Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario (anónimo, c. 1706) Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Iglesia Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Valladolid. |
Agradezco a Jorge Ramírez Núñez, Mayordomo de la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario, de la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y a Daniel Cuesta Gómez, los diversos datos aportados para la realización de esta entrada. Igualmente, agradezco al Archivo Municipal de Valladolid el permiso para incluir alguna fotografía de sus fondos.
Es difícil, por no decir imposible, separar la labor redentora de Cristo de la co-redentora de su Madre, María y, las Cofradías han sabido captar esa sensibilidad asociando ambas labores y desarrollando y propagando el culto a la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo y la presencia maternal de María en los momentos más destacados. Era habitual que las Cofradías, en especial las Penitenciales históricas, además de los grupos procesionales realizarán cultos a María Santísima recordando sus Dolores.
En los primeros años del siglo XVIII, cuando la Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno llevaba algo más de un cuarto de siglo ya establecida en su nuevo templo, se entronizará una imagen de la Dolorosa. En concreto, el 11 de febrero de 1706, como nos señala Filemón Arribas Arranz (La Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Valladolid), dos cofrades -Antonio de Jesús y José Rodríguez-, ofrecieron colocar en el cuerpo de la iglesia una imagen de Nuestra Señora de la Soledad. De ser este mismo momento, febrero de 1706, cuando se coloca la imagen habría que considerar que fue realizada con anterioridad, tal vez hacia 1705.
Unos años después, en 1718, José Díaz de la Mata presentó traza para realizar los colaterales segundos, y junto con el ensamblador Juan Correa, se encargaron de hacer el retablo de la Soledad. La labor de dorado corrió a cargo de Manuel de Aragón, concluido en 1731. Este retablo se compone de banco, en cuyo interior se presenta la imagen de Cristo Yacente, obra de Pedro de Ávila (1698), siguiendo el modelo de Gregorio Fernández, muestra en el pecho una teca para colocar la Sagrada Forma, pensado como Sagrario para el Jueves Santo. Esta imagen de Cristo Yacente ha participado en las procesiones de Semana Santa de Valladolid, tanto en el Vía Crucis del Miércoles Santo como en la Procesión de Sacrificio y Penitencia (madrugada del Jueves al Viernes Santo) y estuvo presente en la exposición “Cristos Yacentes de Valladolid” organizada por la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid, con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Valladolid y Caja Duero, en el año 2000. Encima, el cuerpo principal del retablo, con estípites y en la hornacina principal la imagen de María Santísima de la Soledad y Sacro Monte Calvario. Finalmente, en el remate semicircular, se muestra una alegoría de la Fe. (Martín González y Urrea Fernández, págs. 220-221).
La devoción que despertó esta imagen hizo que en pocos años se formase una Hermandad en su nombre, Manuel Canesi es quien aporta el año de su fundación, en 1722 y la denominación de la Hermandad: Cofradía de Santo Monte Calvario y Esclavos de María Santísima en su Soledad” (Canesi, Tomo II, pág. 51).
Al año siguiente, en 1723, el Pontífice Inocencio XIII otorga a esta imagen indulgencias plenarias, no serán las únicas gracias espirituales que le sean concedidas.
En el Inventario de 12 de junio de 1731 se recoge “Un manto de burato de Nuestra Señora de la Soledad” (Martín González y Urrea Fernández, pág. 225). Siguiendo la definición de burato de la Real Academia Española, se trataría de un “tejido de lana o seda que servía para alivio de lutos en verano y para manteos”.
