Considerada como la primera Hermandad de estas características y con este título que se fundó en España y a la que pronto se imitó en otros lugares -como es el caso de Palencia, siendo la segunda, cuyos estatutos se aprobaron en mayo de 1938, según explica Diego Quijada Álamo (1)-, la fundación de la vallisoletana puede datarse a finales del año 1937 en un acto celebrado en los Talleres de la Compañía del Norte.
Hasta ese momento, a pesar de las referencias a iniciativas de diversa índole que partían desde los ferroviarios o incluso desde su sindicato, no hay menciones a una Hermandad Ferroviaria con el título de la Sagrada Familia como ya empieza a ocurrir tras el citado acto de diciembre de 1937 y se convierte en constante a partir de 1938.
El Diario Regional de 18 de diciembre de 1937, en su última página anuncia “En los Talleres de la Compañía del Norte se va a entronizar la Sagrada Familia”, acto que tendrá lugar unos días después, el 24 de diciembre, a las 11 de la mañana, celebrándose una Misa de Campaña presidida por el Arzobispo de Burgos, el Doctor Castro (Manuel de Castro Alonso, arzobispo de Burgos entre 1928 y 1944). Recordemos que en estas fechas que estamos tratando ya había fallecido el Arzobispo de Valladolid, D. Remigio Gandásegui (†16 de mayo de 1937) y aún no había tomado posesión su sucesor Mons. Antonio García y García (que lo hará el 8 de abril de 1938).
A través de la crónica del acto religioso-patriótico, publicada en el Diario Regional de 25 de diciembre de 1937, se puede intuir que éste sería el germen y casi acto fundacional de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia. Los actos del día habían comenzado con el recibimiento del Arzobispo de Burgos. Posteriormente se ofició la Misa de Campaña, a cargo del Párroco de Las Delicias, por entonces, Mariano Miguel López y terminada la misma el Dr. Castro, arzobispo de Burgos, procedió a bendecir un grupo de la Sagrada Familia que sería posteriormente entronizado. Otro momento destacado de la jornada fue la lectura de la fórmula de consagración del personal ferroviario de los Talleres Principales del Ferrocarril del Norte de Valladolid a la Sagrada Familia realizada por D. Daniel Álvarez, Jefe de Talleres. A continuación se transcribe la formula de consagración publicada en la prensa:
“Amantísimo Jesús, que consagraste con tus inefables virtudes y ejemplos de vida doméstica y sobre la familia que elegiste en la tierra, mira con benignidad a estos tus hijos, a sus familias y casas que postrados ante Ti y a tu Sagrada Familia sus hogares y talleres. Tómalos por tuyos, líbrales de los peligros, socórreles en sus necesidades, bendice sus esfuerzos y haz que, como Tú en el taller de carpintero, se santifiquen en el trabajo, cumpliendo la ley y alejando todo pensamiento de envidia, odio y venganza, no piensen más que en servirte en esta vida para después gozarte eternamente en la gloria. Amén”.
De este primer grupo escultórico no conozco descripción e ignoro su paradero actual. En cualquier caso no se puede identificar con el existente en la Parroquia del Carmen de Las Delicias que, como veremos, se bendice en el año 1946.
El mismo Diario Regional, en su edición del 26 de diciembre de 1937 (Temas locales) se hace eco de este acto augurando que sería imitado en otros lugares y sugieren la creación de una capilla en los propios talleres y la celebración de conferencias, actos que se irán haciendo realidad ya en las primeras semanas de 1938 y por ello es por lo que se puede decir que este acto de 24 de diciembre de 1937 probablemente constituya el acto fundacional de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia en Valladolid, aunque unos días más tarde hubiera un posible decreto de erección de la Hermandad y aprobación de estatutos. El tema de la capilla y las conferencias se repite unos días más tarde en la misma sección de Temas Locales del mencionado Diario (5 de enero de 1938) donde retomando esas sugerencias se anuncia que efectivamente se va a erigir una capilla en los Talleres de la Compañía del Norte y que se están buscando a varias personas para impartir conferencias.
