONZÁLEZ, J.J. y URREA FERNÁNDEZ, J. Catálogo monumental. Tomo XIV. Parte I. Pág. 69) y, curiosamente, en la inscripción de la base hace referencia a Valladolid como ciudad, título que había recibido por Real Provisión firmada por Felipe II y fechada el 9 de enero de 1596.
Por el momento, resulta más complejo trazar la historia de la imagen. Queda claro su relación con los pellejeros y que éstos tuvieron una Cofradía propietaria de la Ermita de Nuestra Señora del Pino ¿Pudo ser esta advocación mariana la titular de la Cofradía y San Eutropio el co-titular? Y por otro lado, la llegada de la imagen a San Ildefonso ¿pudo deberse a la instalación de las Carnicerías en la calle Rastro?
Independientemente de la imagen que esta Cofradía pudiera sacar en procesión, es de hacer notar la calidad del acabado de esta talla, con la trabajada capa pluvial y la pintura del Salvador en la misma, algo que seguramente sería visible en alguna ocasión, por lo que casi se podría descartar la única finalidad de imagen de retablo, pero es difícil asegurar que se tratase de una imagen procesional.