Puede ser que por estas fechas la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario aún no cerrase el cortejo procesional de esta Cofradía Penitencial del Nazareno, como parece deducirse de la planta de procesión para el año 1734, en la que no figura la Soledad, en el caso del Despojo aparece el estandarte, pero no menciona el “paso”, ya que como pasos figuran Jesús Nazareno y “Paso último de Cristo Crucificado” (Martín González y Urrea Fernández, pág. 224). No obstante, sí que había salido en procesión el año anterior en unas misiones como recoge Ventura Pérez en su Diario de Valladolid (págs. 120-121):
Misiones del padre Merino
Año de 1733, dia 6 del mes de Diciembre, hizo en esta ciudad misiones el padre fray Francisco Merino, recoleto de los misioneros de Sahagun. En dicho dia salió al campo en procesion de penitencia; llevó á Jesús Nazareno, á que asistió su cofradía penitencial, á Nuestra Señora de la Soledad de dicha iglesia de Jesús; anduvo todo el campo y se volvió á su convento de San Francisco, y el sábado antecedente hubo funcion de ánimas en San Francisco con las limosnas que sacaron á la puerta y dieron á tres reales de limosna a los sacerdotes y religiosos: hubo túmulo de papeles en la capilla mayor; predicó las misiones en la Catedral, en San Benito y en San Francisco. Este religioso fué á Simancas á misiones, y de allí a Ciguñuela, y allí murió en casa del cura; le trajeron en un carro y le enterraron en San Francisco.
Daniel Cuesta hizo público la institución de una Capellanía Colativa Perpetua por parte de Francisco Martín y Juana Bernardo con la Hermandad de la Soledad, el 20 de febrero de 1738, “para la Mayor Gloria de Dios y de su Santísima Madre, Nuestra Señora de la Soledad" como agradecimiento de los fundadores por la situación económica alcanzada, teniendo también como otros fines el auxilio a la Ánimas del purgatorio y favorecer a personas de la confianza de los fundadores (en la figura del capellán de la Hermandad para poder conseguir el estado sacerdotal). La Hermandad quedaba obligada a perpetuidad a decir dos misas en el altar de Nuestra Señora de la Soledad en días señalados siempre a favor de las ánimas, una de ellas el día de San Juan Bautista y la otra el 24 de octubre, a mayores se podían añadir otras en distintos días.
La Hermandad celebraba el rezo del Calvario, dirigido por los capellanes, durante la noche, aplicable por las ánimas del purgatorio.
Para estos fines dejaron los fundadores cuantiosos bienes que servirían de modo de pago para los cultos y todos los demás gastos que se originasen por esta Hermandad.
En el Inventario de 30 de julio de 1752 encontramos un descripción de la distribución de los retablos en la iglesia “Tiene el otro colateral la ymagen de Nuestra Señora de la Soledad” figurando en el otro colateral la imagen de San José (Martín González y Urrea Fernández, Pág. 225-226). A destacar en esta misma obra que enuncia un “LIBRO DE CUENTAS DE LA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Sia en la iglesia de Nuestro Padre Jesús nazareno, que principia el 1º. De enero de 1766. Encabezando el libro, figura un grabado de la imagen, pintado encima”, deduciendo los autores que sería la lámina que utilizará la Hermandad para propagar la devoción a su titular.
La Hermandad celebraba el rezo del Calvario, dirigido por los capellanes, durante la noche, aplicable por las ánimas del purgatorio.
Para estos fines dejaron los fundadores cuantiosos bienes que servirían de modo de pago para los cultos y todos los demás gastos que se originasen por esta Hermandad.
Nuevas gracias espirituales, como ya se indicó anteriormente, se conceden en 1780, Pío VI lo eleva a altar privilegiado, un día semanal, el sábado, aplicable a las ánimas de los hermanos y hermanas difuntos. (Filemón Arribas, pág. 91), privilegio que podía extenderse a todos los altares de la iglesia durante los oficios de difuntos.
Del año siguiente, 1781, data el Informe sobre los gremios de Valladolid, un manuscrito de José Colón de Larreátegui, al tratar de los anexos de la parroquial de Santiago Apóstol y dentro de la Penitencial del Nazareno, apunta:
“65. Hermandad de la Soledad, sita en la Iglesia antecedente de Jesus Nazareno: no se sabe quando se erijio, porque solo se ha entregado un libro moderno que contiene varios cabildos y cuentas: sus Hermanos son de todas clases y oficios: no tiene efectos y se mantiene de veredas en las que recoje como dos mil Rs año, según el ultimo cargo que con el alcance hecho al Depositario en las anteriores asciende á casi 40 rrs los que gastan en una funcion de animas, otra á nuestra Señora, Entierro y refrescos”.