Al día siguiente, 6 de enero de 1938 y los sucesivos se anuncia la celebración de una Eucaristía de los ferroviarios en honor a la Sagrada Familia en la Parroquia de San Andrés, a celebrar el domingo siguiente a la Epifanía (por entonces estaba establecida la fiesta de la Sagrada Familia en ese domingo). Por ser el primer anuncio merece la pena reproducirlo “Los ferroviarios celebran con una misa la fiesta de la Sagrada Familia.- El próximo domingo, fiesta de la Sagrada Familia, celebran los ferroviarios una misa solemnísima en la iglesia parroquial de San Andrés. En la misa predicará el R. Padre Ángel María Gómez, religioso dominico del Convento de San Pablo de esta capital y cantará una escogida capilla. La comisión organizadora que nos visitó ayer para darnos cuenta de esta fiesta, invita por nuestro conducto a todos los ferroviarios de Valladolid, para que acudan a la fiesta religiosa en honor a sus Santos Patronos” (Diario Regional, 6 de enero de 1938, pág. 2).
Después de los actos religiosos de los Patronos, de la Sagrada Familia -este primer año una Misa, en los sucesivos se ampliará a la celebración de un triduo-, comenzarán las citadas conferencias: la primera de ellas tuvo lugar el domingo 23 de enero de 1938, pronunciada por el Rector de la Universidad D. José María González de Echevarri. Luego habrá otras conferencias celebradas en el Teatro Pradera, a lo largo de varias semanas para terminar el 10 de abril con unos ejercicios espirituales (práctica cuaresmal que se verá en los años siguientes).
En el Diario Regional de 4 de febrero de 1938 (última página) se anuncia para el siguiente domingo en el Teatro Pradera una conferencia para la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia con el título “Hermandad Política y Social en la Nueva España Nacional-Sindicalista” a cargo del abogado D. Sebastián Criado del Rey y es interesante hacer notar que, al menos en este Diario, es la primera vez que aparece en prensa el nombre como Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia.
Aunque se había dado la fecha de 10 de abril para los ejercicios espirituales, lo cierto es que se adelantaron unos días y del 22 al 26 de marzo de 1938 hubo unas “Santa Misiones para ferroviarios” en la Parroquia de San Andrés y el día 27 Misa de Comunión General. A partir de este último domingo de marzo la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia comenzará a celebrar Misa semanal dominical a las 10 de la mañana en la Parroquia de San Andrés.
Llegados a la primera Semana Santa desde su fundación no hay mención a su participación en la Procesión entonces llamada del Santo Entierro (hoy Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor). Los dos pasos que históricamente se vincularon a la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia, es decir ¡Sitio! (Sed Tengo) y posteriormente la Exaltación de la Santa Cruz (nombres dados en esa época) figuran aquel año de 1938 así en el programa de la prensa:
“La Exaltación de la Santa Cruz, precioso y movidísimo paso, lleno de dramatismo, al cual asistirán los caballeros y jóvenes de la Acción Católica Diocesana”.
“¡Sitio!”, o sea, el Señor, ya crucificado, a quien un sayón alarga una esponja empapada en hiel y vinagre, mientras los soldados al pie de la cruz sortean la túnica del Salvador.
Alumbrarán tan hermoso paso los alumnos del Instituto Católico de Artes e Industrias (I.C.A.I.) y los ingenieros procedentes del mismo quienes forman la Hermandad de San Fructuoso actualmente refugiados en nuestra hospitalaria ciudad”.
Podría ser que algunos miembros de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia pertenecientes también a la Acción Católica acompañasen con la medalla de la Hermandad alguno de los pasos, tal vez a la Elevación y de esta primera vinculación podría venir el nombre de la posterior Cofradía, no obstante, la asignación de un paso a la Hermandad como tal será posterior.
