El Oratorio de Nuestra Señora del Rosario, (vulgo Iglesia del Rosarillo), llamado en ocasiones también Oratorio de Nuestra Señora de la Presentación, nos habla de la existencia y unión de dos antiguas Cofradías que, por distintas circunstancias vieron unidos sus caminos hasta fundirse en una sola. Por un lado, la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario que tenía su iglesia anexa al Palacio Real y, por otro lado la Cofradía de los Santos Mártires Cosme y Damián, fundada en tiempos de la reina Doña Urraca, con una iglesia y hospital que servía de “albergue de los litigantes pobres y viudas que venían á la población con objeto de seguir sus pleitos ante la Real Chancillería del Reino” (Valladolid sus recuerdos y grandezas, Tomo II, pág. 87). Esta Cofradía de los Santos Mártires Cosme y Damián contaba además con una ermita, que durante un tiempo fue sede del monasterio de San Basilio. Señala el mismo autor que en tiempos de Felipe III, en 1602, necesitando el rey para capilla de su palacio la iglesia donde estaba erigida la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y ocupaba el sitio en que estuvo el convento de San Diego, hizo a los cofrades trasladarse a la iglesia del hospital de San Cosme y San Damián, refundiéndose ambas cofradías en una sola, con el título de Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y Gloriosos Mártires San Cosme y San Damián, figurando también en el retablo mayor del templo. Todo ello se testimonió el 13 de abril de 1603 ante el licenciado Juan del Valle, notario apostólico.
La autoría de la iglesia se viene relacionando con el arquitecto Juan de Nates, o cuanto menos su intervención para dotarla del aspecto que ha llegado a nuestros días. La fachada es sumamente sencilla, con tres vanos además de la portada que enmarca una puerta adintelada y rematada por un frontón triangular partido, con bolas por acroteras y el escudo real de Felipe III, manifestando su patronato sobre este templo.
En cuanto al interior, se trata de una sola nave, en origen gótica y luego reformada o ampliada, dividida en cabecera y dos tramos, con coro alto a los pies y, tras el testero del presbiterio, la sacristía y el acceso al camarín (quedando detrás del retablo mayor). En el tramo intermedio de la iglesia, al lado del evangelio, se abre una puerta que comunica con el claustro. Para conocer su amueblamiento hay que ir a catálogos y obras de cronistas de Valladolid, pues ha estado cerrada durante décadas.
El retablo mayor, obra del ensamblador Blas Martínez de Obregón (1689) encomendándose la escultura a Antonio Vázquez y José de Rozas, consta de tres cuerpos y otras tantas calles; en el inferior presenta sendas puertas en los extremos dan acceso a una dependencia singular, en dos pisos o alturas, la inferior como despacho y la superior como camarín de Nuestra Señora del Rosario; en el centro el expositor, donde con cuatro pequeñas imágenes se representaba la Presentación de Nuestra Señora, episodio titular de de la Congregación de dicho templo; a los lados se dispusieron imágenes de carácter seriado de los Corazones de Jesús y de María. En el segundo cuerpo, en el centro se presenta la imagen de Nuestra Señora del Rosario, flanqueada por las efigies de Santo Domingo de Guzmán (por la vinculación con el origen del rosario) y San Francisco de Asís, una asociación de ambos santos patriarcas y fundadores muy común en otros tiempos en iglesias tantos franciscanas como dominicanas, como ocurre en el retablo mayor de Santa Clara, el retablo del Sagrado Corazón en San Pablo, en el desaparecido retablo mayor del convento de San Francisco (el costeado en 1674 por la familia Mendoza), iglesia conventual de Nuestra Señora de la Laura, etc., todos ellos en Valladolid. Destaca entre la hornacina de Nuestra Señora del Rosario y el Calvario una relieve con el característico milagro de los Santos Mártires Cosme y Damián; en el remate un Calvario compuesto de Cristo Crucificado, la Virgen y San Juan y sobre este conjunto el escudo con toisón de sostenido por leones rampantes y la presencia de dos angelotes con instrumentos de la pasión; en los extremos ángeles portaestandartes.