A finales de esta misma década, un nuevo inventario, describe brevemente el retablo de Nuestra Señora de la Soledad, está fechado el 4 de julio de 1789: “Altar de Nuestra Señora de la Soledad.- Una imagen de Nuestra Señora de la Soledad, de bastidor. El Santo Cristo, en urna dorada, con su puerta de cristales, y sobre ella dos angelitos de talla y dos Niños Jesuses, que son de la Hermandad” (Martín González y Urrea Fernández, pág. 226).
Gracias a Daniel Cuesta en su artículo de 2007, conocemos datos de esta Hermandad de la Soledad procedentes del archivo de la Penitencial del Nazareno. Entre estos datos figuran el nombramiento de oficios o cargos de carácter anual de la Hermandad a partir de 1795, que eran: Hermano mayor eclesiástico, hermano mayor secular, hermano mayor, depositario, escribano, cobradores, encendedores de lámparas y camareras, la pertenencia a esta junta de gobierno gozaba de privilegios y gracias a la hora de la muerte según el acuerdo adoptado en el 14 de diciembre de 1810.
Unos años más tarde, otro dato que se publica en dicho artículo, la Hermandad de la Soledad solicitó a la Penitencial de Jesús poder formar parte de la procesión que celebraba la Cofradía cada Viernes Santo portando su imagen titular para dar así mayor realce a la procesión. La petición se hacía por cuatro años consecutivos y podría ser prolongada si resultase bien. La respuesta de la Penitencial está fechada el 20 de febrero de 1845 accediendo a dicha petición, estableciendo que sean veinte comisarios del Santo Cristo de las Agonías los que antecedan al paso de la Virgen con hachas de cera en sus manos. Filemón Arribas afirma que en estos años de 1845 y siguientes los documentos conservados demuestran como cada Comisaría sufragaba los gastos de su "paso" titular y el correspondiente claro que lo portaba, constituido generalmente por veinte luces como mínimo. Del año anterior, 1844, se conserva en el Archivo Municipal de Valladolid, una petición para poder celebrar una procesión el Viernes Santo por la mañana.
Por otro lado, ya más avanzado el siglo XIX, más que como Hermandad, se menciona una Comisaría de la Soledad: “En 1851 se arreglaron los tejados, la sacristía, la subida al coro, las espadañas y una pared del camarin, gracias a la ayuda económica de las Comisarías del Despojo, Soledad, Jesús, Nuestra Señora de los Remedios y Devoción del Santísimo, establecidas en la propia iglesia” (Filemón Arribas, Págs. 32-33). Unos años más tarde hay un traslado temporal de imágenes a la Parroquial de Santiago, “En 1858, para entarimar la iglesia, se llevó una vez más a la parroquia de Santiago la imagen de Jesús, esta vez acompañado de la Virgen de la Soledad” (F. Arribas, Pág. 33). Es en este momento, 1858, cuando el retablo se traslada a su actual emplazamiento. En este siglo, más frecuente en la segunda mitad del mismo, se encuentran referencias a la participación de Nuestra Señora de la Soledad cerrando la procesión del Nazareno en la mañana del Viernes Santo. Estas referencias fueron recogidas tanto por Juan Agapito y Revilla como por la prensa local. “A estos dos pasos [se ha referido al Paso de Cristo Crucificado y Paso del Cristo del Despojo] había que agregar la efigie del Nazareno, de talla, pero con hermosa túnica de terciopelo morado, sobrepuesta; el Cristo desnudo que llaman hoy del Despojo y la Virgen de la Soledad, imagen de bastidores, que salían en las procesiones de la cofradía los Viernes Santos” (Juan Agapito y Revilla, p. 37). El mismo autor habla de la Soledad: “Cuando la cofradía de Jesús sacaba, independientemente de las demás, su procesión, en Viernes Santo por la mañana, salía como remate de ella una Virgen de la Soledad, del tipo que tanto se ha generalizado por todas partes. Es imagen de bastidores, y, por tanto, lo único que tiene de talla, la cabeza y manos, no ofrecen nada de particular”, (pág. 84). Así mismo indica la existencia de una familia que se encargaba del culto a esta imagen.