Ya que se menciona la medalla, ésta presentaba forma oval, en una de sus caras el grupo titular, la Sagrada Familia, aunando las escenas del Hogar de Nazaret y taller de carpintero, en la que Jesús, aún niño, ayuda a San José como carpintero mientras María parece estar dedicada a la costura, en la parte superior, rayos de luz en referencia a las otras dos personas de la Santísima Trinidad revelan la naturaliza divina de Cristo. La otra cara de la medalla representa una locomotora (¿tal vez el modelo 4648?) ante una cruz con la leyenda “HERMANDAD FERROVIARIA DE LA SAGRADA FAMILIA VALLADOLID”.
Antigua medalla de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia, de Valladolid. |
Ya en 1939 van aumentando los cultos, como se había indicado. En enero celebraron un triduo los días 5, 6 y 7 preparatorio a la fiesta de la Sagrada Familia que fue el día 8, teniendo los cultos en la Parroquia de San Andrés. De hecho, cabe mencionar que aunque ya se entronizase posteriormente el grupo de la Sagrada Familia en la Parroquia de las Delicias, los cultos se repartían entre San Andrés y Las Delicias e incluso algunos años en el Santuario Nacional de La Gran Promesa. Siguen también los ejercicios espirituales en Cuaresma y otro dato sobre su vinculación con la Parroquia de San Andrés es su participación en la Octava de dicha Parroquia (que tenía lugar el segundo domingo después del Corpus Christi, cuando esta solemnidad era en jueves).
Junto a los mencionados actos y cultos, la Hermandad también instaurará una Misa de difuntos en el mes de noviembre.
Estandarte de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia, Valladolid. |
En la fiesta de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia celebrada tras el preceptivo triduo en enero de 1940 tuvo lugar la bendición del estandarte de dicha Hermandad, a cargo de D. Faustino Herranz en representación del arzobispo que no pudo estar presente por estar en Palencia para asistir al sepelio del Obispo de dicha localidad. La madrina de la bendición fue la esposa de D. Daniel Álvarez Lorenzo, Jefe de los Talleres Principales. De este mismo año es su participación ya en Semana Santa. El Diario Regional de 17 de marzo de 1940 indica que el Arzobispo ha concedido a la Hermandad acompañar el artístico grupo escultórico “Sed de Cristo en la Cruz”.
Por otro lado, en el Corpus de 1940 sale por primera vez la Hermandad de la Sagrada Familia (desde los talleres RENFE), acompañando a las Cofradías de Nuestra Señora del Carmen (Delicias) (El Norte de Castilla, 23/05/1940, contraportada).
Así pues, a partir de este momento tenemos como actos habituales de esta Hermandad:
Enero: Triduo y fiesta titular de la Sagrada Familia.
Cuaresma: Ejercicios espirituales.
Semana Santa: Acompañamiento del paso “Sed Tengo”.
Solemnidad del Corpus Christi: Acompañamiento a las Cofradías de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen (Delicias).
Segundo domingo después del Corpus Christi: Octava en la Parroquia de San Andrés Apóstol.
Julio: Procesión de Nuestra Señora del Carmen (Delicias).
Noviembre: Misa de Difuntos.
Junto a ellos, podemos citar otros actos o cultos extraordinarios como fue el caso, el 14 de julio de 1940, de una Misa de Acción de gracias en San Andrés por el viaje de peregrinación a Zaragoza.