En el cuerpo de la iglesia, lado del evangelio, hay un retablo dedicado a los Santos Mártires Cosme y Damián. Se trascribe una descripción de la iglesia por los cambios sufridos: seguía otro con la Virgen de los Dolores y San Antonio de Padua y finalmente “próxima a la puerta principal una capilla dedicada á San Juan Bautista, cuya estatua ocupa el trono principal; en esta capilla hay un altar sencillo al lado del evangelio con una Virgen del Carmen, de bastidores” y en el “lado de la epístola y haciendo juego con el de enfrente [el San Cosme y San Damián], se ve otro retablo igual á él, con unas imágenes de talla representando la Presentación de Nuestra Señora en el Templo; sigue otro retablo muy lindo y de gran devoción, que contiene en esculturas de regular ejecución y de bastante piedad, la Sagrada Familia, el Espíritu Santo y el Padre Eterno bajo un arco y á los costados San Joaquín y Santa Ana; es lo mejor que hay en la iglesia; y por último otro altar con la Virgen del Camino, de bastidores”. Este retablo de la Sagrada Familia, realizado a expensas del canónigo Rubín de Celis en el año 1736, y realizado por Pedro de Sierra, se encuentra actualmente en la Capilla de Santa Cándida María de Jesús, construida en el Colegio de la Sagrada Familia (Hijas de Jesús, Jesuitinas). La biografía de santa Cándida (Juana Josefa Cipritia Barriola) cuenta que el 2 de abril de 1869, Viernes Santo, rezaba ante este altar de la Sagrada Familia en la Iglesia del Rosarillo cuando tuvo la inspiración de fundar una nueva congregación, con el título de Hijas de Jesús, dedicada a la salvación de las almas por medio de la instrucción de la niñez y juventud. Con el cierre de la iglesia del Rosarillo y la importancia de este retablo para la Congregación de Jesuitinas consiguen comprarlo en 1978, estando desde entonces en la capilla del colegio. En el curso 2009-2010 se unen las dos sedes, la de la calle Fray Luis de León y la de la Carretera de Segovia en una sola, en ésta última ubicación. En esta finca se erige una nueva capilla inspirada en un cofre para guardar como “tesoro” este retablo; fue construida en 2010-2011 y proyectada por los arquitectos Ignacio Paredes Peña, D. Miguel Paredes Peña, Jesús Paredes Peña y Juan Carlos Rivas San José. Concluidas las obras tuvo lugar su consagración el 2 de abril de 2012, “fiesta de la Inspiración del Rosarillo” por el arzobispo de Valladolid Ricardo Blázquez. Desde ese momento, el retablo de la Sagrada Familia se encuentra en el presbiterio de dicha capilla. En esa capilla hay otras obras como la imagen de la fundadora, Santa Cándida María de Jesús, Cristo Crucificado y la Inmaculada Concepción.
Es curioso que en esa descripción proporcionada por Casimiro González García Valladolid no se mencione la presencia del Santo Cristo del Refugio, imagen de gran devoción en Valladolid especialmente el Viernes Santo, con el rezo de los 33 Credos. No obstante, en una fotografía de António Passaporte (Archivo Loty, IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte) se ve en un retablo con imagen de Cristo Crucificado en el lado de la epístola, entre los retablos de la Sagrada Familia y de la Virgen del Camino, y una devota rezando ante dicha imagen.
De finales de los años 30 del siglo XX se conservan algunos anuncios de otros cultos a este Santo Cristo del Refugio:
Oratorio del Rosarillo.—Devoto quinario al Santo Cristo del Refugio los días 25 al 29 de los corrientes. Por la tarde, a las siete y media, se expondrá S.D.M., se rezará la estación, rosario y ejercicio de las cinco Llagas, y a continuación reserva, terminándose con cánticos y la oración ante la imagen del Santo Cristo (Libertad, 27/09/1939, p. 2).
El mismo cronista señala más tarde en otra de sus obras, en 1922, que este Oratorio fue restaurado en 1907 (Compendio, p. 51), tal vez podría ser el momento en que se entronizó al culto la imagen del Cristo del Refugio que no se menciona en la descripción vista hace un momento (que es de 1900-1902). Así mismo indica que el Oratorio de la Presentación era un templo que estaba abierto todo el día.
Con las imágenes de los Sagrados Corazones y la escena de la Presentación en el Templo en el manifestador. |
Sobre aquella imagen de Nuestra Señora del Camino (que actualmente no está en el templo) conviene recordar lo anotado en un inventario datado en el primer cuarto del siglo XVIII “Ropas de Nuestra Señora del Rosario de Nuestra Señora del Camino, y Santos Mártires. Primeramente un bestido de tafetán bordado de seda y plata, todo antiquísimo, compuesto de basquina, jubón y manto. Otro de Nuestra Señora del Camino, de fondo morado, con flores con las mismas piezas. Una caja con varias menudencias de tocas, cintas y buelos, todo para vestir a Nuestra Señora. Un vestido del Niño de Nuestra Señora del Camino, tela de Francia, blanco, con espiguilla de plata fino. Dos tocas de platilla y una cestilla con varias frioleras para adornos. Bestidos de los Santos Mártires, de rasoliso encarnado, con puntilla de plata fina” (Catalogo monumental, pág. 272).
