Al menos en la década de los años 30 del siglo XVI, ya estaba establecida la costumbre de llevar imágenes de titulares de parroquias a la Procesión del Corpus Christi. Así vemos como en 1536 se paga 8 ducados a Antonio Vázquez, pintor, “por dorar y pintar la ymagen de nuestra señora el dia del corpus Christi”, y hay el pago a “Tordesillas, entallador, 2 rs, por que adobó y… la ymagen de nuestra señora para pintarla para el dia del corpus” (Monumentos Religiosos de Valladolid I, Págs. 177-178).
Desde comienzos del siglo XVII se encuentran noticias de la realización de nuevas imágenes titulares de parroquias para las procesiones:
“1603.- 67.171 mrs. que gastó en cosas tocantes a obras menores como son la echura de san Lorenzo que se hizo para salir en las procesiones” (Pág. 85, Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid, I).
Sólo tres años más tarde, se fecha el grupo de San Martín y el Pobre, de Gregorio Fernández (1606) para la Parroquial de San Martín. En 1612 una nueva imagen de la Magdalena. En 1622 un Santiago Apóstol, obra de Juan Imberto, para su parroquial, etc.
Paulatinamente, el número de imágenes fue ampliándose. Destaca en el mismo siglo XVII, a raíz de la canonización de Fernando III el Santo en 1671, el acuerdo que se toma de sacar esta imagen que se encuentra en la Catedral, en la procesión del Corpus, cuando dicha Solemnidad coincida el mismo día que la fiesta de San Fernando (30 de mayo).
Caso similar ocurre más tarde, con la unión de la Congregación de la Presentación y la de San Felipe Neri, acordando que cuando el día del Corpus coincida con el de San Felipe Neri (26 de mayo), la imagen de este fundador participe en la Procesión.
En el arreglo parroquial de 1885 la antigua iglesia del exconvento de Nuestra Señora de la Victoria, que había funcionado desde 1861 como ayuda a la parroquia de San Nicolás de Bari, es elevada a la categoría de Parroquia, por lo que la imagen de su titular también se incluiría en la procesión del Corpus.
En 1870 sale por primera vez en la Procesión la imagen de San Luis Gonzaga, acompañado de unos 30 jóvenes del Colegio de Humanidades de San Luis
A finales de siglo XIX, se incluyen nuevas efigies en la procesión. Así en 1895 se unen las del Patriarca San José de la Parroquial de la Magdalena (donde estaba establecida la Corte de San José) y Nuestra Señora del Pilar, titular de su Hermandad radicada en la Parroquia de Santiago Apóstol.
Otras de las imágenes que se incorporan a la procesión en estos momentos son las de Nuestra Señora de Prado (Parroquia de San Nicolás de Bari) y la de Nuestra Señora de la Peña de Francia (Parroquia de San Martín y San Benito El Viejo), con sus respectivas Cofradías.
Las imágenes eran trasladadas procesionalmente desde su sede hasta la Catedral para participar en la procesión, y de la misma forma retornarían a sus templos. Hay una anécdota, publicada en 1902, que se refiere a estos traslados, y es que en la Plaza del Ochavo se encontraron muchachos de la Parroquia de San Nicolás y de la Victoria que bailaban delante de las imágenes y las vitoreaban, en una especie de competencia, que en aquella ocasión, parece que llegó a las manos, dicha crónica recoge a modo censura a estos actos “costumbre novísima que hemos de condenar”.
El orden en estas procesiones generales, no estaba fijado según la antigüedad de las parroquias (aunque ya con las nuevas que se van fundando en el siglo XX, se incorporan al cortejo según se van erigiendo), ni tampoco como señala la prensa de 1903 “El orden de las diferentes efigies que formarán en la procesión será el mismo que en años anteriores, saliendo primero las imágenes de las parroquias que se encuentran más distanciadas de la iglesia matriz”, este orden de las parroquiales, ya visto en las plantas de procesión, estaba fijado en virtud de la agregación de dicha parroquia a la matriz (Catedral) como explica Canesi, autor que al hablar de las parroquias de San Julián y de la Magdalena explica brevemente esta agregación, si bien es cierto que en su obra las describe según la antigüedad de fundación.
