26/03/2022
El pasado 8 de diciembre de 2021, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, la Real Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura, coincidiendo con la celebración de su Patrona, hacía público en sus redes sociales el proyecto de nuevo paso y otros enseres para su titular mariana, Nuestra Señora de la Amargura, en un proyecto denominado “En honor de María” (#enhonordeMaría).
La imagen de Nuestra Señora de la Amargura es una representación de la Dolorosa, labrada en pino de Flandes, de tamaño natural, realizada por el escultor murciano D. José Antonio Hernández Navarro, fue bendecida en la Santa Iglesia Catedral de Valladolid el 9 de abril de 2000. Salió por primera vez a la calle en la Procesión de Nuestra Señora de la Amargura, el Jueves Santo, 20 de abril de 2000. En el año 2011 se impone a la imagen una diadema de plata del siglo XVIII, y un puñal de plata con detalles en oro, donada por un grupo de Cofrades.
En un comunicado de la Cofradía (lo cual es de agradecer) se describía el futuro nuevo paso y diadema para Nuestra Señora de la Amargura. En cuanto al primero, el paso (andas de cuatro varales pero que pueden convertirse en carroza, con lanza también de orfebrería), sería realizado por Orfebrería Gradit (Lucena, Córdoba) en metal repujado y cincelado a mano, con un baño en plata de ley y unas dimensiones de 2 metros de ancho por 2,80 de largo. La canastilla, decorada con motivos vegetales, rematada por crestería tanto en la parte superior como la inferior. En el centro de los respiraderos, capillas para albergar las efigies de los cuatro evangelistas. Sobre este primer cuerpo se dispone una peana de forma trapezoidal (donde se asienta la imagen de Nuestra Señora), decorada igualmente con motivos vegetales. El paso se completa con cuatro candelabros de estilo arbóreo con seis tulipas cada uno y rematado con coronillas.
Por su parte, la nueva diadema (que portará la imagen “en los cultos mayores y en la salida procesional”), está realizada por la misma Orfebrería, en metal repujado y cincelado a mano con baño de plata de ley. Una corona tipo diadema, -de mayor tamaño que la que portaba la imagen en la actualidad-, con cruz central y dieciocho estrellas, que se dispone sobre el centro de la cabeza (no en la parte posterior como hasta ahora) adaptándose a los pliegues del manto de la imagen, por lo que fue necesario dotarla de un nuevo sistema de anclaje para esta diadema, una intervención llevada a cabo por el restaurador-conservador D. Andrés Álvarez Vicente.
Este proyecto ha sido sufragado íntegramente por las cuotas y donativos de los cofrades.
A comienzos del mes de marzo (08/03/2022) se daba conocer el cartel anunciador, diseño del cofrade Javier Álvarez con una fotografía de Rubén Olmedo.
El 25 de marzo, víspera de la Misa de Acción de Gracias y bendición de las nuevas piezas, se presentaba también la nueva cruz que va a la espalda de Nuestra Señora; una cruz de mayor tamaño, policromada por D. Miguel Ángel Soria, (Hermano de Honor de la Cofradía) quien también ha realizado el "Titulus Crucis" o INRI que porta la Cruz por primera vez. Como explica la Cofradía “La tabla, realizada en estilo antiguo, recoge la frase "Iesus Nazarenvs Rex Ivdaeorvm". La Cruz se completa con las cantoneras de la antigua, realizadas en 2014 en los talleres de Arte Religioso Salmerón”.
Por fin llegaba el esperado día 26 de marzo de 2022. Aquella mañana, en la Catedral, ya aparecía la Virgen sobre su nuevo paso, ceñida su cabeza por la nueva diadema, con su cruz, de la que pendía un sudario que llegaba hasta la mano de Nuestra Señora. A las 18:00 h., daba comienzo la Santa Misa, con lecturas del IV Domingo de Cuaresma o Domingo de Laetare, presidida por S.E.R. Ricardo Blázquez Pérez, Cardenal con el Titulo de Santa María Vallicella y Arzobispo de Valladolid, asistido por el M.I.Sr. D. José Andrés Cabrerizo Manchado, Deán de la S.I.M. Catedral de Valladolid, el Rvdo. P. Mariano García Ruano, párroco de San Andrés Apóstol y Consiliario de la Real Cofradía organizadora, y el diacono permanente D. Patricio Fernández Gaspar, secretario del Cardenal.
Al finalizar la Santa Misa se procedía la bendición tanto del “paso” como de la nueva diadema de Nuestra Señora y, tras abandonar los oficiantes el presbiterio, comenzaba a organizarse la planta de procesión.
Durante la Procesión se rezó el Piadoso Ejercicio de los Siete Dolores de Nuestra Señora (elegido por conmemorarse el 25° aniversario de la instauración de dicho Ejercicio que la Cofradía realiza cada Viernes de Dolores), meditando y rezando el primero de ellos –teniendo como intenciones las del personal sanitario- en el interior de la Catedral (donde el presidente de la Diputación de Valladolid, Excmo. Sr. D. Conrado Íscar, hizo la primera llamada de honor en el nuevo paso), continuando luego por las calles Arribas, Cascajares, Cánovas del Castillo, Regalado, Plaza del Salvador, San Felipe, Teresa Gil, Plaza de España, Mantería y Plaza de San Andrés hasta la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol, sede de la Cofradía. Durante el mismo, se procedió al rezo de los restantes Dolores, con distintas intenciones:
Segundo Dolor.- Antigua Iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón, por las intenciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Tercer Dolor.- Iglesia Parroquial del Santísimo Salvador. Intenciones de los trabajadores esenciales. Esta iglesia fue sede de la Cofradía desde 1947 hasta el 24 de marzo de 1961, fecha en que se traslada a San Andrés).
Cuarto Dolor.- Oratorio de San Felipe Neri. Intenciones de Asociaciones de Caridad y ONG’s.
Quinto Dolor.- Iglesia Conventual de Nuestra Señora de Porta Coeli. Intenciones de los trabajadores que han perdido sus puestos de trabajo a causa del COVID.
Sexto Dolor.- Iglesia de Nuestra Señora Reina de la Paz (PP. Capuchinos). En recuerdo de los fallecidos y por las intenciones de los enfermos crónicos a causa del COVID.
Séptimo Dolor.- Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol. Por el fin de la guerra en Ucrania y las víctimas que está ocasionando.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores “Santísimo Cristo Despojado” de la propia Cofradía.
Y, para terminar, podemos quedarnos con estas palabras de la propia Cofradía… “Un día en que queremos agradecer a todas las personas que han trabajado y siguen en la lucha contra la pandemia del COVID, así como recordar a aquellos cuya vida fue arrebatada por esta enfermedad”.