Que aquel acto de diciembre de 1937 tuvo especial relevancia en la historia de la Hermandad es prueba lo que se celebra en 1941. El Diario Regional de 15 de julio de 1941 recoge “El acto del domingo de la Hermandad F. de la Sagrada Familia. Esta Hermandad Ferroviaria añadió una página brillante, émula de aquella del 24 de diciembre de 1937, en que por primera vez trocó en templo la amplísima nave de Talleres, para entronizar allí, en la mansión del trabajo, a la Sagrada Familia”. Efectivamente, el domingo 13 de julio de 1941 se celebró en los Talleres un acto de renovación de aquella consagración del 24 de diciembre de 1937, al que asistieron el Sr. Arzobispo y altas personalidades. Dicho acto comenzó con una Misa rezada, oficiada por el Arzobispo en el recinto de los Tallares Principales. Seguidamente renovación del citado acto de consagración de los trabajos ferroviarios a la Sagrada Familia “dando gracias a Dios porque puede ser escuchado por los compañeros readmitidos recientemente y por los de nuevo ingreso poniéndose en relieve el espíritu de perdón que debe reinar en la nueva España, principal objeto de esta fiesta” (Diario Regional, 11/07/1941) y tras la misma se procedió a la entrega por el Excmo. Sr. Arzobispo a los jefes de los diferentes Servicio de las imágenes que han de ser entronizadas en cada uno de ellos. Todo ello concluyó con una peregrinación que partiendo desde los Talleres continuó por las calles Portillo de la Merced, Estación, Gamazo, María Guerrero, López Gómez, El Salvador hasta el Santuario Nacional de La Gran Promesa.
El siguiente hito, tras su participación en las procesiones de Semana Santa será la constitución en 1944 de la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz y la asignación de este paso para su acompañamiento en las distintas procesiones en las que participe. Esta vinculación de una Hermandad Ferroviaria con la Semana Santa se da también en otras localidades.
Llegamos al año 1946 cuando se bendice el grupo titular que actualmente se encuentra al culto en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias). Este grupo se bendice el 17 de enero de 1946 en el Santuario de La Gran Promesa durante el primer día del triduo que dedicaba la Hermandad Ferroviaria a su titular, “Con este motivo [está hablando del triduo] el Excmo y Revdmo. sr. arzobispo, que asistía a los cultos, bendijo un magnífico grupo escultórico de la Sagrada Familia que ha de servir en adelante a la devoción de la citada Hermandad” (El Norte de Castilla, 18 de enero de 1946, pág. 4). Unos días más tarde, el domingo 20 de enero, es trasladado procesionalmente desde el Santuario de La Gran Promesa hasta la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias). Finalmente, su altar de bendijo el 27 de octubre de 1946 en el marco de una peregrinación de Hermandades Ferroviarias al Santuario de La Gran Promesa. Este altar se encontraba en el crucero, lado del Evangelio, en cuyo arco aún es posible ver pinturas alusivas -herramientas de carpintero y el Hogar de Nazaret-. Cabe citar, en recuerdo de estampas añejas hoy desaparecidas que este altar estaba flanqueado por las imágenes de Nuestra Señora de Fátima (acompañada por los pastorcillos) y Nuestra Señora de Lourdes, una lástima que estas imágenes no estén al culto, como otras tantas en dicha parroquia. A partir de este momento, la Misa de Difuntos del mes de noviembre, y otros cultos –aunque no todos- comenzarán a celebrarse en la Iglesia de Las Delicias. Desde el año 2013, el estandarte de la Hermandad y el grupo titular de la misma (a excepción del año 2019 que únicamente fue la imagen del Niño Jesús de dicho grupo escultórico) pueden contemplarse también en el altar que con motivo de la Solemnidad del Corpus Christi levanta la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores en el recorrido de la procesión.
Pinturas del arco de la primitiva capilla de la Sagrada Familia. Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias). Valladolid. |
"La Sagrada Familia" (1946). Grupo titular de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia. Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias). Valladolid. |
A la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia le unió durante tiempo una relación con el Colegio de la Sagrada Familia, que en los primeros años estaba en la calle Pedro de La Gasca y cuyo coro actuaba en algunas funciones de la Hermandad, teniendo también la propia Hermandad algunos detalles para con ese Colegio.