Las Cofradías, independientemente de su carácter, también procesionaron a sus efigies o titulares. Ya hemos visto unos ejemplos antes, a los que podemos sumar: la efigie de la Santísima Virgen de la Penitencial de Jesús; o bien, como en 1904 Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz acompañó a su Lignum Crucis “Delante del carro triunfante, donde va expuesto el Sacramento, irá este año una riquísima cruz de plata repujada con adornos de acero dorado; magnifica obra de arte que hace años no se exhibía en la procesión; es una alegoría del árbol de la cruz colocado sobre otro pequeño arbusto, al lado del que se admiran las efigies de Adán y Eva. Pertenece a la Cofradía de la Santa Vera Cruz” (El Norte de Castilla. 2 de junio de 1904).
En el primer cuarto del siglo XX, que es hasta la fecha que perdura esta costumbre de sacar imágenes en la Procesión, continuaba la tradición de sacar a San Felipe Neri y/o a San Fernando si la Solemnidad del Corpus y la Fiesta del Santo coincidían en el mismo día. A propósito del Rey Santo, vemos como ocurre en 1907: “Una escolta de ingenieros se colocará durante la procesión á la inmediación de la imagen de San Fernando, patrón del distinguido cuerpo”.
Otra imagen de la que hay constancia en la Procesión del Corpus Christi es la de Nuestra Señora de los Desamparados, cuya historia brevemente resumida tomamos de “Bosquejo histórico de la Ilustre Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias de Valladolid” escrito por Luis G. Frades: “El Excmo. é Ilmo. Sr. Arzobispo D. José M.ª de Cos patrocinó la fundación de un Asilo de niños pobres instalado en el barrio de San Nicolás y quiso celebrar con toda solemnidad la bendición de una preciosa Imagen de la Virgen de los Desamparados, donativo hecho al benéfico establecimiento por la Sra. D.ª Dolores Michelena esposa de D. Quintín Palacios, Alcalde de la Cofradía y su hermano D. Leopoldo propuesto también para este mismo cargo y en efecto el 26 de Noviembre de 1905 se verificó tan hermosa fiesta, oficiando además de Pontifical nuestro amantísimo Prelado.- La sagrada efigie permaneció en las Angustias, siendo objeto de un culto especial, hasta el 12 de Mayo de 1907 que fué trasladada procesionalmente á la capilla del Asilo”. (Pág. 38).
En 1913 participa la imagen de Santa Rita de Casia, titular de su Asociación erigida en la Parroquial de Santa María Magdalena. Y, dos años más tarde, en 1915, sale por primera vez la imagen de Nuestra Señora del Carmen, titular de la parroquia del mismo nombre en el barrio de Las Delicias.
Tal vez de manera excepcional, también participó en esta Procesión del Corpus Christi, la venerada imagen de Nuestra Señora del Carmen de Extramuros, en el año 1922. En aquella ocasión se traslada la procesión del Corpus que debía celebrarse el 15 de junio al domingo siguiente por las lluvias, aunque el jueves (15) se realizó por el interior de la Catedral procesión claustral con el Santísimo llevado en la carroza triunfal y posteriormente el prelado dio la bendición con el Santísimo. Ese mismo día 15 por la mañana partió del Santuario del Carmen de Extramuros la imagen de la Virgen titular que iba a participar en la procesión del Corpus. Fue en procesión desde su Santuario hasta la parroquia de San Pedro Apóstol (iglesia en la que entró cerca de las once de la mañana) después de discurrir por la campiña, y calles de los barrios de Santa Clara y San Pedro. Como se ha indicado la procesión del Corpus fue suspendida el jueves 15 trasladada al domingo 18, ese día se traslada nuevamente la Virgen del Carmen de Extramuros desde su Santuario (saliendo del mismo a las diez de la mañana) a la Parroquia de San Pedro, para participar por la tarde en la Procesión General. Terminada la Procesión con el Santísimo se trasladó la imagen de la Virgen a su Santuario.
