lunes, 8 de octubre de 2018

LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA CON EL NIÑO, CONOCIDA COMO “DE LOS ÁNGELES” DE LA PARROQUIA DE SANTA MARÍA LA ANTIGUA Y SU RELACIÓN CON OTRAS ADVOCACIONES MARIANAS DE DICHO TEMPLO

Con motivo de las próximas obras de restauración en el interior de la Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua, vamos a acercarnos a algunas de las históricas devociones marianas que han tenido cobijo en este significativo templo, una de las señas de identidad más conocidas de la ciudad. En especial, nos centramos en la imagen actualmente conocida como Nuestra Señora de los Ángeles, ofreciendo la hipótesis que en origen no fuera ésta la advocación de esta imagen y que tal vez una modificación o incluso una confusión acabó dándola el nombre por la que hoy se conoce.


El culto a Nuestra Señora está arraigado en este templo desde su fundación, con episodios incluso prodigiosos (como el hallazgo de Nuestra Señora de la Zarza); junto a Ella, también el culto a Santa Ana (Madre de Nuestra Señora), San Sebastián, San Roque, etc. De hecho, por ejemplo en el siglo XVI tenemos constancia de salidas procesionales (ya fuera en el Corpus u otras fiestas) de las citadas imágenes de Nuestra Señora, Santa Ana (tal vez no la actual, sino otra que se menciona “una hechura de Santa Ana con su niña en los brazos”) y San Sebastián. Por otro lado, este mismo siglo XVI será el tiempo de la realización del gran retablo mayor obra de Juan de Juni, de temática eminentemente mariana, que actualmente se conserva en el presbiterio de la S.I. Catedral.

Ya en el siglo XVII encontramos referencias a más imágenes de Nuestra Señora. Junto a las ya conocidas del retablo mayor de Juni, la imagen de Nuestra Señora que salía en la procesión del Corpus-probable primitiva titular del templo (imagen de la Virgen con el Niño, del siglo XIII, policromada en 1536 por Antonio Vázquez y que se encuentra en el Museo Diocesano) y la imagen de Nuestra Señora de la Zarza, aparecen menciones a Nuestra Señora de los Ángeles y a Nuestra Señora del Amparo.

"Virgen con Niño" (¿Virgen de La Antigua?).
Anónimo.
Museo Diocesano, Valladolid.

En cuanto a la primera de las “novedades”, Nuestra Señora de los Ángeles hay constancia que en 1632 se pagan 3706 mrs a Tomás de Prado, pintor, “de la pintura del frontal de Nuestra Señora de los Ángeles”. Un par de décadas más tarde, en una visita del año 1656, se dice “Visitó el altar de Nuestra Señora de los Ángeles q. está debajo del coro más debajo de la puerta principal de la iglesia q. mira a la iglesia mayor. El retablo es una pintura grande de Nuestra Señora y en la peana o pedestal está una custodia y sirve en la Semana Santa”. 

En lo que se refiere a la segunda imagen “Nuestra Señora del Amparo” consta una referencia del año 1664, ubicada en el altar de Santa Marina, junto con el dato de que esta Virgen del Amparo estaba “vestida de ropaje”. Esta imagen no era la única vestida con ropajes naturales pues incluso por descripciones del siglo XX se sabe que la imagen de Nuestra Señora de la Zarza también lo estaba. Salvo ésta anotación ya no se encuentran -por el momento- más referencias a Nuestra Señora del Amparo.

Antes de avanzar sí quisiera llamar la atención sobre un dato tal vez no muy conocido. En octubre del año 1954 se celebró un Congreso Nacional Mariano en Zaragoza, enmarcado dentro de los actos de Consagración de España al Inmaculado Corazón de María (con este motivo también se celebraron Procesiones Magnas Marianas en varias localidades españolas). Uno de los actos de este Congreso fue una Gran Procesión a la que concurrieron imágenes de la Virgen procedentes de distintos lugares de España, precediendo a Nuestra Señora del Pilar. Entre estas imágenes, la prensa de la época cita “Nuestra Señora de la Antigua, de Valladolid” aunque por el momento no he localizado fotografías o testimonios gráficos de la imagen que “representó” a nuestra ciudad en tal acontecimiento, bien es cierto que algunas crónicas también apuntan que la que fue a aquella procesión fue de Nuestra Señora de San Lorenzo, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Valladolid.