Años más tarde, hay referencias a la existencia de un coro propio de la Hermandad, así por ejemplo, en febrero de 1954, durante la Misa oficiada por el Arzobispo en la Penitencial de la Santa Vera Cruz con motivo de la finalización de las obras de restauración de dicho templo, intervino la “Masa Coral de la Hermandad de la Sagrada Familia”. Dos años más tarde, en 1956, esta coral con el nombre de orfeón canta la Misa que se celebró el 29 de junio de 1956 en la Iglesia del Cerro de los Ángeles, en Madrid, en el marco de la XI Asamblea de la Federación Nacional de Hermandades Ferroviarias Católicas. Tras la Misa, tuvo lugar ante el monumento al Sagrado Corazón de Jesús la consagración de las Hermandades ferroviarias en el centenario de la devoción al Sagrado Corazón. (ABC. 27/06/1956, pág. 40). Esta noticia es importante no sólo por la actividad de la propia Hermandad en esos años, también porque remite la noticia de estar en esa Federación de Hermandades la cual celebraba asambleas nacionales de forma periódica.
Durante los años 50 y gran parte de los 60, la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia seguirá con los cultos y actos vistos hasta ahora, pero a mediados de los 60 va decayendo la actividad de la Hermandad… sirva como ejemplo que el triduo en honor a su titular que se celebraba en el mes de enero (y del que hay noticias aún en 1964) se reducirá a una Misa en el día de la fiesta (ej., 1967, en la Gran Promesa), siendo de las últimas noticias que se encuentran en la prensa.
A finales de esta década cambiará en el calendario litúrgico la fecha de celebración de la fiesta de la Sagrada Familia. Así, en 1969, se decreta que la Sagrada Familia se celebre en el domingo de la Octava de Navidad, mientras que el domingo siguiente a la Epifanía pasó a recordarse el Bautismo del Señor, como ocurre en la actualidad.
CONSTITUCIÓN DE LA COFRADÍA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ.
Erigida como cofradía penitencial en el seno de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia, la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz se funda el 18 de marzo de 1944. Sus primeros estatutos, que pueden consultarse publicados por Luis de Frutos en su libro “Las Delicias, mi historia del barrio”, dan clara idea de su vinculación a la Hermandad Ferroviaria. Por ejemplo:
Art. 2.d.- Se encargará de la limpieza del Altar y adorno del mismo, para lo cual nombrará dos camareras entre las Hermanas de la Hermandad Ferroviaria de la Sagrada Familia. (Nota: Por estas fechas habrá que entender que se trata del altar del Santo Cristo de la Buena Muerte, al que la Cofradía comenzó a sacar en Via Crucis ese mismo año; su capilla, la primera del lado de la epístola según se entra por la puerta principal, conserva pinturas alusivas, la cruz con sudario y corona de espinas con clavos).
Art. 3.- Podrán pertenecer a esta Cofradía los miembros de la Hermandad Ferroviaria que lo soliciten, y a juicio de la Junta Directiva de la Hermandad se hagan acreedores por su religiosidad y pureza de costumbres.
Art. 4.- Serán considerados cofrades honorarios todos los que paguen una cuota y asistan a los actos piadosos de la Cofradía, y cofrades activos, todos los que perteneciendo a la Hermandad Ferroviaria se obliguen a todos los actos necesarios de la Cofradía.
Art. 6.- La Junta Directiva estará formada por:
Un Director espiritual designado por el Prelado.
Un presidente, Vicepresidente, Tesorero, Secretario y cuatros Vocales.
Todos los nombramientos, excepto los dos primeros, serán elegidos en Junta General y propuestos para su aprobación, previo informe de la Junta Directiva de la Hermandad Ferroviaria al Prelado.
Art. 7.- Todos los acuerdos que estimen necesarios los cofrades se discutirán en Junta General, con la aprobación de la Junta Directiva de la Hermandad serán sometidos al VºBº del Prelado.
Art. 14.- En caso de disolución de la Cofradía, los bienes que posea pasarán, previa autorización del Prelado, a la Hermandad Ferroviaria, sin perjuicio de peculiares disposiciones canónicas sobre determinados bienes.