Unos años más tarde, otro dato que se publica en dicho artículo, la Hermandad de la Soledad solicitó a la Penitencial de Jesús poder formar parte de la procesión que celebraba la Cofradía cada Viernes Santo portando su imagen titular para dar así mayor realce a la procesión. La petición se hacía por cuatro años consecutivos y podría ser prolongada si resultase bien. La respuesta de la Penitencial está fechada el 20 de febrero de 1845 accediendo a dicha petición, estableciendo que sean veinte comisarios del Santo Cristo de las Agonías los que antecedan al paso de la Virgen con hachas de cera en sus manos. Filemón Arribas afirma que en estos años de 1845 y siguientes los documentos conservados demuestran como cada Comisaría sufragaba los gastos de su "paso" titular y el correspondiente claro que lo portaba, constituido generalmente por veinte luces como mínimo. Del año anterior, 1844, se conserva en el Archivo Municipal de Valladolid, una petición para poder celebrar una procesión el Viernes Santo por la mañana.
Por otro lado, ya más avanzado el siglo XIX, más que como Hermandad, se menciona una Comisaría de la Soledad: “En 1851 se arreglaron los tejados, la sacristía, la subida al coro, las espadañas y una pared del camarin, gracias a la ayuda económica de las Comisarías del Despojo, Soledad, Jesús, Nuestra Señora de los Remedios y Devoción del Santísimo, establecidas en la propia iglesia” (Filemón Arribas, Págs. 32-33). Unos años más tarde hay un traslado temporal de imágenes a la Parroquial de Santiago, “En 1858, para entarimar la iglesia, se llevó una vez más a la parroquia de Santiago la imagen de Jesús, esta vez acompañado de la Virgen de la Soledad” (F. Arribas, Pág. 33). Es en este momento, 1858, cuando el retablo se traslada a su actual emplazamiento. En este siglo, más frecuente en la segunda mitad del mismo, se encuentran referencias a la participación de Nuestra Señora de la Soledad cerrando la procesión del Nazareno en la mañana del Viernes Santo. Estas referencias fueron recogidas tanto por Juan Agapito y Revilla como por la prensa local. “A estos dos pasos [se ha referido al Paso de Cristo Crucificado y Paso del Cristo del Despojo] había que agregar la efigie del Nazareno, de talla, pero con hermosa túnica de terciopelo morado, sobrepuesta; el Cristo desnudo que llaman hoy del Despojo y la Virgen de la Soledad, imagen de bastidores, que salían en las procesiones de la cofradía los Viernes Santos” (Juan Agapito y Revilla, p. 37). El mismo autor habla de la Soledad: “Cuando la cofradía de Jesús sacaba, independientemente de las demás, su procesión, en Viernes Santo por la mañana, salía como remate de ella una Virgen de la Soledad, del tipo que tanto se ha generalizado por todas partes. Es imagen de bastidores, y, por tanto, lo único que tiene de talla, la cabeza y manos, no ofrecen nada de particular”, (pág. 84). Así mismo indica la existencia de una familia que se encargaba del culto a esta imagen.
En cuanto a la prensa local, anuncia la procesión en la mañana del Viernes Santo, ya sea a las once o las doce de la mañana. Lo curioso es que se ha nombrado con dos denominaciones distintas: “Procesión llamada de Jesús” (1863) y “Procesión de la Soledad” (1872). Gracias a la prensa del año 1870 conocemos el recorrido de esta procesión: Nazareno, Cebadería, Especería, Platerías, Cantarranas, Cañuelo a la Catedral. Regresando por la Obra, Orates, Fuente Dorada y Plaza Mayor. Tres años más tarde, aparecen algunos detalles del cortejo y su organización: Viernes Santo, 11 de abril de 1873.- A las 11 de la mañana, efigies de Jesús Nazareno, el Crucificado, el Cristo del Despojo y la Soledad. A esta procesión asistirá una música de regimiento y un piquete de la fuerza que guarnece esta plaza. Las once de la mañana era la hora habitual que se había fijado en 1853, pues antes salía más temprano. La costumbre de esta procesión se perdió a finales del siglo XIX.