Resumiendo pues, aparte de los titulares de cada parroquia, siendo la última que se incluye la de Nuestra Señora del Carmen (Las Delicias) que participó por primera vez en 1915, entre otras imágenes que han participado en esta procesión, ya en el siglo XX, se puede citar (se toma como base el orden de la planta de Procesión):
- Santo Ángel de la Guarda, Cofradía del mismo nombre (próximo a Juan de Ávila)
- la “efigie de la Santísima Virgen de la Penitencial de Jesús” (como viene recogido en las diversas plantas procesionales publicadas hasta 1925)
- Nuestra Señora del Carmen (Barrio de las Delicias)
- Nuestra Señora de la Victoria
- San Ildefonso
- Santísimo Salvador (hay una imagen en la Sacristía, de h. 1722, podría ser, como en otros casos, la imagen procesional de la parroquia)
- Nuestra Señora del Pilar, de la Parroquia de Santiago. Imagen de h. 1730. Tenía su Cofradía propia que se erigió en 1727.
- Santiago Apóstol (Juan de Ávila, 1681, conservado en la cajonería de la Sacristía. Sustituiría a otra imagen procesional realizada por Juan Imberto en 1622).
- San Lorenzo Mártir
- Nuestra Señora de Prado (siglo XIII), parroquia de San Nicolás
- San Nicolás de Bari (probablemente la imagen de vestir que antes presidía el retablo mayor, obra del siglo XVIII)
- Nuestra Señora de las Nieves (siglo XVI), de San Andrés (1914). En la crónica de la procesión publicada en El Norte de Castilla de 15 de junio de 1914 dice: “Entre estas (se refiere a las imágenes) llamó la atención una de la Virgen de San Andrés, que llevaba una corona iluminada, con luces eléctricas y un candelabro con velas también eléctricas”; en la procesión de Octava en San Andrés que aquel mismo año se indica que la imagen de la Virgen de las Nieves iba iluminada con bombillas eléctricas y su corona también.
- San Andrés Apóstol (Francisco Alonso de los Ríos, 1638. Se conserva en la sacristía)
- San Luis Gonzaga.
- San Estanislao de Kotska
- San Esteban Protomártir
- San Juan Bautista
- Nuestra Señora del Carmen, de Extramuros (excepcionalmente)
- San Pedro Apóstol (de vestir, segunda mitad del siglo XVIII)
- Nuestra Señora de los Desamparados
- San Miguel Arcángel
- Nuestra Señora de la Peña de Francia (siglo XIII), de la parroquia de San Martín. Participó en la procesión desde 1895.
- San Martín de Tours (grupo procesional realizado por Gregorio Fernández en 1606, con andas de Juan de Muniátegui en 1606. El grupo se conserva en el Museo Diocesano de Valladolid)
- Patriarca San José, de la Parroquia de la Magdalena
- Santa Rita de Casia, Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena
- Santa María Magdalena (En 1607 se pagan 50 reales a dos hombres por llevar y traer la imagen de la Magdalena el día del Corpus; mientras, en 1612 se pagan “3740 maravedís de la hechura de una imagen de la Madalena que se lleva el día del Corpus a la procesión”;en el inventario de 1688 se menciona “una imagen de Santa María Magdalena, de bulto, que está en la sacristía y sale en la procesión el día del Corpus)
- Asunción de Nuestra Señora, siglo XVIII (Parroquia de la Antigua en la Catedral. Conviene recordar que en el caso de Santa María la Antigua, aunque está dedicada a San Juan Evangelista y a Santa Ana, dicha parroquia concurría a esta procesión con la Imagen de la Asunción)
- Lignum Crucis, de la Penitencial de la Santa Vera Cruz
- Santo Domingo de Guzmán, de la V.O.T de Santo Domingo (desde San Pablo).
Muchas de estas imágenes participaban en las Procesiones de Octava que tenían lugar en cada parroquia.
