lunes, 23 de junio de 2014

Crónica de la Procesión del Corpus Christi 2014

Conjunto de Custodia Procesional.
S.I. Catedral de Valladolid.

Si bien es cierto que a todo acontecimiento hay que darle sus tiempos de evolución, hay que reconocer que el Corpus Christi de 2014 ha supuesto la consolidación de los cambios que se llevan viendo desde los últimos años, aproximadamente desde 2010 y de manera especial, el del año pasado, dentro de aquel Año de la Fe; Año que, todo sea dicho de paso, aunque ya fuera clausurado, no habría que dejar caer en el olvido lo que supuso y los frutos que dio.

Centrándonos ya en lo que ha sido el Corpus Christi de este año, en primer lugar es de justicia destacar la recuperación –muy acertada- de la representación de Autos Sacramentales, piezas de nuestra literatura que llevaban siglos sin representarse públicamente en nuestra ciudad. Recordemos que, organizado por la Cofradía Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena, el pasado 7 de junio, el grupo de teatro Rakataklá interpretó en la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol en Auto Sacramental titulado “La Universal Redención” de Pedro Calderón de la Barca.

A ello siguió, y como preludio de la Solemnidad en cuestión, el Triduo en la Santa Iglesia Catedral, los días 19, 20 y 21 de junio, el último día con la XXVIII Exaltación de la Eucaristía, en esta ocasión realizada por D. Luis Argüello, Vicario General de la Archidiócesis de Valladolid, y por la Vigilia del Corpus, a cargo de la Adoración Nocturna.
Ya en el día del Corpus Christi, 22 de junio, Solemne Eucaristía presidida por Mons. Ricardo Blázquez, Arzobispo de Valladolid, tras la que partió la Procesión con el Santísimo Sacramento por las calles y plazas de esta ciudad. A su regreso al templo catedralicio, S.D.M. permaneció expuesto hasta la celebración de Vísperas, presididas por el Sr. Vicario con la presencia del Sr. Deán de la S.I. Catedral, ya que el Arzobispo -en calidad de presidente de la CEE- viajaba Roma donde al día siguiente sería recibido en audiencia privada por S.S. el Papa Francisco.

Tras la Procesión, el Santísimo permaneció expuesto en adoración.

La procesión ha mantenido el recorrido del año anterior, esto es, saliendo de la S.I. Catedral continuó por Arribas, Catedral, Cánovas del Castillo,  Plaza de la Fuente Dorada, Ferrari, Plaza Mayor (dando la vuelta), Pasión, Plaza de Santa Ana, María de Molina, Héroes de Alcántara (antes Héroes del Alcazar), Zúñiga, Santiago, Constitución, Regalado, Cánovas del Castillo, Catedral y Arribas  hasta la S.I. Catedral.
Sería interesante fijar un recorrido que permanezca inalterable, salvo casos excepcionales como obras o algún impedimento en la vía, tender a un recorrido que sea identificado como del Corpus y recordado por quienes quieran presenciar el paso de la procesión, esto también podría beneficiar a la hora de adornar casas o edificios para esta Solemnidad. A este propósito, es justo mencionar los reposteros que se han colgado en diversos balcones del recorrido y, en especial, el adorno de la fachada de todo un edificio en la calle Regalado con reposteros y tapices.


Novedades con respecto al año anterior, 2013:
El estrado para la Estación y Bendición con el Santísimo Sacramento estaba integrado, con acierto, en el  altar de Nuestra Señora de San Lorenzo.
Cuatro nuevos altares con otras tantas Cofradías, dos Penitenciales (Oración del Huerto y Preciosísima Sangre) y dos de Glorias (Nuestra Señora del Pilar y Carmen de Extramuros).
La Sacramental de la Magdalena regresó a la Procesión.
Nueva bandera de la Cofradía del Santo Sepulcro
Reposteros en las calles.

Y, en cuanto a ausencias:
Una Cofradía no colocó altar, Discípulo Amado y Jesús de Medinaceli, que el año pasado (2013) dedicó al Santo Niño de Cebú.
No ha estado Iglesia Parroquial de San Isidro Labrador.