"Santísimo Cristo de la Buena Muerte". Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias). Valladolid. |
En dicho año de 1944, el Arzobispo asigna a la Cofradía de las Siete Palabras que acompañe el paso “Sed Tengo” (en origen encargado por la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno) siendo así el tercer paso que alumbrará esta Cofradía ya establecida en la Parroquia de Santiago Apóstol. Por su parte, el mismo arzobispo -Antonio García y García- otorga el acompañamiento del paso de la Elevación de la Cruz (obra de Francisco de Rincón, 1604, para la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión) a la nueva Cofradía del mismo nombre. Ambos conjuntos procesionales conservados en el Museo Nacional de Escultura, si bien es cierto que el Cristo original del paso de la Elevación se encontraba en la clausura del Monasterio de San Quirce y Santa Julita, identificado como un San Dimas, así que en el paso figuraba otro Crucificado procedente igualmente de la Penitencial de la Pasión –el Cristo del Calvario-.En 1949 la Cofradía sustituye la medalla de la Hermandad Ferroviaria por una medalla propia de la Cofradía.
"La Elevación de la Cruz" (Francisco del Rincón, 1604). Valladolid. |
Tal vez y aunque sea conocido, convenga hacer un breve repaso a la historia del paso de la Elevación de la Cruz. Como se ha dicho, es obra de Francisco del Rincón, datado en 1604, por encargo de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo (denominación actual de la Cofradía). Este paso supone un hito importantísimo en la escultura procesional, pues será el primero en madera policromada, tamaño natural y compuesto por varias esculturas. Se compone de un total de ocho tallas, Cristo en la cruz, los dos ladrones esperando el momento de su crucifixión (cuyas cruces figuraron durante años tendidas en el suelo del paso) y cinco sayones que se afanan en levantar la cruz. El paso se armaba para las procesiones de Semana Santa y fuera de esas fechas el historiado se encontraba en una sala (como informan los reconocimientos de 1802 y 1815) mientras que la imagen de Cristo Crucificado se disponía en la Sala de Cabildos o Sala de Juntas. Hacia 1842 sería recogido el historiado (sayones, Dimas y Gestas) y llevados al Museo Provincial de Bellas Artes. Más tiempo permanecería el Cristo en su lugar, al menos hasta 1926, momento en que se cierra la Penitencial de la Pasión y su patrimonio se dispersa por algunos templos.
Durante varias décadas estuvo sin salir el paso de la Elevación que será “reconstruido” en 1927 con todo el historiado custodiado en el Museo y un Cristo vivo procedente también de la Penitencial de la Pasión (aunque realmente era del Paso Nuevo de Nuestra Señora y San Juan, hoy llamado Cristo del Calvario) acompañado en la Procesión del Viernes Santo de aquel año por socios de la Juventud Católica. Meses después, el 2 de octubre de 1927, se funda la Cofradía de los Legionarios Católicos que acompañaron el paso de la Elevación; una Cofradía con una existencia efímera cuyo hábito se componía de túnica negra con capa, capirote, cíngulo y guantes blancos, y en el costado izquierdo la Cruz de Calatrava en color azul.
En 1993 Luis Luna Moreno identifica el Cristo de la Elevación en la clausura del Monasterio de San Quirce, una talla que hasta entonces se pensaba que representaba a San Dimas. Será en 1994 cuando el Cristo de la Elevación salga por primera vez en el paso para el que fue tallado, recuperándose el montaje original.