En el siglo XVIII, a finales más concretamente, Rafael Floranes nos habla también de las imágenes marianas existentes: En el altar mayor Nuestra Señora de la Antigua (el retablo de Juni), en la nave del Evangelio las imágenes de Nuestra Señora del Carmen y el altar de la aparición de la Virgen o de Nuestra Señora de la Zarza (en la pilastra medianera entre los ábsides de la nave central y de la nave del Evangelio) y el altar de la Virgen de los Ángeles, según se entra por la puerta principal a la izquierda. Cabe reseñar un dato que proporciona el autor con respecto a la Virgen de la Zarza: “Antes de descubrirse la Virgen del Henar se tenía igual romería y devoción con la de la Zarza en Valld. en la Antigua”.

Finalmente, recordemos a través de Casimiro González García Valladolid, la distribución de altares e imágenes a principios del siglo XX, tal vez una propuesta a tener en cuenta a raíz de la próxima restauración interior para reubicar algunos retablos, teniendo presente también la existencia de nuevas imágenes desde aquellas fechas, en especial las titulares de la Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, es decir, su Cristo titular (obra de Genaro Lázaro Gumiel, 1953) y María Santísima de la Caridad (Rafael Martín Hernández, bendecida el 8 de julio de 2018): Así en el ábside central se encontraba el retablo mayor (Juan de Juni), el ábside de la nave del evangelio se dedicaba a Nuestra Señora del Carmen (como en la actualidad) y el de la nave de la Epístola a Santa Ana, capilla que se cerraba por una gran reja y al pie de la misma se encontraba el retablo de San Roque, al que seguía la capilla bautismal y entre la puerta de entrada de este lado y junto al rincón, la de Nuestra Señora de los Ángeles, de bastidores. Por su parte, en el lado del Evangelio, saliendo del ábside de dicho lado (como vimos dedicada a Nuestra Señora del Carmen) se encontraba la Capilla del Santísimo Cristo; otros dos retablos se ubicaban en las “pilastras” (como dice el autor) laterales de la capilla mayor, es decir, las que separan el ábside central de los laterales, con dos grandes retablos dorados, de columnas cubiertas de emparrado, dedicados –en aquel momento- el del Evangelio a San Juan Evangelista aunque en origen era el de Nuestra Señora de la Zarza (cuya imagen de vestir se había trasladado a la Capilla del Santísimo Cristo) y el retablo de la Epístola a Santiago Apóstol con escultura de la época del retablo (c. 1700-1710) mientras que la de San Juan es moderna. Casimiro González García Valladolid aclara también que en aquel momento los titulares de la Parroquia son San Juan Apóstol y Evangelista y Santa Ana, Madre de Nuestra Señora, aunque la advocación originaria sería la Asunción y por ese motivo era la imagen que llevaban en la Procesión del Corpus por aquella época (tal vez la imagen de este tema que actualmente está en el presbiterio y que también salió en las Procesiones de Octava de la Parroquia).

Una nueva descripción, con especial hincapié a las imágenes de la Virgen presentes en la iglesia, nos la ofrece Luis Pérez Rubín y Corchado (1906): La Purísima en el retablo mayor (Juan de Juni); la Virgen del Carmen en la capilla absidal derecha, antes estuvo en otra capilla del lado del Evangelio (como ya vimos); Capilla bautismal (lado de la Epístola) con una imagen de “la Virgen, sentada y de pequeño tamaño, que es de bastante valor arqueológico” (seguramente la vista como del siglo XIII conservada en el Museo Diocesano);“A la izquierda de la puerta de entrada, en un altar, se halla Nuestra Señora de los Ángeles, de bastidores, y en la capilla del Santísimo Cristo se encuentra hoy la Virgen de la Zarza, también de bastidores”. En la Capilla de Ánimas una imagen de Nuestra Señora de los Dolores y puntualiza: “Las cofradías de esta parroquia dedicadas á la Virgen son: la de Nuestra Señora del Carmen y la Hermandad de los Ángeles. Hasta hace poco hubo una cofradía de la Inmaculada, cuyo origen es antiquísimo, la cual fundaron quizá los reyes católicos…”.

De todas estas descripciones podemos resumir: que en el retablo mayor se rendía culto a la Inmaculada; que Nuestra Señora de la Zarza tuvo su retablo en la pilastra entre los ábsides central y del lado del Evangelio y luego se trasladó a la Capilla del Santísimo Cristo; que Nuestra Señora de los Ángeles recibía culto en un retablo colocado donde actualmente (2018) está el retablo de San Roque; la Virgen del Carmen en el ábside del Evangelio; la Virgen con el Niño “sentada y de pequeño tamaño, que es de bastante valor arqueológico” (probablemente la que se conserva en el Museo Diocesano) en la Capilla Bautismal y Nuestra Señora de los Dolores en la Capilla de Ánimas.
Habrá otras representaciones pictóricas como la Asunción, la Purísima o Nuestra Señora del Popolo.