Planta de Procesión
Pertiguero. Figura histórica recuperada el año pasado.
Cruz alzada (patriarcal) y ciriales de la S.I. Catedral.
Cruz de guía  de la Cofradía de la Sagrada Cena.
Cofradía Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena con su “paso” titular escoltado por agentes de la Policía Municipal.
Parroquia de Nuestra Señora de Prado.
Parroquia de Cristo Redentor.
Parroquia de San Vicente de Paúl.
Parroquia de María Milagrosa (Unidad Parroquial María Milagrosa-Dulce Nombre de María).
Antigua Devoción de Nuestra Señora del Carmen de Extramuros.
Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna.
Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro.
Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros.
Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura.
Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo.
Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores.
Cofradía de las Siete Palabras, figurando también el estandarte de la Parroquia de Santiago Apóstol. (Unidad Parroquial Santiago-El Salvador).
Hermandad Universitaria del Santísimo Cristo de la Luz.
Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, con la Parroquia de Santa María la Antigua.
Cofradía Discípulo Amado y Jesús de Medinaceli.
Cofradía El Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte, con esta Cofradía iba la Parroquial de San Miguel y San Julián y Santa Basilisa (Unidad Parroquial San Miguel-San Nicolás), representando por su estandarte.
Parroquia de San Martín y San Benito El Viejo, con estandarte de la Cofradía Sacramental de dicha parroquial, y la representación de la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de La Piedad.
Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz.
Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo, estrenando bandera.
Cofradía del Santo Entierro.
Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias.
Cofradía Nuestra Señora del Pilar y su Parroquial homónima.
Iglesia Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria (con estandarte de Apostolado de la Oración de dicha Parroquia, guión rojo con Sagrado Corazón de Jesús)
Cofradía de Nuestra Señora del Carmen (Delicias) y la Parroquia de su nombre.
Cofradía Sacramental de Santa María Magdalena y su Parroquia.
Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora del Rosario María Santísima de San Lorenzo.
Archicofradía de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.
Apostolado de Fátima – Ejército Azul de Nuestra Señora.
Adoración Nocturna (Ramas masculina y femenina).
Adoración Real, Perpetua y Universal de la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa.
Adoración Perpetua Valladolid.
V.O.T de Franciscanos y Cofradía de la Orden Franciscana Seglar La Santa Cruz Desnuda.
Cruz Patriarcal
Monaguillos
Seminarios (Menor y Mayor).
Sacerdotes diocesanos. 
Cabildo de la S.I. Catedral de Valladolid, tirando del Carro Triunfal. Precediendo al Santísimo Sacramento iban dos acólitos con la mitra y el báculo del Sr. Arzobispo.
Santísimo Sacramento en la Custodia Procesional de Juan de Arfe.
Mons. Ricardo Blázquez,  Arzobispo de Valladolid, acompaño por el Deán de la S.I. Catedral, Rvdo. Sr. D. José Andrés Cabrerizo y  por el Rector de la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa y Prelado de Honor del Papa, D. Vicente Vara.
Palio.
Asociación Musical de Pedrajas de San Esteban.


Los pasos

La Sagrada Cena.
A las 10 de la mañana partía de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol la Cofradía Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena con su “paso” titular, tallado por Juan Guraya Urrutia, realizado entre 1946 y 1958. A su llegada a la S.I. Catedral y mientras se oficiaba la Eucaristía, el “paso” quedó dispuesto ante la fachada del templo catedralicio como un altar, esperando el inicio de la procesión.

"La Sagrada Cena" (Juan Guraya Urrutia, 1946-1958).
Cofradía Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena.
Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol.
Valladolid.


Santísimo Sacramento en la Custodia.
El conjunto procesional se compone de Carro Triunfal, obra de Pedro de León Sedano (1793); sobre él la gradilla de plata rectangular ochavada de 1846, en la que se asientan los candeleros, serafines, jarras y otras gradas, todo ello en plata, sobre las que se presenta Custodia, realizadas por Gregorio Izquierdo en 1793. Y finalmente la Custodia de plata de Juan de Arfe (1590). El exorno ha consistido en centros compuesto de gladiolos y azucenas en blanco, centro de rosas rojas, y fanales o piñas de claveles rojos con espigas de trigo en las jarras.

Santísimo Sacramento en la Custodia Procesional de Juan de Arfe.

Entrada del Santísimo Sacramento en la S.I. Catedral de Valladolid.




Los altares
El primer altar que encontró la Procesión fue el levantado por la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias, ubicado en la Plaza de Fuente Dorada, presidido por una imagen de Santa Gertrudis (Francisco del Rincón, inicios del siglo XVII) promotora del culto al Sagrado Corazón, junto con dos lienzos de mediados del siglo XIX representando al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, completaban dos ángeles de finales del siglo XIX.

