lunes, 7 de mayo de 2018

PROCESIÓN DE LAS PALMAS

En la mañana del Domingo de Ramos tiene lugar una de las procesiones más esperadas de la Semana Santa, la Procesión de las Palmas, en la que tienen un protagonismo especial los/as niños/as de la ciudad, trascendiendo a si participan o no dentro del cortejo procesional, pues no hay más que ver como entre el público abunda la corta edad.


Organizada por la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, propietaria del conjunto procesional que representa la escena y en cuyo templo penitencial, por suerte, aún se conserva, puede considerarse una procesión que, además de ser vivida en la actualidad, tiene el poder de enlazarnos con el pasado, de varios siglos, de lugares desaparecidos para nuestra ciudad...

Junto a la antigüedad de la citada Cofradía, el primer aspecto que nos enlaza con el pasado es el propio paso procesional, testimonio único de los conjuntos procesionales antes de la renovación iniciada por Francisco del Rincón y consolidada posteriormente con Gregorio Fernández y su larga lista de seguidores.

Efectivamente, es un conjunto datado a mediados del siglo XVI, compuesto por un total de siete personas y dos animales: Cristo montado en un pollino, al que se le une un una cría –siguiendo el relato de San Mateo-, acompañado de tres apóstoles (más que probable que sean Pedro, Juan y Santiago, los mismos que le acompañaron en otros momentos relevantes como la Transfiguración o en la agonía en Getsemaní) y otros tres personajes vestidos de forma contemporánea a la ejecución del paso que, con palmas y mantos aclaman al Salvador.


La autoría del paso plantea en la actualidad diversas hipótesis: Por un lado, Jesús María Parrado del Olmo considera todo el conjunto obra de Francisco Giralte datada entre 1542 y 1550. Mientras que José Ignacio Hernández Redondo opina que el aspecto actual del paso es fruto de una importante reforma realizada hacia el año 1600, momento en que las figuras que van en la parte delantera del paso serían realizadas –tal vez- por Francisco del Rincón. A ello se suma otra hipótesis de Andrés Álvarez Vicente (Catálogo de exposición Imaginería ligera en Valladolid) según la cual en el siglo XVII algunas figuras de anteriores pasos que iban siendo sustituidos por los de madera policromada, podrían haber recalado en este conjunto.

Nos enlaza también con lugares desaparecidos (como otras procesiones de esta Cofradía), en especial con el Convento de San Francisco, situado en la hoy Plaza Mayor de Valladolid. Consta que, antiguamente, el Domingo de Ramos, la Cofradía trasladaba el paso hasta este convento, en cuya iglesia se celebraba la Misa Solemne con bendición de ramos y, a continuación, se organizaba una procesión con dicho paso por el claustro, la nave de Santa Juana, patio de entrada del convento, volviendo a entrar a la Iglesia de los Franciscanos, para finalmente retornar a la Iglesia de la Cruz en compañía de sus cofrades.


Parece ser, a juzgar por la prensa de la época, que durante años la Procesión de las Palmas no se celebró o al menos portando el paso. Cabe reseñar lo ocurrido en 1897, en que el paso fue trasladado procesionalmente hasta San Miguel para las celebraciones litúrgicas y posteriormente tomó un recorrido –aunque en sentido inverso- que, desde la Catedral hasta la Penitencial de la Cruz conservará durante muchos años. Así se dice que saldrá a las 9 de la mañana desde la Iglesia de la Cruz, continuando por “Cantarranas, Damas. Rosarillo, San Blas, Plaza de San Miguel, Concepción y entrada triunfal en San Miguel. Celebrados los Oficios volverá por las calles de San Ignacio, San Benito, Rinconada, Manzana, Plaza Mayor, Victoria, Alfonso XII, Regalado, Orates, Fuente Dorara, Quiñones, Lonja y Platerías hasta la Penitencial de la Cruz”. En la crónica se dice que hacía años que no se veía así la procesión, terminando sobre la 1 y añade “De desear sería que tal espectáculo se vuelva a repetir en años venideros”.