Ya hemos visto que casi no hay referencias a Nuestra Señora del Amparo, ahora vemos un poco de las otras devociones: Nuestra Señora de la Zarza y Nuestra Señora de los Ángeles.

En cuanto a Nuestra Señora de la Zarza dice Manuel Canesi (Tomo I, Libro I, Capitulo XVIII, págs. 253-258): “Esta parroquia tiene muy lucidas capillas y la más preciosa es en la que esta colocada Nuestra Señora de la Zarza, que es tradición fue hallada en el mismo sitio en que hoy se venera, dentro de una zarza, de que tomó el título, el año de 1096, y que estaba junto a una columna o pirámide a tiempo que iban fabricando este templo, y así se ha predicado muchas veces, a devoción de una ilustre cofradía, que en ella está instituida, con la misma advocación que tiene esta Reina Celestial, compuesta de algunos sacerdotes y el gremio de cordoneros y celebra su fiesta el día de la Natividad de María Santísima, patente el divino Sacramento; y no falta autor que diga que esta Santa Imagen es una de las más antiguas de los reinos de Castilla y León y quiere que por esta causa se nombre esta iglesia de Santa María la Antigua, y se adelanta a creer que fue aparecida al Conde D. Pedro Ansúrez, estándose paseando en las márgenes del río Esgueva, como se lee en la inscripción que está en su retablo […]; está adornada esta Madre de Misericordia con dos niños en los brazos, que comúnmente andan fuera para consuelo de los enfermos, por la mucha fe que tienen todos con ellos y con la intercesión de su bendita Madre, con que nuestro Señor ha sido servido manifestar su piedad en muchos milagros que ha obrado, no sólo en los tiempos antiguos, sino también en los presentes y entre los infinitos; uno fue el que por los años de 1693, hizo con Dña. Magdalena Callejo y Frías, mi madre, que estando doliente de una grave enfermedad se encomendó a esta Emperatriz del Empíreo y al punto se vió libre de su trabajo, y recuperada la fue a dar gracias, y para perpetua memoria se mandó retratar en un lienzo, que está en su capilla por agradecimiento de tal beneficio; y el año de 1710 su ilustre Cofradía la adornó con un retablo de talla dorada, en que la colocaron con solemnísimas fiestas”.

De aquí se desprende su antigüedad, la existencia de una Cofradía gremial (aprobada el 9 de agosto de 1604), la celebración de su fiesta, su ubicación, la particularidad de la presencia de dos Niños y su carácter “peregrino” para consuelo de enfermos…Está claro que es una lástima que esta Imagen tan venerada durante siglos actualmente no se encuentre al culto en su templo y más aún, no se conozcan -por el momento- representaciones de la misma (estampas, pinturas, fotografías…) que permitieran su posible identificación. Siempre queda la posibilidad de su correcta identificación en algún inventario si fue recogida en algún otro templo, museo o institución similar.

En cuanto a Nuestra Señora de los Ángeles (cuyo retablo se localizaría donde actualmente está el de San Roque, aproximadamente), hemos de incidir que al menos en origen (siglo XVII) era una representación pictórica, a falta de más datos no es posible hacerse una idea, pero es probable que siguiera el modelo de la que se puede ver en la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol de Valladolid. Contó también con una Hermandad propia, cuya existencia llegó hasta ya entrado el siglo XX. Esta Hermandad de Nuestra Señora de los Ángeles sería una Hermandad del Rosario, un tipo de Hermandad con gran auge a finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII. En un informe de finales del siglo XVIII sobre las Cofradías de Valladolid se dice: “Hermandad de Nuestra S.ra delos Angeles: no tiene Regla ni consta quando se fundó, y el Libro de Elecciones de oficios empieza enel año 1745; son Hermanos Personas de ambos sexos, sin numero fixo. No tiene efectos: se mantiene delas Demandas, y Veredas, y de las limosnas del Rosario por la Noche: 2124 rrs es el cargo de la ultima cuenta”. Ya vemos en este Informe una de sus funciones principales por lo que se puede incluir como una de las Hermandades del Rosario que existían en Valladolid. Algo que corrobora un dato aportado por Ventura Pérez en su célebre Diario de Valladolid (pág. 528) informa que en el año 1786 “En 30 de dicho mes de Abril salió el rosario de la Antigua en rogativa por la salud de la marquesa de Camarasa, como lo habían hecho las demás hermandades con los suyos; fue decentemente lucido y con los mejores faroles y estandarte que tiene la hermandad”. De esta noticia de Ventura Pérez se puede pensar que la Hermandad presidía sus Rosarios con un estandarte con la representación de su advocación titular, Nuestra Señora de los Ángeles, a modo de los conocidos Simpecados, alumbrado por vistosos faroles como se puede ver en el cuadro “Preparando el Rosario” pintado en 1922 por José Rico Cejudo (1864-1939) conservado en el Ayuntamiento de Sevilla. Esta forma de rezar el Rosario público presidido por un estandarte sería la tónica general aunque se contara con imagen titular que procesionaría, seguramente, en la fiesta principal junto a otras ocasiones previstas. Esta Hermandad de Nuestra Señora de los Ángeles celebraría sus cultos con motivo de su fiesta titular entre finales de julio y principios de agosto.

