lunes, 23 de septiembre de 2013

Venerable Hermandad del Santo Ángel de la Guarda, con el titulo de La Limpieza, del Hospital de la Resurrección


"Santo Ángel de la Guarda" Atr. Juan de Ávila (último cuarto s. XVII).
Titular de la Venerable Hermandad del Santo Ángel de la Guarda, con el título de La Limpieza.
Iglesia Parroquial de San Martín y San Benito El Viejo.
Valladolid.

Es José de Tiedra en su obra sobre el Hospital de Santa María de Esgueva quien aporta datos de singular relevancia sobre la Hermandad del Santo Ángel de la Guarda desde su presencia en el Hospital de la Resurrección hasta su llegada al Convento de las Descalzas Reales en 1932, último lugar en que estuvo antes de su, a la postre, definitivo traslado a la Iglesia Parroquial de San Martín y San Benito El Viejo, donde en la actualidad aún recibe culto la que fuera su imagen titular.

El fin de esta Hermandad era hacerse cargo de los pobres enfermos, sin atender a su procedencia ni vecindad. Después de haber estado establecida en distintos Hospitales de la villa, José de Tiedra afirma que esta Hermandad edifica el Hospital de la Resurrección, y añade que gozaba del vicepatronato del Hospital de la Resurrección, cuyo patrono era el Obispo de Valladolid.

Después de haber tenido en diversos sitios de nuestra ciudad el Hospital en que atendía a sus enfermos la Hermandad del Santo Ángel de la Guarda, había edificado el Hospital de la Resurrección inmortalizado por Miguel de Cervantes en su novela ejemplar «El casamiento engañoso». (Ave sin nido.- La Hermandad el Santo Ángel busca asilo en el Hospital de Esgueva, en la obra de José de Tiedra).

Posteriormente, la administración de este Hospital pasaría a los Hermanos de la Capacha, a quienes en el relato cervantino acompañaban los perros que guardaban el Hospital, Cipión y Berganza (El Coloquio de los Perros). Estos Hermanos de la Capacha eran los Hospitalarios de San Juan de Dios, por la capacha o espuerta de esparto que llevaba San Juan de Dios (1495-1550) para pedir limosna. No obstante, José de Tiedra identifica a estos Hermanos de la Capacha como los Cofrades de la Hermandad del Santo Ángel de la Guarda (Pág. 95).

Hasta bien entrado el siglo XX, esta Cofradía era denominada como Venerable Hermandad del Santo Ángel de la Guarda, con el título de la Limpieza. Efectivamente, en el Hospital de la Resurrección se encontraba establecida una Cofradía de la Limpieza.

Cuando se cierra el Hospital de la Resurrección existen en dicho establecimiento dos Cofradías, una es aquella de la que estamos tratando, que se traslada al Hospital de Santa María de Esgueva; y, por otro lado, la Cofradía del Santo Sepulcro, que se trasladó a la Parroquial de la Magdalena.

La relación con el Hospital de Esgueva no era extraña para esta Cofradía o Hermandad de la Limpieza, ya que el 21 de septiembre de 1823 cursa una petición para que dicho Hospital les ceda la capilla y ornamentos para la celebración de la fiesta de San Francisco.

En cuanto al tema de su traslado, Casimiro González García Valladolid (Recuerdos y Grandezas, Tomo I, pág. 278-279) indica el mismo dato, que en 1889, esta Hermandad se trasladó a la Capilla del Hospital Municipal de Santa María de Esgueva.

Datos más precisos sobre este traslado aporta José de Tiedra (Pág. 94 a 97). Con fecha 2 de septiembre de 1889 la Hermandad de dirige al Ayuntamiento de Valladolid solicitando poder instalarse en la capilla del Hospital de Esgueva hasta que se edifique y habilite la capilla del nuevo Hospital Provincial que se construya, accediendo a ello el Ayuntamiento por orden de la alcaldía fechada el 12 de septiembre de 1889. El mismo autor menciona los cultos que celebró durante su estancia en este establecimiento: “Los años que aquí estuvo, siguiendo su antigua y tradicional costumbre, celebraban con solemnidad, y Jubileo de Cuarenta Horas, la fiesta del Santo Ángel de la Guarda, el día 1.º de Marzo, y en la Dominica del Buen Pastor en que se lleva solemnemente la comunión a los enfermos, tomaba parte activa, dando más esplendor al acto y obsequiando después a los enfermos con un extraordinario desayuno”.