La Virgen de la Soledad del Nazareno tenía que ser una imagen que gozaba de amplia devoción en la ciudad ya que era visitada por la Real Archicofradía de la Corte de María (a partir de 1891), concretamente el día 23 de cada mes.
A Casimiro González García Valladolid (Valladolid sus recuerdos y grandezas, tomo I) debemos esta descripción de la distribución de los retablos e imágenes en la Iglesia Penitencial de Jesús, a finales del siglo XIX y principios del XX: “Los retablos colaterales tienen en su trono central las imágenes de San José, en talla de tamaño natural, y de la Santísima Virgen de los Remedios de igual tamaño, de bastidores, respectivamente. En el crucero, al lado del evangelio, hay un gran retablo dorado con una preciosa imágen de la Soledad, de bastidores, y el Santo Sepulcro, de talla: frente á éste, al lado de la epistola, se ve un retablo corintio, semejante á los colaterales, consagrado al Santísimo Cristo de la Agonía, cuya efigie en madera, de tamaño natural, ocupa su único trono: á la izquierda de este altar existe otro dorado pequeño con San Pedro Regalado, de bastidores. En el cuerpo de iglesia hay otro altar dorado [dedicado según el autor al Santo Cristo del Perdón, que describe posteriormente identificándose con el Cristo del Despojo de Claudio Cortijo, también figuraba en la Procesión del Santo Entierro, al igual que el Nazareno] y frente á él en un nicho abierto en el muro, un hermoso San Antonio de Pádua, vestido.” (Pág. 636). Esta distribución corresponde a después de las obras efectuadas en el templo en 1885, “Al hacerse estas obras, el altar de la Soledad que estaba frente al del Santísimo Cristo del Perdón, en el cuerpo de iglesia, fué trasladado al crucero , según se encuentra al presente” (Pág. 638).
Esta descripción resulta realmente interesante en cuanto a la participación de la Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la Procesión del Corpus Christi. Hasta el año 1925 participaban distintas imágenes en aquel cortejo procesional, ya fueran titulares de parroquias o de cofradías. A este último año pertenece el siguiente fragmento del edicto del provisorato que exponía el orden de la procesión y las normas para la participación en la misma:
1.°, Guardia civil montada,
2º, Asilados del Hospicio provincial.
3º, los de la Casa de Beneficencia.
4.°, alumnos de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
5.º, Cofradía del Santo Ángel de la Guarda.
6.°, idem de Jesús Nazareno. Efigie de la Santísima Virgen de la penitencial de Jesús
7:°, parroquia de Nuestra Señora del Carmen, feligreses de la misma y Asociaciones piadosas (caballeros), Cofradías y Sacramentales, canónicamente erigidas en ella, con sus insignias y guardando el orden de precedencia y antigüedad.
8.°, parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, ídem.
9.°, parroquia de San Ildefonso, idem.
10, parroquia del Salvador, idem.
… (el resto de la planta de procesión de puede ver en este enlace).
En el punto 6º se dice idem de Jesús Nazareno. Efigie de la Santísima Virgen de la penitencial de Jesús. No se especifica la advocación, sin embargo se viene considerando como que era la imagen de María Santísima de la Soledad y Sacro Monte Calvario. Se conservan fotografías, en el Archivo Municipal de Valladolid, publicadas por Juan Agapito y Revilla, en que aparecen las primeras imágenes procesionales que participaban en esta procesión. En una de ellas se muestra en primer plano una imagen de la Virgen de bastidores, seguida del Ángel de la Guarda y luego un Santo Obispo, atendiendo al orden de procesión, aquel Ángel de la Guarda sería el titular de su Cofradía, imagen que ahora se venera en la Iglesia Parroquial de San Martín y San Benito El Viejo (ver enlace), y el Santo Obispo, debe tratarse de San Ildefonso. Lo curioso es la imagen que aparece en primer plano, la imagen de la Virgen de vestir, imagen que, a juzgar por el tamaño de su rostro si se compara con la gente que tiene alrededor tiene las proporciones de una imagen de tamaño natural y puede intuirse sobre su cabeza una corona que bien podría identificarse con la de Nuestra Señora de la Natividad, que se conserva en la Penitencial del Nazareno y que se coloca (la corona) en la hornacina de la Virgen de la Soledad cuando ésta abandona su retablo. Hay constancia de una imagen de Nuestra Señora de la Natividad en la Penitencial del Nazareno, patrona del gremio de pasamaneros (gremio que solía integrarse en la planta procesional de la Cofradía, a la que regaló en 1612 las primeras tallas del paso Sed Tengo), y que contó con su propia cofradía en este templo.