Con presencia de imágenes en la Procesión se llegó hasta 1925. Al año siguiente, 1926, ya aparece reseñada en la prensa local que “no iba en la procesión ninguna imagen”. Según aparece en el Diario Regional de 4 de junio de 1926, “por disposición del Señor Arzobispo, no figuraron en la procesión las imágenes de Santos y Vírgenes”. Afortunadamente, además de las crónicas, tenemos algunas fotografías, publicadas en el libro “Arquitectura y Urbanismo del Antiguo Valladolid”, de D. Juan Agapito y Revilla, las cuales, y ya que en la edición consultada no pone nada en contra, se muestran a continuación.
En la página 342, la imagen de Santo Domingo de Guzmán sale de la Iglesia Conventual de San Pablo para incorporarse a la Procesión. Se aprecia que una imagen de vestir, portada a hombros. Seguramente fuera la que el primer domingo de octubre participaba en la Procesión del Rosario que partía de dicho convento.
En la página 345 vemos la fachada de la Catedral y calle de Arribas llena de gente, con un batallón militar a la espera de la salida del Santísimo Sacramento. En primer término, una imagen de la Virgen María, de vestir. Debe ser de las primeras imágenes que figuraban en el orden de la procesión, ya que justo detrás se ve la imagen del Santo Ángel de la Guarda, titular de su propia Cofradía, establecida en ese momento en la Capilla del Hospital de Esgueva, en la actualidad esta imagen del Santo Ángel se encuentra en la Parroquia de San Martín. Y tras él, una imagen de un Santo Obispo (dos titulares de parroquia podrían ir de obispo: San Ildefonso y San Nicolás de Bari; no se incluye a San Martín obispo de Tours, por ser la imagen de San Martín partiendo la capa con el pobre), también imagen de vestir, y que a juzgar por el orden de procesión debe ser San Ildefonso. Volviendo a la imagen de la Virgen, es difícil identificarla, de las primeras imágenes que iban en la procesión de estas características encontraríamos la de Nuestra Señora de la Victoria o la “efigie de la Santísima Virgen de la Penitencial de Jesús” que tradicionalmente se ha pensado que fuera la de la Soledad y Sacro Monte Calvario, aunque a principios del siglo XX, Casimiro González García Valladolid menciona otra imagen de vestir en Jesús: “Los retablos colaterales tienen en su trono central las imágenes de San José, en talla de tamaño natural, y de la Santísima Virgen de los Remedios de igual tamaño, de bastidores, respectivamente. En el crucero, al lado del evangelio, hay un gran retablo dorado con una preciosa imagen de la Soledad, de bastidores, y el Santo Sepulcro, de talla: […]” (Valladolid, sus recuerdos y grandezas. Tomo I. Pág. 636).
A continuación, en la página 348, encontramos una nueva fotografía con la imagen en primer plano del Santo Obispo mencionado antes; si bien es cierto que en el pie de foto dice que es la de San Nicolás (Santo Obispo e incluso parece tener un niño a los pies), es más probable, por el orden de procesión, que sea San Ildefonso. En esta misma fotografía se aprecian otras andas, pero hay que destacar, al fondo, las de Nuestra Señora de San Lorenzo, seguramente portando en esta procesión la imagen del Titular del templo, San Lorenzo Mártir, y según el orden de la procesión, la parroquia de San Nicolás iba detrás de la de San Lorenzo.
Y, finalmente, en la página 353, desde la que se ve en primer término hacia la que aparece más lejos: San Pedro Apóstol, San Juan Bautista, San Esteban Protomártir y San Luis Gonzaga.
