Nuestra Señora de La Paz y del Buen Viaje de Antipolo (Filipinas) Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa Valladolid |
Nuestra Señora de la Paz y del Buen Viaje (llamada también Virgen de Antipolo), es Patrona de La Paz, un municipio situado en la parte central de la Isla de Luzón (provincia de Tárlac, Filipinas).
La imagen fue llevada aquel lugar desde México por el galeón El Almirante a petición del gobernador Juan Niño de Tabora en 1626. La feliz navegación a través el Océano Pacífico se atribuyó a la imagen de la Virgen, por ello se le dio el título de Nuestra Señora de la Paz y Buen Viaje. Buscando su protección fue embarcada como patrona del Galeón de Manila en otros seis viajes de Manila a Acapulco.
Su fiesta se celebra día 26 de abril.
La Imagen que actualmente se venera en la Basílica Santuario de La Gran Promesa fue regalada por Mons. Gabriel Martelino Reyes (*24/03/1892 - † 10/10/1952), Arzobispo de Manila entre 1949 y 1952.
Dicha efigie, tras recorrer varios pueblos y ciudades de Filipinas, fue despedida en el Palacio Presidencial de aquella República por el Jefe de Estado y partió del archipiélago, haciendo parada en Roma el 24 de mayo de 1951, donde permaneció dos semanas y fue bendecida por el Papa Pío XII (ABC, 25/04/1951, pág. 21) incluso parece que por unos instantes ocupó el trono pontificio (El Norte de Castilla, 27/05/1951 y 29/05/1951).
Desde allí, fue trasladada a Madrid, donde llegó la madrugada del domingo 20 de mayo del mismo año (ABC, 19/05/1951, pág. 22), quedó depositada en Barajas hasta la mañana del día siguiente en que desde la plaza de Manuel Becerra fue llevada procesionalmente por las calles de Francisco Silvela y Lista, hasta la iglesia del Rosario (Padres Dominicos), donde se cantó un Te Deum seguido de misa con sermón.
Esa misma tarde, a las siete y media, comenzó un solemne triduo.
Dicha efigie, tras recorrer varios pueblos y ciudades de Filipinas, fue despedida en el Palacio Presidencial de aquella República por el Jefe de Estado y partió del archipiélago, haciendo parada en Roma el 24 de mayo de 1951, donde permaneció dos semanas y fue bendecida por el Papa Pío XII (ABC, 25/04/1951, pág. 21) incluso parece que por unos instantes ocupó el trono pontificio (El Norte de Castilla, 27/05/1951 y 29/05/1951).
Desde allí, fue trasladada a Madrid, donde llegó la madrugada del domingo 20 de mayo del mismo año (ABC, 19/05/1951, pág. 22), quedó depositada en Barajas hasta la mañana del día siguiente en que desde la plaza de Manuel Becerra fue llevada procesionalmente por las calles de Francisco Silvela y Lista, hasta la iglesia del Rosario (Padres Dominicos), donde se cantó un Te Deum seguido de misa con sermón.
Esa misma tarde, a las siete y media, comenzó un solemne triduo.
Según las crónicas (ABC, 22/05/1951, Pág. 25), la imagen llegó acompañada por el Obispo Auxiliar de Manila, monseñor Vicente Reyes; la señorita Ocampo, de las Damas Católicas de Filipinas, y el padre David Nucientes.
En el aeropuerto fue recibida la imagen y las personalidades que con ella vinieron por el embajador de aquella República en España, D. Manuel V. Morán, y su esposa; por el ministro de Filipinas, coronel Nieto, y toda la colonia de esta nación en Madrid.
La crónica de este acto publicada en el Diario Regional de 22 de mayo de 1951 repite algunos datos y completa la anterior: En la portada, fotografía de la imagen nada más ser bajada del avión, llevada por dos personas, en el aeropuerto de Barajas, donde llegó el día anterior (21 de mayo), fue trasladada a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario (PP. Dominicos); en el viaje estuvo acompañada de 40 peregrinos desde Manila. En el avión también llegaron el embajador de Filipinas en España, don Manuel Morán: el obispo auxiliar de Manila, monseñor Vicente Reyes, acompañado de varios sacerdotes y familias filipinas hasta los 40 peregrinos. Al aeropuerto madrileño asistieron representaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Trabajo, Ayuntamiento de Madrid, con su teniente de alcalde, señor Gutiérrez del Castillo, numerosos vallisoletanos residentes en la capital de España, entre ellos el Director de la Compañía Telefónica, señor Mestre; delegado del Excmo. Sr. Arzobispo de Valladolid, don Emilio Álvarez; el capellán del Santuario, don José Ramírez y otras personalidades.