Retomando el hilo de la entrada, además de acompañar este paso de la Elevación en la Procesión del Viernes Santo, la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz comenzará a celebrar el mismo año de su fundación un Via Crucis por las calles de las Delicias portando a hombros el Cristo de la Buena Muerte (también llamado Cristo de Las Delicias). Este Via Crucis se celebrará, aunque no figuraba en el programa oficial de Semana Santa de Valladolid, desde 1944 a 1950; a partir del año siguiente -1951-, el barrio de Las Delicias y desde la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen acogerá la Procesión de Nuestra Señora de la Amargura -desde 2015 llamada de la Amargura de Cristo- (ver entrada) en principio formada por, siguiendo la denominación de aquellos años: Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz, con la “Elevación de la Cruz”(Francisco del Rincón, 1604) paso que participó en esta procesión hasta 1999, Cofradía El Descendimiento con “El Monte Calvario” (Juan Alonso Villabrille y Ron, segundo cuarto siglo XVIII) y la Cofradía del Santo Cristo del Despojo, con “Nuestra Señora de la Amargura” (Juan Alonso Villabrille y Ron, segundo cuarto siglo XVIII, imagen que participó hasta 1999, siendo sustituida posteriormente por otra imagen de nueva creación). Así, una vez que el Cristo de la Buena Muerte dejó de acompañar a la Dolorosa de la Santa Vera Cruz y tras suprimirse este Via Crucis, dicho Crucificado se perdió temporalmente para las procesiones de Semana Santa de Valladolid, hasta que tras la fusión de la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz con la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y Soledad (enlace) en 1994 se recupera la práctica del Via Crucis procesional (ver entrada), aunque cambiando el día al Viernes de Dolores, al tiempo que también se recupera para las procesiones dicho crucificado acompañado de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores. Ese mismo año, la Procesión de la Nuestra Señora de la Amargura pasa a celebrarse por el centro de la ciudad.
En estos primeros años 90, la Cofradía bendice el 28 de marzo de 1992 una primera imagen para sus cultos, un Cristo Crucificado, con el nombre de “Santo Cristo del Amor”, obra de Amparo de Torre. Este Crucificado, actualmente en el local-sede de la Cofradía de la Exaltación, estuvo expuesto desde ese momento hasta la bendición del actual Cristo de la Exaltación (1999) en la primera capilla a contar desde el crucero en el lado del Evangelio, donde actualmente figura la I Estación del Via Crucis y que en otros tiempos era la capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús. Este Cristo del Amor participó en 1992 y 1993 en sendos Via Crucis que la Cofradía celebró en la Plaza de Nuestra Señora del Carmen.
Además del paso de la Elevación de la Cruz (Viernes Santo) y las imágenes del Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de los Dolores (Viernes de Dolores), la Cofradía porta también a su imagen titular, el Santísimo Cristo de la Exaltación, obra de Francisco Fernández Enríquez y Rubén Fernández Parra, bendecida por Mons. José Delicado Baeza –Arzobispo de Valladolid- el 6 de noviembre de 1999, en la Procesión de la Amargura de Cristo (Jueves Santo). Algunas de estas imágenes han protagonizado o participado en salidas extraordinarias, como Nuestra Señora de los Dolores en uno de los altares levantados en el recorrido de la Procesión Triunfal con motivo de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de las Angustias (3 de octubre de 2009) o la más reciente Procesión Extraordinaria con motivo del 75 aniversario fundacional de la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz (ver entrada).
Junto a estas salidas procesionales cabe recordar finalmente que con motivo de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz la Cofradía organizó una procesión que fue autorizada para celebrarse por primera vez en el año 2008. Aquel año, salió el 14 de septiembre, día de dicha festividad, portando a hombros la imagen del “Santísimo Cristo de la Exaltación” que se venera en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen. Aunque desde aquella fecha no se ha vuelto a celebrar.
En 2019, y en el marco de su 75 aniversario fundacional, los cultos del Triduo del mes de septiembre, dedicado a la Exaltación de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores ha contado con un besapié al Stmo. Cristo de la Exaltación, primera vez que se realiza este acto (14 de septiembre de 2019) y un besamanos a Nuestra Señora de los Dolores (15 de septiembre) si bien el besamanos a la Stma. Virgen ya se había recuperado en 2018. Con motivo de estos cultos y actos se dispuso un montaje con ambas imágenes en el espacio que en otros tiempos ocupó el retablo de la Sagrada Familia.