Del primer tercio del siglo XX se conservan interesantes fotografías de este paso. Por un lado, en la guía de Semana Santa de 1924 en un retablo dentro de la Penitencial de la Vera Cruz (en lugar de mostrarse en la carroza como estamos acostumbrados en la actualidad). Aparece como un conjunto ordenado de figuras en el que Cristo sobre el pollino ocupa el centro, sobre una sucesión de gradas escalonadas, a los lados, sendos grupos de tres figuras mezcladas, apóstoles y los tres personajes que completan el paso. Cristo viste amplia túnica, su cabeza su muestras las potencias y en su mano porta una artística palma. Por su parte, el resto de figuras aparecen revestidas con capas, golillas y mantos de tela natural. Por cierto, en algunas fotografías posteriores –parece que en los años ¿60-70? del siglo XX- se aprecia la presencia de halos en las cabezas de los apóstoles. 

La otra fotografía interesante en este primer tercio de siglo es el paso en procesión, pasando por delante de la Casa Consistorial, en la que es posible ver con mayor detalle a las imágenes revestidas. Por otro lado, varía ligeramente su disposición, al estar uno de los anónimos personajes ante Jesús, de espaldas al público. A este respecto, hay que tener presente que la disposición de las figuras ha variado a lo largo de tiempo, colocando –en ocasiones- a dos de los apóstoles en la parte delantera del paso mirando hacia el público. Interesante es también el modo de portar el paso, a hombros, en unas andas con tres varales que se ayudan con horquillas en las paradas. En la parte delantera -que es la que se ve- (probablemente en la trasera ocurriera lo mismo) tan sólo hay espacio para una persona por varal, quedando el resto de cargadores en los laterales, distribuidos en fila longitudinalmente a lo largo del lateral de la peana que porta las imágenes. Los cofrades y participantes en la procesión que aparecen en la fotografía van sin hábito y con medalla. 

En 1931 será el último año que se celebren procesiones en los convulsos años 30. En 1932, 1933 y 1934 no hay procesiones. En 1935 salen las procesiones de las Palmas, Vía Crucis (Miércoles Santo) y Santo Entierro (Viernes Santo), y tras una nueva suspensión en 1936, se recuperan definitivamente en 1937.
Una vez recuperadas las procesiones, habrá años en los que se alterne la salida del grupo entero y otros en los que salga sólo la imagen de Cristo a lomos de la borriquilla, así ocurrió entre 1954 (aproximadamente) y 1964, ya que éste último año –y gracias a la prensa local- sabemos que el paso fue restaurado por Mariano Nieto (madera) y Ramón García del Castillo (policromía) y concreta que llevaban sin salir completo 10 años. Tal vez en este periodo es cuando se pueda datar el boceto para un nuevo conjunto procesional de “La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén” que se conserva en la Penitencial de la Santa Vera Cruz y que se pudo ver expuesto en la exposición “Reproducciones de la Pasión” en el año 2014 (ver enlace).

Boceto "Entrada de Jesús en Jerusalén" (h. 1947).
Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz,
Valladolid.
Si bien es cierto que podemos decir que la Procesión tiene dos puntos destacados, la Penitencial de la Santa Vera Cruz (donde se conserva el conjunto procesional y desde donde sale en procesión y al punto que regresa) y la Catedral (donde al finalizar la Bendición de Palmas y Misa el Sr. Arzobispo de incorpora al cortejo procesional) hubo años que, por diversas circunstancias se modificó la costumbre. Así, el 19 de marzo de 1989, Domingo de Ramos, la Bendición de Palmas y el inicio de la Procesión fue en el Convento de San Pablo (donde se celebraron los diversos Oficios de Semana Santa que habitualmente se celebran en la Catedral) ya que el templo catedralicio albergaba la exposición “El Arte en la Iglesia de Castilla y León” de Las Edades del Hombre (24 de octubre de 1988-2 de abril de 1989). Por otro lado, el 24 de marzo de 1991, Domingo de Ramos, la plática y bendición con la que finaliza la procesión tuvo lugar en la S.I.M. Catedral ya que la Penitencial de la Santa Vera Cruz se encontraba cerrada por obras de restauración (parte de su patrimonio procesional se había llevado a la Iglesia Conventual de San Quirce y Santa Julita).