Altar de la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias.


Le seguía, en segundo lugar, el altar de la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores, presentando el grupo de la Sagrada Familia, titular de la antigua Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia, en cuyo seno se constituyó esta Cofradía Penitencial. El grupo recibe culto habitualmente en el Baptisterio de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias).

Altar de la Cofradía La Exaltación de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores.


El siguiente altar que encontraba la Procesión, siendo el tercero, era el de la Cofradía El Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte, asociación que este año celebra el 75 aniversario fundacional. Estaba compuesto por la imagen peregrina del Beato Bernardo Francisco de Hoyos, S.J. Patrón de la Cofradía, imagen bendecida el 29 de noviembre de 2013, y por la imagen de San Miguel Arcángel, uno de los titulares de la Real Iglesia Parroquial donde tiene su sede esta Cofradía y, recordemos, Protector de la ciudad de Valladolid antes de ser nombrado Patrono de la misma San Pedro Regalado.

Altar de la Cofradía El Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte.


La Plaza Mayor se ha convertido en otro punto importante en esta Procesión, en ella se hace una breve Estación con Bendición con S.D.M., y tal vez, la llegada del Santísimo Sacramento hasta el altar donde se hacen estos actos podría ser armonizado con un coro.

A la entrada de la Plaza Mayor se encontraba la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar-La Santa Cruz Desnuda con un altar que recordaba el VIII Centenario de la estancia de San Francisco de Asís en España, peregrinando a Santiago de Compostela. Lugar preferente ocupaba el Poverello de Asís, con algunas alusiones a su visita a la tumba del Apóstol, bordón de peregrino, vieira. Dos imágenes de santos franciscanos de la provincia de Valladolid acompañaban al Seráfico Padre y Patriarca, una la del Patrón de Valladolid, San Pedro Regalado, y la otra una imagen del Santo de La Parrilla, San Francisco de San Miguel, uno de los Proto-mártires de Japón (1597).

Altar de la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar-La Santa Cruz Desnuda.


Casi en frente otro altar, el de su Cofradía Hermana, la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, con la reliquia del Lignum crucis, en su artístico relicario. No pasemos por alto la ubicación de estos dos altares en las proximidades de donde se alzaba la fachada del antiguo y desaparecido Convento de San Francisco, tan vinculado a la historia de estas dos Cofradías.

Altar de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz.


Bajo la triple arcada sobre la que se sostiene la terraza del Ayuntamiento de Valladolid, se disponían, casi como si de un tríptico se tratara, otros tres altares, con imágenes que tienen especial relación con Valladolid, una suerte de evocación de nuestros Santos intercesores ante el Señor y su Santísima Madre, representados por la efigie de nuestra Patrona. En el centro se encontraba, como si fuera la tabla central de este imaginario tríptico, la copia de Nuestra Señora de San Lorenzo, realizada por Miguel Ángel Tapia Palomo (en el año 2000) con la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora del Rosario María Santísima de San Lorenzo. Presentaba manto y una corona que ha sido donada recientemente a la Patrona de Valladolid. A los lados, la Patrona de la Provincia Eclesiástica de Valladolid (desde el 8 de abril de 1886), Santa Teresa de Jesús, imagen de vestir, presidiendo el altar de la Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo. Esta imagen de Santa Teresa, según informa la Cofradía encargada del altar, procede de un convento fundado por la Santa abulense en la  provincia de Palencia, en aquella clausura que encuentra esta imagen del siglo XVII. Al otro lado, San Pedro Regalado, Patrono de Valladolid y su Archidiócesis, ataviado con vestiduras de presbítero, de la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Altar de la Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo.

Altar de la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora del Rosario María Santísima de San Lorenzo.

Altar de la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Estación y Bendición con el Santísimo Sacramento.



Seguían dos Cofradías que se presentaban como novedad este año, aunque no serían las únicas. En primer lugar, la Cofradía Penitencial de la Oración del Huerto y San Pascual Bailón, Hermandad que también celebra su 75 aniversario fundacional, presentaba la imagen de su Co-titular, San Pascual Bailón, Patrono de los Congresos y Asociaciones Eucarísticas.

Altar de la Cofradía Penitencial de La Oración del Huerto y San Pascual Bailón.


A continuación, la Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, con su altar dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Una imagen que, siguiendo el modelo de la realizada por Félix Granda, recibe culto en la Parroquial de Santa María la Antigua.

Altar de la Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.