En el aeropuerto fue recibida la imagen y las personalidades que con ella vinieron por el embajador de aquella República en España, D. Manuel V. Morán, y su esposa; por el ministro de Filipinas, coronel Nieto, y toda la colonia de esta nación en Madrid.
La crónica de este acto publicada en el Diario Regional de 22 de mayo de 1951 repite algunos datos y completa la anterior: En la portada, fotografía de la imagen nada más ser bajada del avión, llevada por dos personas, en el aeropuerto de Barajas, donde llegó el día anterior (21 de mayo), fue trasladada a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario (PP. Dominicos); en el viaje estuvo acompañada de 40 peregrinos desde Manila. En el avión también llegaron el embajador de Filipinas en España, don Manuel Morán: el obispo auxiliar de Manila, monseñor Vicente Reyes, acompañado de varios sacerdotes y familias filipinas hasta los 40 peregrinos. Al aeropuerto madrileño asistieron representaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Trabajo, Ayuntamiento de Madrid, con su teniente de alcalde, señor Gutiérrez del Castillo, numerosos vallisoletanos residentes en la capital de España, entre ellos el Director de la Compañía Telefónica, señor Mestre; delegado del Excmo. Sr. Arzobispo de Valladolid, don Emilio Álvarez; el capellán del Santuario, don José Ramírez y otras personalidades.
A las 10 de la mañana partió del aeródromo la comitiva, la imagen en automóvil descubierto, al llegar a la Plaza de Manuel Becerra se organizó la comitiva en la que figuraban las autoridades mencionadas más el ministro de Filipinas en Madrid, coronel Nieto; el ex rector de la Universidad de Santo Tomás de Manila, R. Padre Sancho; miembros de la colonia filipina, muchos vallisoletanos y multitud de madrileños. En procesión la imagen fue llevada a hombros por las autoridades asistentes. En la iglesia del Rosario se entonó un solemne Te Deum, seguido de misa por el rector del Santuario de la Gran Promesa, de Valladolid, predicando el cura párroco del Pilar, don Daniel Lamprade. Terminó con la Salve. Por la tarde comenzó el triduo.
Este mismo periódico se sigue haciendo eco de estos actos durante los días siguientes. Así, en el Diario Regional de 23 de mayo de 1951, puede verse en la portada, la Virgen de Antipolo procesionando a hombros de jóvenes de la colonia filipina por las calles de Madrid. Anuncia que la imagen llegará a Valladolid el domingo y que nuestro prelado sugirió al arzobispo de Manila esta representación del Mundo Hispánico Oriental. Se publica una alocución del arzobispo de Valladolid diciendo que “El día 24 de octubre del año próximo pasado dirigimos un mensaje al Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Manila” se le manifestaba la posibilidad de, con el deseo de convertir el Santuario en centro de devoción del Mundo Hispánico, se entronizase en las capillas de dicho templo una imagen de la Virgen de Guadalupe y otra de la Virgen de la Paz y Buen Viaje de Antipolo. El mismo arzobispo de Manila, como contestación al mensaje, viajó a Valladolid para visitar el Santuario.
El día 22 de abril, la imagen, reproducción exactísima de la original, hecha por un escultor filipino, después de recorrer gran parte de las Islas Filipinas, salió del aeropuerto de Manila. Desde Manila viajó a Roma, donde la comitiva fue recibida por su Santidad, quien bendijo la imagen. El 21 de mayo llegó a Madrid. Los días 21, 22 y 23 de mayo se celebró un triduo en su honor en Madrid. Llegará a Valladolid el domingo 27 de mayo (como vemos es un escrito, del Arzobispo firmado en Valladolid el 21 de mayo de 1951, que resume los actos ya celebrados y anuncia los de la llegada a Valladolid y entronización).