Algunos de estos cultos, los de la fiesta de su titular el 1 de marzo, son los que aparecen publicados en la prensa local de la época, referida a ella como Venerable Hermandad del Santo Ángel de la Guarda, con el título de la Limpieza:

Por ejemplo, en 1907, se dijeron misas rezadas desde las seis y media de la mañana hasta las diez, hora en que se celebró la misa mayor solemne con S.D.M. manifiesto, siendo don Cesáreo Galindo Ortega, coadjutor de San Miguel, el encargado de hacer el panegírico. Por la tarde, exposición del Santísimo, estación mayor, santo rosario, motete, bendición con el Santísimo y Reserva.

El anuncio de los cultos del año 1910 es más completo: las misas rezadas se celebraron desde las cinco hasta las nueve de la mañana. A las diez se celebró las misa mayor con S.D.M. manifiesto, que lo estuvo todo el día por celebrase el Jubileo de las Cuarenta Horas, en esta ocasión el panegírico corrió a cargo del M.I. Sr. Dr don Ildefonso López Gómez, canónigo Penitenciario de la S.I.M. Por la tarde, a las cinco, estación mayor, santo rosario, motete, terminándose con el Santo Dios, salmo Credidi, Tantum ergo, Bendición con el Santísimo y Reserva Solemne con las preces de costumbre.

En las distintas plantas de procesión del Corpus Christi, era la primera de las Cofradías que desfilaba, después de los asilados de la Casa de la Beneficencia y de los alumnos de las Escuelas Cristianas. A esta procesión acudiría con su imagen titular hasta 1925, último año en que se permite la salida de imágenes en la Procesión del Corpus Christi.

José de Tiedra nuevamente señala la fecha en que esta Hermandad se traslada al Convento de las Descalzas Reales. Así, dice que en el Hospital de Esgueva permaneció hasta el año 1932, cuando se trasladó al Convento de las Descalzas Reales “sin contar con nadie y haciendo acto de soberana independencia”.

Allí, en el Convento de las Descalzas Reales permaneció hasta 1945. Los cultos del día 1 de marzo seguían celebrándose, y se completaban al día siguiente con una Eucaristía por los difuntos de la Hermandad.

En 1945 la Cofradía del Santo Ángel de la Guarda se traslada de las Descalzas Reales a San Martín. Se efectuó traslado procesional el día 24 de febrero de 1945. La planta de la procesión estuvo formada por: Juventudes masculina y femenina de Acción Católica con sus banderas; cofradía del Santo Ángel con su estandarte, presidida por su Hermano Mayor Honorario don Gilberto Villar, en representación del Cuerpo de Policía Armada, y don Mariano Escribano, que representaba al Cuerpo General de Policía; seguían representaciones de todas las Cofradías y Asociaciones de la Parroquia. Por fin la imagen y el clero parroquial, cerrando la marcha la banda de trompetas y tambores del Cuerpo de Policía Armada y de Tráfico.
Una vez en la Parroquia la procesión, el clero rezó las preces rituales con lo que se dio por terminado el acto religioso, siendo atentamente invitados después los asistentes por la Junta Directiva.
Además de la Cofradía, se señala la presencia de multitud de devotos especialmente de los Cuerpos de Policía y Policía Armada (El Norte de Castilla, 27/02/1945).
El 1 de marzo ya celebró la fiesta en San Martín, con jubileo de las Cuarenta Horas. A las 10 misa solemne y exposición del Santísimo. A las 19:30 estación, rosario, sermón por el párroco y Reserva.

Pero, el Santo Ángel de la Guarda, no sólo era honrado por los Cuerpos de Policía (que además celebraban oficialmente su fiesta en la Conventual de San Pablo) como hemos visto. También los médicos puericultores lo tomaron como Patrono. A este respecto, se transcribe a continuación parte de la crónica de la fiesta del Santo Ángel de la Guarda, celebrada en San Martín por la citada especialidad médica, procedente del Diario Regional de 8 de marzo de 1955:

Los médicos puericultores celebraron la festividad del Ángel de la Guarda – En el templo de San Martín fue oficiada una Misa solemne – Los niños que asistieron al acto religioso, desfilaron luego ante el señor Arzobispo.

Los médicos puericultores de Valladolid celebraron el domingo la octava de su Patrón, el Santo Ángel de la Guarda. A las doce asistieron a una misa solemne, que ofició en San Martín el presbítero don Antonio Fernández. Hizo el panegírico del Santo el párroco, don Justo Adalia. Intervino también en el acto religioso la escolanía de San Pío X, del Colegio de San José, que interpretó magistralmente diversas composiciones. Actuaron como solistas los niños Tomás Jolín, Pascual y Chicherri, bajo la dirección de don José Ortega y don Firmo Hernández. La niña Maite Lesmes recitó ante la imagen del Santo una composición alusiva a la protección a los niños y la esposa del doctor Lozano hizo la ofrenda de flores al Ángel de la Guarda. Seguidamente fue recitada la oración de los puericultores. Terminada la misa, la imagen del Santo fue sacada en procesión por el atrio del templo, y ante ella interpretaron composiciones las bandas de la Institución Gandásegui, Orfanato provincial y escuela de Cristo Rey. […].