El último altar en la Plaza Mayor era el que levantó la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad. Este año, la Cofradía optó por una imagen de Nuestra Señora de las Viñas (finales del siglo XVIII), de vestir y tamaño académico, cedida para la ocasión por el Museo Etnográfico de Toro y su Alfoz. Destacaba también un camafeo con la representación de la Piedad.

Altar de la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad.


En la calle de la Pasión, en la fachada de la Iglesia que la da nombre, hoy convertida en Sala de Exposiciones Municipal, se ubicaba el altar preparado por la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, con la representación del Martirio de San Juan Bautista y la reliquia de su Co-Patrono San Rafael Arnaiz.

Altar de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo.


La Cofradía del Santo Entierro abría las puertas de la Iglesia Conventual del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana mostrando un altar con la imagen de San Bernardo de Claraval.

Altar de la Cofradía del Santo Entierro.


Le seguía, en la calle Héroes de Alcántara, el altar de la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, fiel a sus orígenes en las Congregaciones Marianas presentaba las imágenes de sus Patronos, la Inmaculada Concepción y San Luis Gonzaga.

Altar de la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna.


Otras dos Cofradías, en este caso de Gloria, se estrenaban en esta edición del Corpus Christi en esta práctica de levantar altares. La Cofradía de Nuestra Señora del Pilar, con su imagen procesional (1926) en la calle Zúñiga y la Antigua Devoción de Nuestra Señora del Carmen de Extramuros, con una efigie de Nuestra Señora del Carmen, apodada “La Pedigüeña”, con las imágenes de San José y Santa Teresa de Jesús, en la calle Santiago.

Altar de la Cofradía de Nuestra Señora del Pilar.


Altar de la Antigua Devoción de Nuestra Señora del Carmen de Extramuros.



La Cofradía de las Siete Palabras esperaba a continuación con su altar erigido en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, con la imagen del titular del templo, Santiago Apóstol como peregrino y dos ángeles adoradores. El paso de la Procesión fue acompañada del tañer de la campana de dicha Parroquial, siendo recibido el Santísimo Sacramento con una lluvia de pétalos (al igual que la hubo desde la terraza de la Casa Consistorial) desde uno de los balcones. 

Altar de la Cofradía Las Siete Palabras.


Nada más entrar en la calle Constitución, la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen (Delicias) con una de sus imágenes procesionales, “Nuestra Señora del Carmen” (1958), acompañada de dos pequeños ángeles adoradores.

Altar de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen (Delicias).


En la misma calle Constitución, la Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura presentaba su altar, con la imagen de Nuestra Señora del Henar que recibe culto en la Parroquial de San Andrés. Esta Cofradía se ha propuesto ir dedicando los altares de esta celebración a las imágenes titulares de antiguas Cofradías que estaban erigidas en la Parroquia de San Andrés Apóstol, su sede canónica. La imagen de Nuestra Señora del Henar ha sido sometida al una intervención de restauración para esta ocasión, publicando la Cofradía que se han encontrado con una imagen del siglo XVII. Será la imagen del Virgen, no así el Niño. El P. Miguel María Arribas (O. Carm.) en su Historia del Santuario del Henar (Págs. 231-232) menciona que en el año 1864, una devota mujer de Valladolid (Doña Rafaela Fernández Cid) mandó esculpir una imagen de la Virgen María al escultor Nicolás Fernández de la Oliva. Una niña que la vio pidió que le diera el nombre de Nuestra Señora del Henar. Con ese nombre ha recibido culto primeramente en la Iglesia de San Esteban El Real, hoy Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa. Casimiro García González-Valladolid la localiza en el lado de la epístola “la segunda capilla tiene un retablito igual á la del Purísimo Corazón de María, y su trono principal le ocupa la imágen de bastidores de Nuestra señora del Henar”. El caso es que todos esos datos parecen hacer mención a otra imagen distinta a la que ha llegado a nuestros días venerada en la parroquial de San Andrés Apóstol, ya que recordemos que el 27 de octubre de 1869 la Iglesia de San Esteban el Real sufre un incendio que acaba con todas las imágenes, pinturas y retablos que estaban colocados en la iglesia. Para la preparación de este altar por parte de la Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura, se ha restaurado la imagen siendo datada en el siglo XVII, podría pensarse que tras el incendio se reutilizase una imagen anterior mudándola a Nuestra Señora del Henar agregando una imagen del Niño Jesús en aquella transformación. Esta imagen de Nuestra Señora del Henar contó con su propia Cofradía fundada en 1937. De la Parroquial de San Esteban El Real pasó, en 1944, a la Iglesia de los Padres Capuchinos de la Plaza España (antiguo convento de San Felipe de la Penitencia) y finalmente, en 1961, recaló en la Parroquial de San Andrés Apóstol, donde se venera actualmente, en el altar colateral del lado del Evangelio. Otras pequeñas tallas, procedentes de las capillas-hornacinas del paso estrenado este año por la Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, representando a la Inmaculada Concepción (Patrona de la Cofradía), San Andrés Apóstol (titular de su sede canónica), Nuestra Señora de San Lorenzo (Patrona de Valladolid) y San Pedro Regalado (Patrono de Valladolid), completaban el altar.