Nuestra Señora de La Paz y del Buen Viaje, de Antipolo, Filipinas (Detalle) Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa Valladolid |
Portada del Diario Regional de 25/05/1951, anuncia la llegada de la imagen el domingo a la Iglesia de PP. Agustinos. Por la tarde, después de ser trasladada a la Plaza Mayor, se organizará la comitiva para llevarla al Santuario. Durante toda la noche del domingo al lunes se celebrará una Vigilia extraordinaria de la Adoración Nocturna. El lunes a las 7 de la mañana, S.E. Reverendísima celebrará una misa de comunión general; a las 11 misa solemne, y después de un Te Deum, la imagen será trasladada a su capilla, donde será entronizada. Finalmente se cantará la Salve.
Pero más interesante resulta lo publicado por el mismo Diario el 26 de mayo de 1951, víspera de la llegada de la imagen a Valladolid:
En el recibimiento en Valladolid, el Gobierno estará representado por el embajador, señor Marqués de Aycinema; también el embajador de Filipinas en España, don Manuel V. Morán, su esposa y el obispo auxiliar de Manila, A la 1 de la tarde en una carroza automóvil llegará a la Iglesia de los PP. Agustinos donde será recibida por las autoridades, se cantará la Salve y el Himno nacional filipino al Sagrado Corazón de Jesús. La misma caravana, precedida de un piquete de la Guardia Civil a caballo, trasladará a las cinco de la tarde a la imagen de la Plaza Mayor, en ese momento se echarán al vuelo las campanas de la ciudad. El arzobispo de Valladolid y los prelados de Salamanca y Palencia, cabildo metropolitano, párrocos, autoridades y representaciones oficiales esperarán a la imagen en la puerta del Ayuntamiento. En la terraza de hará la entrega oficial por parte del obispo auxiliar de Manila y contestación del arzobispo de Valladolid, concluyendo con la Salve.
Terminado el acto, procesión hasta el Santuario. Orden de la Procesión:
- Piquete de la Guardia Civil a caballo.
- Banda del Reformatorio “Doctor Gandásegui”.
- Colegios de niños y niñas, de doce en fondo.
- Señoras en filas de diez en fondo.
- Congregaciones Marianas y J.O.C. Femenina
- Acción Católica femenina, jóvenes y señoras.
- Congregaciones masculinas de Luises, Josefinos, etc., y jóvenes y hombres de la Acción Católica.
- Junta y Consejos diocesanos de Acción Católica.
- Clero secular y regular.
- Representantes filipinos presididos por el embajador de Filipinas en España.
- Carroza de la Virgen.
- Cabildo metropolitano.
- Presidencia litúrgica, formada por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo y Obispos.
- Representante del Gobierno.
- Autoridades y representaciones.
- Banda Militar.
Ya hemos visto que estaba previsto que la imagen llegara a la Iglesia de los Padres Agustinos Filipinos a las 13 horas, aunque llegó con una hora de retraso, este momento fue anunciado a la ciudad tocando las campanas de todos los templos y disparando cohetes y bombas de artificio. La caravana de coches llegó a Valladolid, procedente de Madrid, por la Pasarela. En el primer coche venían el vicario del arzobispado, ilustrísimo señor don Ángel Sánchez, y el canónigo de esta Santa Iglesia Metropolitana y rector del Santuario Nacional, muy Ilustre señor don Emilio Álvarez Gallego; en el segundo, el embajador del Gobierno de Filipinas en España, don Manuel V. Morán, con su esposa, que representaba al Jefe de Estado filipino; en el tercero, la Virgen de Antipolo, y en el cuarto coche, el obispo auxiliar de Manila, monseñor Vicente Reyes, que representaba al señor arzobispo de la capital de Filipinas.
Seguían después hasta 26 turismos y autocares ocupados por peregrinos filipinos y numerosos vallisoletanos residentes en Madrid.
Seguidamente de su llegada ante la iglesia de PP. Agustinos Filipinos, y una vez hechos los saludos y presentaciones de rigor, la venerada imagen de Antipolo, a hombros de jóvenes filipinos, fue trasladada al templo y colocada en el presbiterio, mientras las autoridades y representaciones se situaban en los sitiales preparados al efecto, cantándose a continuación por el coro del Colegio y la «Schola Cantorum» del Seminario, bajo la dirección del maestro García Blanco, el himno de la Virgen de Antipolo.
Una vez retiradas las autoridades, el numeroso público congregado en la iglesia y sus alrededores fue pasando ante la imagen para besar su manto, ricamente recamado de oro y valioso, así como la corona, pendientes, rosario y bastón de mando con que venia alhajada.