En resumidas cuentas, el llevar las imágenes titulares en la procesión del Corpus Christi fue una tradición que duró, cuanto menos, 389 años (hemos visto en este artículo desde 1536 a 1925). Esta costumbre daba una singular vistosidad a la procesión. Hoy, resultaría muy difícil llevar todas las imágenes titulares de las parroquias a la Procesión, por diversos motivos. Pero no es menos cierto que, volver a incluir algunas imágenes a la procesión, podría realzar la solemnidad de la misma. A modo de, digamos, ejemplo o propuesta, se podrían incorporar imágenes de Santos y Santas relacionados con Valladolid, tales como: San Pedro Regalado (Nacido en Valladolid, Patrón de la Ciudad y Archidiócesis), San Simón de Rojas (Nacido en Valladolid), Santa Teresa de Jesús (Fundadora, Doctora de la Iglesia y Patrona de la Provincia Eclesiástica de Valladolid, 8 de abril de 1866), San Miguel de los Santos (fallecido en Valladolid, donde se encuentran sus restos mortales, y gran adorador de la Eucaristía, siendo la custodia uno de sus atributos), Inmaculada Concepción (Patrona de España, cuyo Misterio se juró creer, enseñar y defender en Valladolid por las principales instituciones: la Ciudad y Universidad en 1618; el Cabildo de la Catedral en 1634; Ilustre Colegio de Abogados de Valladolid en 1759; Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción en 1786), u otros santos tomando come ejemplo la Procesión de San Pedro Regalado de 1930, que precedieran a la Custodia con el Santísimo Sacramento. También reliquias relevantes, como vimos en el caso del Lignum Crucis de la Penitencial de la Santa Vera Cruz. De las imágenes mencionadas, cabe destacar algunos ejemplos, tales como el San Pedro Regalado de la Penitencial de Jesús, Santa Teresa de Jesús, imagen de vestir, que se expone en el Patio del Convento de Santa Teresa el día de la Santa; en cuanto a la Inmaculada, hay destacados ejemplos en Valladolid, tales como la que se venera en San Felipe Neri o bien, la de Santa Clara o el Carmen de Extramuros, ambas de Gregorio Fernández.
Recuperación de altares en la Procesión del Corpus Christi
Por suerte, esta es una costumbre recuperada recientemente y que potencia la celebración de esta Solemnidad y el paso del Santísimo Sacramento por las calles de Valladolid. Se recuperó en el año 2010. En aquella ocasión se colocaron en las calles dos altares: El primero en la puerta de la Penitencial de la Santa Vera Cruz, presidido por la imagen de Nuestra Señora de la Paz, privada de la imagen del Niño y del estandarte propio de su iconografía, sosteniendo entre sus manos un rosario. El segundo estuvo colocado en la puerta de la Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con la imagen de San Pedro Regalado, Patrón de Valladolid. La imagen aparecía vestida con el hábito franciscano que había sido donado por la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar La Santa Cruz Desnuda el Jueves Santo de este mismo año, y que había sido bendecido en la Penitencial de Jesús el día 16 de mayo.
Al año siguiente, sólo la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno erigió un altar para dicha procesión, de nuevo en la puerta de su templo y presidido por la misma imagen de San Pedro Regalado.
En 2012, con variación del recorrido de la Procesión, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno instaló su altar en los soportales de la Plaza Mayor trasladando hasta allí la imagen de San Pedro Regalado portada a hombros.
Unos metros más adelante, en la confluencia de las calles Santiago y Constitución, la Cofradía de las Siete Palabras levantó por primera vez un altar con las efigies del Santo titular del templo, Santiago Apóstol, en su iconografía de peregrino, y la imagen de Nuestra Señora de la Salve, Patrona de la Cofradía de las Siete Palabras.
En una entrada anterior de este mismo blog, en la que se trataba de los preparativos de esta Solemnidad, uno de los apartados se dedicó al recorrido que ha tenido esta Procesión, incluso se proponía uno. Sea como fuere, se podría pensar que un recorrido que pasará por varias iglesias podría posibilitar en gran medida la colocación de estos altares a sus puertas, en los cuales hacer un acto de adoración al Santísimo Sacramento (con jaculatorias o salutación al Sacramento, textos evangélicos propios para la ocasión, breve reflexión sobre la Eucaristía, oraciones y cantos o motetes eucarísticos).
En cualquier caso, nos encontramos ante una bella tradición recuperada (la de los altares) que sería deseable que se consolidara y mantuviera para el futuro.