Altar de la Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura.


El último altar, vigésimo, se encontraba también en la calle Constitución, en el Claustro del Oratorio de San Felipe Neri, Este altar, a cargo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro mostraba otro santo de la Archidiócesis, San José Fernández, oriundo de Ventosa de la Cuesta (Valladolid).

Altar de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro.


En fin, una celebración que va en alza pero que necesita volver a calar en los vallisoletanos para que acudan a ella tanto a participar como para contemplarla. Es una Solemnidad, no lo olvidemos, que tampoco debería verse como exclusiva de Cofradías y Asociaciones religiosas, por otro lado necesarias para su organización, es de todos los católicos vallisoletanos o que vengan de otros lugares a compartirla con nosotros.

No me resisto a formular algunas sugerencias, además de las ya mencionadas como un coro en la Plaza Mayor para la llegada del Santísimo Sacramento entonando cantos, motetes y villancicos propios de esta fiesta que podrían recuperarse, o el establecimiento de un recorrido definitivo. Otras podrían ser convertir en oficial, mediante decretos de la autoridad competente, aspectos que en estos años parecen necesitar de una renovada autorización, como es la presencia de “pasos” procesionales o imágenes en el cortejo procesional. Cuando a mediados de la década de los 20 del siglo XX se prohíbe la presencia de la imágenes en la Procesión, para centrar la atención en el verdadero protagonista, la presencia real de Cristo en el Santísimo Sacramento, hay que recordar, según aparece en las crónicas de la prensa de la época, estas imágenes había alcanzado una importancia tal que iban entre vítores y se había establecido una especie de rivalidad entre sus devotos a la hora de acompañarlas que en alguna ocasión llevó a un episodio de enfrentamiento en el que se llegó a las manos. Esta costumbre la fue criticada en su época. A día de hoy y tras varias décadas sin la presencia de imágenes en el cortejo, la acertada participación del “paso” de “La Sagrada Cena” instruye del momento en que se instituye la Eucaristía, Sacramento de su Cuerpo y Sangre, que se conmemora en la Solemnidad del Corpus Christi.
Personalmente creo que también se podría incorporar con el paso del tiempo alguna imagen más al cortejo procesional, concretamente uno, la Inmaculada Concepción, Ella que fue el primer Sagrario, preservada de toda mancha de pecado desde el primer instante de su ser natural. Hay imágenes de alta calidad artística y gran belleza entre las que cabría elegir, como alguna del modelo de Gregorio Fernández, en especial la del Convento de Santa Clara o la del Carmen de Extramuros, también en la Concepción del Carmen, pero privar a las religiosas Carmelitas de la imagen que preside su retablo mayor en un fecha tan señalada tal vez no sería muy apropiado. Otra imagen de esta iconografía a destacar sería la Inmaculada Concepción de Pedro de Ávila en el Oratorio de San Felipe Neri.
Por otro lado, también podría reglamentarse la presencia extraordinaria de otras imágenes o “pasos” en la celebración de efemérides.

Además, sería aconsejable no eliminar la cartelería y poner toda la información a través de internet. Si por el motivo que sea, como ha ocurrido este año, no hay carteles, los propios templos podrían tener la iniciativa de anunciar esta Solemnidad, su Procesión etc, con sus propios medios.

Para terminar, es de justicia agradecer a todos/as cuantos han hecho posible esta Solemnidad: Al Arzobispado de Valladolid, Ayuntamiento de Valladolid (tanto por la posibilidad de ocupar la las calles con altares, la procesión, limpieza…), Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, Policía Municipal y Nacional, Asociaciones religiosas, Cofradías Penitenciales, Sacramentales, de Gloria y Devocionales, particulares que han adornado sus fachadas y balcones, etc, etc.


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