La costumbre de procesionar este conjunto a hombros se recupera en el año 2000 (se vería afectada por la lluvia) aunque un par de años más tarde, volvería a carroza sobre ruedas. Por fortuna, en la actualidad y desde 2013, este emotivo paso es portado a hombros, cuidando también la ambientación en la que se desarrolla la escena con elementos como una palmera, etc.

Como un último apunte señalar que desde 2012 se viene realizando una Misa Cuaresmal en honor a Jesús en su Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, en la que tienen especial relevancia las secciones infantiles tanto de la Penitencial de la Santa Vera Cruz como de las restantes Cofradías vallisoletanas.


En la actualidad, la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, vive la mañana del Domingo de Ramos comenzando a las 9:30 con la celebración de la Solemne Eucaristía de Bendición de las Palmas con procesión alrededor del Templo. Posteriormente, a las 11 de la mañana, parte desde su templo en dirección a la S.I. Catedral donde da comienzo la Procesión de Las Palmas (Programa Oficial, 2018):

A las doce de la mañana, partirá de la Iglesia Penitencial de la Santa Vera-Cruz, la Procesión de las Palmas, con el "paso" "LA ENTRADA TRIUNFAL DE JESUS EN JERUSALEN" (Francisco Giralte, s. XVI), acompañado por su cofradía titular, por: Macias Picavea, Plaza de la Libertad, Plaza del Portugalete y Arribas hasta la S.I.M. Catedral, desde donde continuará la procesión, con las secciones infantiles del resto de las Cofradías Vallisoletanas, acompañando a la Cofradía Penitencial de la Santa Vera-Cruz.
RECORRIDO: Cascajares, Regalado, Duque de la Victoria, Montero Calvo, Santiago, Plaza Mayor (por delante del Ayuntamiento), Ferrari, Quiñones, Lonja, Plaza del Ochavo y Platerías hasta la Iglesia Penitencial de la Sta. Vera-Cruz desde cuyo pórtico el Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal Arzobispo dirigirá una plática e impartirá a continuación su bendición a los asistentes, finalizando la procesión entonando el Hosanna al Hijo de David.

Como no puede ser de otra manera, se concluye con dos cánticos típicos de la mañana del Domingo de Ramos durante esta procesión:

Gloria al hijo de David 
Sol inmenso de bondad,
¡Hosana! Al que viene en nombre 
del Excelso Jehová.
¡Hosana! Al que viene en nombre 
del Excelso Jehová.

Cantemos alabanzas
Al Hijo de David
Eterno es su reinado
Su amor no tiene fin.
Hosana al Rey del Cielo 
De inmensa majestad,
Su gloria es infinita 
Su trono es inmortal.

Gloria al hijo de David 
Sol inmenso de bondad,
¡Hosana! Al que viene en nombre 
del Excelso Jehová.
¡Hosana! Al que viene en nombre 
del Excelso Jehová.

Triunfante y amoroso 
Jesús se acerca ya 
Con Palmas y laureles 
salgámosle  a esperar.
Su rostro es como un lirio
De aroma celestial
Sus pasos recordemos
De Dios su majestad.

O bien:
Tu reino es vida, tu reino es verdad; 
tu reino es justicia, tu reino es paz; 
tu reino es gracia, tu reino es amor: 
venga a nosotros tu reino, Señor; 
venga a nosotros tu reino, Señor.

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