También estaba previsto que en este templo estuviera la imagen hasta la cinco de la tarde, sin embargo, la afluencia de fieles llevó consigo un retraso en su traslado hasta la Casa Consistorial. Desde los PP. Agustinos hasta a la Plaza Mayor, la caravana de automóviles que acompañaba a la imagen fue por el Paseo de Filipinos, Avenida del Generalísimo, Santiago y Plaza Mayor. Allí, en la terraza del Ayuntamiento tuvo lugar el acto de entrega de la Imagen a la ciudad de Valladolid por parte del obispo auxiliar de Manila al Arzobispo de Valladolid. Terminado el mismo, fue trasladada procesionalmente en carroza por la Acera de San Francisco, Fuente Dorada, Cánovas del Castillo, Cascajares, Arribas, Cardenal Cos, Plaza de la Universidad, Librería, Plaza de Santa Cruz y Alonso Pesquera hasta el Santuario Nacional, donde quedó expuesta sobre un altar portátil junto a la capilla mayor del Santuario. Ya por la noche, hubo una vigilia extraordinaria de la Adoración Nocturna, que duró toda la noche, en rogativa ferviente por Filipinas y por España.
Esta vigilia terminó a las siete de la mañana, con misa de comunión, celebrada por el señor arzobispo de Valladolid.
A las once de la mañana tuvo lugar una misa solemne, que fue predicada por el excelentísimo y reverendísimo señor don Vicente P. Reyes, obispo auxiliar de Manila. Terminada la misma, se entonó un Te Deum mientras la imagen era trasladada a su altar y entronizada en el mismo, concluyendo con el canto de la Salve.
Como un último apunte sobre la autoría de la imagen, aunque no se proporcione el nombre del autor, en el Diario Regional de 29/05/1951 se recoge que “Es obra de una artista filipino, como también lo es la ornamentación de la Capilla dedicada en el Santuario Nacional de la Gran Promesa a la Virgen Santísima de Antipolo”. En la capilla se puede contemplar varias pinturas: rodeando el retablo, una gran pintura alusiva al viaje de los españoles hacia Filipinas. En los lunetos laterales la "Llegada de la Expedición Legazpi-Urdaneta a Filipinas", tratándose de una interpretación de la pintura del mismo tema realizada por Telesforo Sucgang (Madrid, 1893, conservada en el Museo Oriental de Valladolid) y, por otro lado "Veneración del Santo Niño de Cebú", se trata de una imagen del Niño Jesús con atributos de realeza que Magallanes llevó a Filipinas en 1521 y que regaló a la "reina Juana" de Cebú cuando ella y su Corte de bautizaron, pidió la imagen del Niño para sustituir a los ídolos y allí quedó; años más tarde, en 1565, la expedición Legazpi-Urdaneta encontraría de nuevo la imagen del Divino Infante. Una copia de la misma se trasladó a Valladolid hacia 1760 donada por el P. Bernardo Suárez y desde entonces, el Real Colegio de los PP. Agustinos de Valladolid (y la Iglesia Parroquial de San Agustín, establecida en el mismo) es uno de los focos devocionales de este Niño Jesús, figurando su imagen tanto en el retablo mayor como en la fachada del templo, ésta última obra del escultor Pedro Verdugo (así como varias representaciones en el Museo Oriental), celebrándose su fiesta el tercer domingo de enero.
Los años siguientes se la tributaron cultos dentro de la Semana Filipina organizada por la Asociación de Universitarios Filipinos en España, bajo patrocinio del Instituto de Cultura Hispánica. Durante la misma, se celebraban conferencias, exposiciones, danzas y una peregrinación a Valladolid (organizada por el Circulo Filipino). Aquí los filipinos residentes en España rendían homenaje de devoción a su Patrona, la Virgen de Antipolo, entronizada en el Santuario Nacional de la Gran promesa, con una misa y procesión, asistiendo a alguno de los días del triduo en honor de la Virgen isleña. Igualmente, desde 1951, la imagen comenzó a ser visitada por la Archicofradía de la Corte de María el día 3 de cada mes (sustituyendo a Nuestra Señora de la Soledad de la Parroquia de San Esteban El Real, extinta al convertirse en Santuario de La Gran Promesa).
En la actualidad, la Imagen de Nuestra Señora de La Paz y del Buen Viaje de Antipolo recibe culto en la segunda capilla del lado de la Epístola en el Santuario de la Gran Promesa.