Por cierto que, Filemón Arribas ya constata la presencia de la imagen de Nuestra Señora de la Natividad en el templo penitencial con anterioridad a 1730. El 16 de febrero de 1730 el cofrade Pedro González expone la conveniencia de hacer una escultura de San José con el Niño en brazos, de tamaño natural, para ponerle en el colateral, en correspondencia con el otro colateral que contenía la imagen de Nuestra Señora de la Natividad. Esta propuesta acarreaba trasladar la imagen del Cristo del Despojo al cuerpo de la iglesia, frente a la Virgen de la Soledad. El mismo autor ofrece un croquis del templo con estos cambios. En el altar mayor, la imagen de Jesús Nazareno y, desde el presbiterio a la entrada, en el lado del evangelio colateral con San José y en el cuerpo de la iglesia el retablo de Nuestra Señora de la Soledad. Por su parte, en el lado de la epístola, el colateral dedicado a Nuestra Señora de la Natividad y, en el cuerpo de la iglesia, frente a la Soledad, aparecía el retablo del Cristo del Despojo. (pág. 92-93).
Esta distribución de las imágenes, San José en el lado del Evangelio hacia la entrada a la sacristía y Nuestra Señora de la Natividad en el lado de la Epístola, podrían explicar la colocación de los medallones que campean en el remate de cada uno de los retablos que se pueden ver en la actualidad en este templo penitencial. Así, recordemos que sobre el altar actualmente dedicado al Cristo del Despojo, su medallón representa a la Sagrada Familia y, sobre el retablo que alberga la imagen de San José (donde actualmente se encuentra el Sagrario), su medallón representa a San Joaquín, Santa Ana y la Virgen Niña. Una litografía del segundo cuarto del siglo XIX muestra a San José en el retablo rematado por el medallón de la Sagrada Familia.
Esta distribución de las imágenes, San José en el lado del Evangelio hacia la entrada a la sacristía y Nuestra Señora de la Natividad en el lado de la Epístola, podrían explicar la colocación de los medallones que campean en el remate de cada uno de los retablos que se pueden ver en la actualidad en este templo penitencial. Así, recordemos que sobre el altar actualmente dedicado al Cristo del Despojo, su medallón representa a la Sagrada Familia y, sobre el retablo que alberga la imagen de San José (donde actualmente se encuentra el Sagrario), su medallón representa a San Joaquín, Santa Ana y la Virgen Niña. Una litografía del segundo cuarto del siglo XIX muestra a San José en el retablo rematado por el medallón de la Sagrada Familia.