De una forma muy visual, las décadas de historia de ambas asociaciones –Hermandad Ferroviaria y Cofradía de la Exaltación- quedan aunadas en el espacio destinado al culto de sus titulares en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen, concretamente en el baptisterio. En dicho recinto se exponen tanto el grupo de la Sagrada Familia como las imágenes de Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Exaltación. Una última reflexión sobre las dos primeras (a las que se uniría el Cristo de la Buena Muerte, actualmente en el presbiterio) es que los lugares donde las vemos en la actualidad no son sus ubicaciones originales. Como ya se ha indicado, la Sagrada Familia tenía su retablo en el crucero, al lado del Evangelio. Por su parte, las imágenes del Cristo de la Buena Muerte (el Cristo de Las Delicias) y la Virgen de los Dolores tenían su respectivas capillas en el primer tramo a contar desde la entrada del templo, al lado del Evangelio la Virgen y al lado de la Epístola el Cristo, como aún manifiestan las pinturas alusivas en los arcos, ambos espacios cerrados por una balaustrada de la que también quedan huellas en el suelo de ambas capillas. Así pues y tomando como referencia la siguiente planta, la Sagrada Familia estaba en el espacio señalado con 1, Nuestra Señora de los Dolores en el espacio señalado con 5 y el Cristo de la Buena Muerte en el espacio 6.
Disposición de las capillas según pinturas (aunque hubo cambios): 1)Sagrada Familia; 2) Sagrado Corazón; 3) Santa Teresa de Jesús; 4) Glorioso Patriarca San José; 5) Nuestra Señora de los Dolores; 6) Santísimo Cristo de la Buena Muerte; 7) San Antonio de Padua; 8) Nuestra Señora del Pilar; 9) Inmaculada Concepción y 10) Santiago Apóstol. Se alteró el orden entre Santa Teresa y San José y por otro lado entre Virgen del Pilar y San Antonio.
Pinturas del arco de la primitiva Capilla del Cristo de la Buena Muerte. Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias). Valladolid. |
Pinturas del arco de la primitiva Capilla de Nuestra Señora de los Dolores y Soledad. Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias). Valladolid. |
Lo cierto es que sería interesante, como se ha indicado en otras entradas sobre esta Parroquia, replantearse la distribución de las imágenes nuevamente en sus capillas, y el retorno del Bautismo de Cristo al baptisterio, donde cobra todo su significado esta pintura. Tal vez trasladar el retablo neogótico –en principio, único testimonio de los que hubo- y buscar otro de similar estética y características para colocar ambos en el crucero y volver a disponer allí los grupos de la Sagrada Familia y Santiago Apóstol, incluso con las otras imágenes que los acompañaban (Virgen de Fátima, Virgen de Lourdes, San Miguel y Fernando III el Santo); ello podría permitir el regreso del Bautismo a su capilla, dejando en dicho espacio las mismas imágenes y altares que hay en la actualidad (especialmente Cristo de la Exaltación y Virgen de los Dolores), manteniendo el ámbito devocional de la Cofradía aunque se optase por dotar de un testimonio de la Sagrada Familia ya fuera por medio del estandarte o por un grupo de menor tamaño (como antes hubo una Virgen del Carmen). Ello aún permitiría que los antiguos espacios dedicados a la Virgen de los Dolores y al Cristo de la Buena Muerte, queden libres en la actualidad para, como ocurre en distintas épocas de año, montar altares para novena, carrozas y andas. E incluso replantearse la colocación del monumental Via Crucis, con las medidas de conservación necesarias, en su lugar de origen para evitar ser tapadas algunas estaciones en distintas épocas del año. A la postre, volver en cierta medida, no en su totalidad pues parece imposible, a una visión que tuvieron nuestros mayores de aquella parroquia, desde los años 40 a los 70 (antes de la reforma), visión que dicho sea de paso es recordada con añoranza por quienes la conocieron y de la que se privó a futuras generaciones…aunque esto último pueda cambiarse.
BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS
ALONSO DE FRUTOS, Luis: Las Delicias, mi historia del barrio. Valladolid, 2001. Págs. 279-280
QUIJADA ÁLAMO, Diego: «Horizontes abiertos» en los ferrocarriles de Castilla: Trayectoria del Inspector Principal de la Renfe, Luis Miguel González (Alar del Rey, 1900 – Palencia, 1972), en PITTM, 87, Palencia, 2015, pp. 185-218, ISSN 0210-7317. (1).
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