"Nuestra Señora de los Ángeles".
Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua.
Valladolid.

Consta que en 1810 ya se menciona la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, en este caso participando en la Procesión de Octava celebrada en la Iglesia Penitencial de Las Angustias: 
Octava de las Angustias
“Función de octava en las Angustias. En 15 (julio de 1810) se celebró la primer función de octava en la Iglesia penitencial de las Angustias; hubo misa y sermon, y por la tarde á las 6 y media salió en procesión S.M. Sacramentado con la imágen de Nuestra Señora de los Angeles de la Antigua y San José; fué muy lucida por las calles de Baños, puente de Magaña, cementerio de la  Antigua, bajando al puente de Esgueva, por esta á salir á la plazuela Vieja á la izquierda y de allí á su Iglesia. Hubo tres altares, uno el de la capilla que hay junto á dicho cementerio, otro en la puerta del Hospital de Esgueva, y otro en la plazuela Vieja, frente al pasadizo y puente de la Antigua” (Noticia de casos particulares ocurridos en la ciudad de Valladolid, año de 1808 y siguientes. De D. Francisco Gallardo. Pág. 237).

Ahora llega el momento de pensar en qué pudo pasar para que la actual imagen de Nuestra Señora de los Ángeles recibiera este nombre. Es probable que a no ser que la Hermandad decidirá la realización de una imagen, que tal vez la antigua imagen de Nuestra Señora del Amparo acabará mudando su advocación en favor de la de los Ángeles. Por otro lado, sería interesante examinar esta imagen sin sus vestiduras naturales para apreciar el tipo de talla (si lo hay) para descartar otras posibles advocaciones, en este caso parece que sólo podría ser la de la Zarza, de la que por ahora parece que tampoco se sabe su paradero y que sería interesante –como ya se ha dicho anteriormente- su identificación y retorno al templo que la cobijo durante siglos.

En cualquier caso y para concluir, se brinda en la actualidad una ocasión única para devolver a la ciudad parte de sus antiguas devociones y una visión que nuestros conciudadanos de otros tiempos pudieron contemplar…Tal vez sería buen momento para una profunda reflexión en este sentido y, si no es todo, sí al menos devolver a su lugar histórico algunos de estos bienes, más aún en un momento en que abundan las noticias de cierre de templos por diversas razones.

Enlaces de interés:
La Procesión de Octava en la Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua (enlace).
Las Hermandades del Rosario en Valladolid (enlace).
Cofradía de Nuestra Señora de La Zarza (enlace).

BIBLIOGRAFÍA:
BUSTAMANTE, Ángel de: Informe sobre las Cofradías de la provincia de Valladolid. 1773.
CANESI ACEVEDO, M.: Historia de Valladolid. Tomo I, Libro I, Capitulo XVIII.
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GONZÁLEZ GARCÍA VALLADOLID, Casimiro:
Valladolid sus recuerdos y sus grandezas: religión, historia, ciencias .... Imp. Juan Rodríguez Hernándo. Valladolid, 1900-1902.
Compendio histórico-descriptivo y guía general de Valladolid. Imp. Casa social Católica. Valladolid, 1922.

PÉREZ-RUBÍN Y CORCHADO, L.: Ensayo artístico-arqueológico sobre el Culto Mariano y especialmente de la Purísima en la Archidiócesis de Valladolid. Valladolid: Imprenta de El Porvenir, 1906.
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