Inicio de la Procesión del Corpus Christi de Valladolid a principios del siglo XX. Fuente: Archivo Municipal de Valladolid (signatura: AUX 00224-001) |
Y, volviendo a la fotografía de la Procesión del Corpus, también en la Penitencial del Nazareno hay una imagen de Nuestra Señora de los Remedios que se puede ver en el mes de mayo. Así pues, tenemos tres imágenes de la Virgen (Soledad, Natividad y Remedios). Por las proporciones que pueden apreciarse en la fotografía, tamaño natural, se puede eliminar la Virgen de los Remedios (mide 108 cms.), pero es curioso que Casimiro González García Valladolid dice que en el colateral hay una imagen de Nuestra Señora de los Remedios de tamaño natural, por mucho que se pusiera algún tipo se suplemento o una peana para que la imagen actualmente conocida como Nuestra Señora de los Remedios alcanzase el tamaño natural, en la cabeza y manos se habría perdido esa proporción. Así pues, cabe plantear la posibilidad que el autor de Valladolid, sus recuerdos… cambiase erróneamente las advocaciones de Natividad y Remedios o bien que en algún momento la imagen de Nuestra Señora de la Natividad comenzase a ser conocida como de los Remedios. Y, en cuanto a la fotografía de la Procesión del Corpus Christi, puede ser que la imagen que aparece sea la de Nuestra Señora de la Natividad (creo que sería lo más probable), o bien que si realmente fuera la imagen de la Soledad y Sacro Monte la que salía en esta procesión, fuese con distinto atuendo y corona al que habitualmente mostraba. Por otro lado, es curioso que Agapito y Revilla al hablar de la Soledad del Nazareno, no haga mención a que fuera la imagen que la Cofradía portaba en la Procesión del Corpus Christi cuando él habría sido testigo de la presencia de imágenes en dicha procesión, en cambio, aporta otros datos como su devoción, la familia que se encargaba de ella o su participación en la procesión de la Cofradía de Jesús Nazareno en la mañana del Viernes Santo. Todo esto, claro está, si es que esta imagen que aparece en primer plano sea aquella que se menciona en idem de Jesús Nazareno. Efigie de la Santísima Virgen de la penitencial de Jesús, si así fuera, la fotografía sería interesante no sólo como testimonio de una forma de celebrar el Corpus Christi ya desaparecida, también porque sería de las pocas referencias gráficas a la imagen de Nuestra Señora de la Natividad.
Además de sus cultos en el mes de noviembre, la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario comparte protagonismo con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la tarde-noche del Viernes de Dolores. Tras la Eucaristía de esa tarde se canta una Salve Solemne a la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario, a continuación los comisarios proceden a bajar a Ntro. Padre Jesús Nazareno, desde el camarín hasta la nave central del templo, en su recorrido por el templo tiene una parada ante la Soledad, produciéndose un breve encuentro.
La imagen de Nuestra Señora de la Soledad y Sacro Monte Calvario presenta a lo largo del año diversas vestiduras en función al tiempo litúrgico en que se encuentre. La mejor manera de hacerse una idea es a través del artículo escrito por su Mayordomo en el Boletín Informativo de la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno (correspondiente al año 2013): en Adviento y Navidad hasta el domingo del Bautismo del Señor “la Virgen viene siendo ataviada con los colores que reflejan su pureza y preservación de la mancha de pecado, como es manto azul y saya blanca o color jacinto o, como en la antigüedad, con manto azul y saya roja”, esto llevado a la imagen de la que es Mayordomo se traduce en un “vestido blanco o plata y manto azul noche con estrellas bordadas en plata, alegorías de la noche y el día, con un sol y una luna, que estrenó el pasado Adviento-Navidad de 2012” (1). En Cuaresma, desde el Miércoles de Ceniza hasta los días de Semana Santa, aparece vestida con manto y saya en color negro. Durante los cincuenta días de Pascua viste “manto color crema, que está por bordarse, y saya del mismo color que, con mucho cariño y junto a un manto negro, realizaron las señoras del coro de la cofradía”. Para Pentecostés y Corpus Christi (extendiéndose hasta la Fiesta de Gloria de la Cofradía, la Octava del Corpus) la Virgen “aparece ataviada con manto color granate y saya color claro que puede ser blanca, crema, oro, etc., como alegoría a la fiesta del Espíritu Santo”. Desde 2012 la Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario viste un manto de color granate, que también será bordado. Para el mes de noviembre, en recuerdo de los difuntos, viste de luto, manto y saya en color negro, a excepción de los días del Triduo y Besamanos que se la tributan en este mes, que viste saya bordada en plata por su Mayordomo, Jorge Ramírez Núñez, bajo modelo del escultor Melchor Gutiérrez, siendo estrenada en noviembre de 2011.