En las fotografías que ilustran el artículo destaca una en la que se recoge el momento en que Maite Lesmes recita su composición ante la imagen, pudiendo verse también el estandarte de la Hermandad, con un ovalo central representando al titular de la misma.

En la década de los 60 del siglo XX, aún hay referencias a la celebración de la fiesta titular de esta Hermandad, ya sea en la Parroquial de San Martín, o a partir del hundimiento de la bóveda de San Martín, en 1965, nuevamente en la Conventual de las Descalzas Reales, como por ejemplo en 1966.

Poco más puede decirse de esta Hermandad. Probablemente, aunque no haya referencias a cultos en la actualidad, pueda seguir existiendo en calidad de algún Hermano/a Cofrade de estos últimos años en los que se encontraban referencias a su actividad.


La Imagen del Santo Ángel de la Guarda
La Imagen del Santo Ángel de la Guarda (1,10 m.) próxima al estilo de Juan de Ávila, se venera actualmente en un retablo en la primera capilla del lado de la Epístola partiendo desde la capilla mayor.
En su mano derecha sostenía un báculo con forma cruz. En su mano izquierda custodia a un niño.
Vicent F. Zuriaga afirma que la iconografía del Ángel de la Guarda se inspira en el tipo iconográfico del arcángel, con referencias al Arcángel Rafael y Tobías. El niño que acompaña al ángel y que éste protege, en ocasiones es representado bien sea como niño muy pequeño, “puesto que se enseñaba que el Ángel de la Guarda era enviado al hombre en el mismo momento de su nacimiento” o bien, como “el niño está en esa edad en la que idea del mal empieza a insinuarse en el alma”, siendo ésta más habitual. Los dos avanzan por el camino de la vida, y el ángel con la mano levantada señala al cielo.
Malê afirma que las primeras imágenes del Custodio surgen en la pintura italiana de finales del XVI, coincidiendo con el final del Concilio de Trento. En el Museo de Nápoles, el Ángel de Domenichino coloca su gran escudo entre el niño que reza y el demonio que se arrastra”.
Estas características se pueden encontrar perfectamente en la imagen titular de esta Hermandad.

La imagen de este Ángel de la Guarda remite en algunos aspectos al ángel tallado por Andrés de Solanes para el “paso” procesional de “La Oración del Huerto” de la Penitencial de la Santa Vera Cruz u otros muchos ángeles tallados en esta centuria, ya sea en la forma en que aparecen vestidos o la misma mano en que sostienen el báculo en forma de cruz, aunque actualmente el de la Guarda no lo tenga. Otro tema distinto es que lo tuviera en el principio o bien que fuera un añadido posterior porque es curioso que en la mayoría de representaciones del Ángel de la Guarda, ya sea en pintura o escultura, se repite el mismo esquema y no aparece portando un báculo, tan sólo señalando con su mano al cielo. El joven, que por la edad sí que se puede englobar en el grupo de aquellos en los que “la idea del mal empieza a insinuarse en el alma”, o que distinguiendo entre el bien y el mal eleva una súplica hacía su protector para que le conduzca por el buen camino en la vida. Ese gesto de protección queda reflejado en la mano que el ángel extiende sobre el niño.



Bibliografía:

GONZÁLEZ GARCÍA-VALLADOLID, Casimiro: Compendio histórico-descriptivo y guía general de Valladolid. Imp. Casa Social Católica. Valladolid. 1922. Pág. 186.

GONZÁLEZ GARCÍA-VALLADOLID, Casimiro: Valladolid, sus recuerdos y sus grandezas; Religión, Historia, Ciencias, Literatura, Industria, Comercio y Política. Imprenta Juan Rodríguez Hernándo. Valladolid. 1900-1902. Tomo I, págs. 278-279

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José y URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid. Monumentos Religiosos de la Ciudad de Valladolid I. Pág. 101.

TIEDRA, José de: El Hospital de Santa María de Esgueva de Valladolid: fundación gloriosa y secular del Conde Don Pedro Ansúrez y Doña Eylo su mujer. Casa Martín. Valladolid. 1937.

ZURIAGA SENENT, Vicent Francesc: Entre la tierra y el cielo: el tipo iconográfico del ángel custodio.

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