A María Santísima de la Soledad y Sacro Monte Calvario le fue tributado un homenaje por la Cofradía de La Oración del Huerto el Jueves Santo, 31 de marzo de 1994, en la Procesión de Nuestra Señora de la Amargura, que aquel año discurría por primera vez por las calles del centro de la ciudad tras variar su ubicación original en el Barrio de Las Delicias. En aquella ocasión, la Cofradía de la Oración del Huerto, portando la imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli (de los PP. Capuchinos, Iglesia de Santa María Reina de la Paz) salió del Monasterio de Santa Catalina de Siena (de MM. Dominicas).
El 3 de octubre de 2009, tiene lugar la Coronación Canónica de Nuestra Señora de las Angustias (obra de Juan de Juni, para la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias), terminado el Pontifical de Coronación en la S.I. Catedral, la imagen coronada salió en Procesión Jubilar por las calles de Valladolid, donde las Cofradías erigieron diversos altares efímeros. En la puerta de la Penitencial del Nazareno se levantó uno presidido por la imagen del titular, Nuestro Padre Jesús Nazareno, acompañado por las imágenes de la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario y por San Pedro Regalado (imagen que preside el altar del Corpus que desde 2010 levanta la Cofradía del Nazareno).
La imagen de Nuestra Señora de la Soledad y Sacro Monte Calvario estuvo presente en la exposición que bajo el título “Virgen de Pasión” fue organizada por la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid, con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Valladolid, abierta del 22 de febrero al 10 de marzo de 2002 en la Sala Municipal de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas.
Por su parte, la saya estrenada en 2011 obra de de Jorge Ramírez Núñez estuvo expuesta en la muestra con organizada por el Colectivo Bordado en Oro, en el Centro Cívico Zona Sur (Plaza de Juan de Austria) del 2 de febrero al 14 de marzo de 2013.
Tras varias décadas sin salir en procesión, el día 22 de octubre de 2017, con motivo de la Procesión Extraordinaria en el marco de las celebraciones del I Centenario de la Coronación Canónica Pontificia de Nuestra Señor de San Lorenzo, Patrona de Valladolid, la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario presidió uno de los múltiples altares que se levantaron a lo largo del recorrido. La Cofradía Penitencial del Nazareno erigió el suyo en la Plaza Mayor y hasta allí fue trasladada procesionalmente, portada a hombros, esta bella imagen de la Soledad.
El 19 de mayo de 2018, en el transcurso de la Eucaristía, el General Jefe de la XII Zona de la Guardia Civil, Excmo. Sr. D, Francisco Javier Sualdea Martín, impone el fajín de General a la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario, con motivo del XXV aniversario del nombramiento de la Guardia Civil como Cofrade de Honor de la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Tras varias décadas sin salir en procesión, el día 22 de octubre de 2017, con motivo de la Procesión Extraordinaria en el marco de las celebraciones del I Centenario de la Coronación Canónica Pontificia de Nuestra Señor de San Lorenzo, Patrona de Valladolid, la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario presidió uno de los múltiples altares que se levantaron a lo largo del recorrido. La Cofradía Penitencial del Nazareno erigió el suyo en la Plaza Mayor y hasta allí fue trasladada procesionalmente, portada a hombros, esta bella imagen de la Soledad.
El 19 de mayo de 2018, en el transcurso de la Eucaristía, el General Jefe de la XII Zona de la Guardia Civil, Excmo. Sr. D, Francisco Javier Sualdea Martín, impone el fajín de General a la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario, con motivo del XXV aniversario del nombramiento de la Guardia Civil como Cofrade de Honor de la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
(1).- Memoria de la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Valladolid (2012/2013).- El 8 de diciembre de 2012 se estrenó una casulla azul y se bendijo el nuevo manto, también azul, de la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario, donado y confeccionado por su Mayordomo, Nuestro Hermano D. Jorge Ramírez Núñez. Aunque como matiza el propio Mayordomo, él donó el trabajo y una persona que prefiere mantener el anonimato donó los materiales.
Bibliografía
Agapito y Revilla, Juan: Las cofradías, las procesiones y los pasos de Semana Santa en Valladolid. Imprenta castellana. Valladolid, 1925.
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Prensa local: El Norte de Castilla y Diario Regional.