El 29 de octubre de 1909, se inauguró en este templo un nuevo altar dedicado a Nuestra Señora del Carmen.
Consta que un pulpito se trasladó a la recién creada Parroquia de Nuestra Señora del Carmen (Delicias) que, salvo posible traslado a otro lugar, desaparecería en el incendio de 1936.
LA IGLESIA DEL ROSARILLO Y LA CONGREGACIÓN DE SACERDOTES.
Existieron en Valladolid dos congragaciones de sacerdotes, una con el título de Nuestra Señora de la Presentación, fundada en 1609, y otra dedicada a San Felipe Neri, instaurada el 26 de febrero de 1645, siendo su primera sede provisional la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol (donde aún se conserva una imagen del Santo). Ambas mantuvieron su independencia hasta ya entrado el siglo XIX. Aquella congregación de la Presentación había tenido sus inicios en la Iglesia de San Ignacio, así lo señala Ventura Pérez en su Diario de Valladolid, para luego recalar en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario (Rosarillo):
“En primero de Julio de dicho año de 1786 se adjudicó la iglesia de Nuestra Señora del Rosario y Santos Mártires, por decreto del Ilmo. Sr. Obispo D. Manuel Joaquín Morón, á la congregación de sacerdotes de la Presentación, la que primero hizo sus funciones en la iglesia de San Ignacio hasta la expulsión de los jesuitas, que se estableció en San Lorenzo”. Se señala que en este momento se extinguieron diversas Cofradías en la ciudad, entre ellas, esta del Rosario. El 2 de julio se celebró una Misa Solemne y, el 3 de julio de 1786, se dio posesión judicial de la citada iglesia del Rosario a la Congregación.
Como se ha dicho, hasta el siglo XIX, fueron dos congragaciones independientes, hasta que en este momento, por la precaria situación de la Congregación de la Presentación, solicita su unión con la de San Felipe Neri, que se verificará el 7 de julio de 1815, ante el notario D. Tomas Guerra, tomando el título desde entonces de Venerable Congregación de San Felipe Neri y Nuestra Señora de la Presentación y celebrando fiestas con motivo de los días de sus titulares San Felipe Neri (26 de mayo, en otros tiempos con procesión), Presentación de Nuestra Señora (21 de noviembre) a la que se suma la fiesta de la unificación (23 de julio). La Congregación tenía gran pujanza en la ciudad, prueba de ello es que tenía el privilegio que cuando el Corpus Christi caía en el día de San Felipe Neri (26 de mayo) podían procesionar su imagen en la Procesión del Corpus (al igual que ocurría, por ejemplo, con la imagen de San Fernando de la Catedral, cuando el Corpus caía en la fiesta de San Fernando, 30 de mayo).
A comienzos de los 80 del siglo XX se cierra definitivamente la Iglesia del Rosarillo, salvo momentos puntuales como se verá posteriormente. Algunas obras comienzan a llevarse a otros templos e instituciones, como lo que recaló en San Felipe Neri o el citado retablo de la Sagrada Familia.
Hace pocos años se procedió a la restauración de cubiertas del templo y la intervención de algunas piezas. En cuanto a restauradores a lo largo de los años, también del presente podemos mencionar los nombres, entre otros, de Arancha Arnoriaga (2013), Julián Vegas - JVS Restauración (actualidad, retablo mayor), etc.
Tras muchos años, el 2 de junio de 2019 se presenta restaurada la imagen de Nuestra Señora del Rosario (Del Rosarillo) en el Oratorio de San Felipe Neri. Unos meses más tarde estrenaría nuevo ajuar, aún colocada en una ubicación provisional, la embocadura del presbiterio, al lado del retablo de San José. Iría cambiando de lugar, hasta que en octubre de 2020, se habilita un nuevo espacio como capilla, dedicada a Santiago, Santa Teresa y San Fernando, y el retablo dejado por el primero pasó a ser ocupado por la Virgen del Rosario manteniéndose así hasta la bendición y entronización de la imagen del Beato Florentino Asensio, acaecida el 22 de enero de 2023. Por entonces, la imagen de Nuestra Señora del Rosario pasó a la capilla de la Inmaculada.
En abril de 2024 (El Norte de Castilla, 13/04/2024) se anuncia que la iglesia del Rosarillo volverá a abrir sus puertas después de más de 40 años cerrada, tras un largo proceso de restauración. Habrá que esperar hasta la fiesta de Nuestra Señora del Rosario (07/10/2024) cuando desde el Arzobispado de Valladolid hacen pública esta apertura y los actos que se llevarán a cabo en tal sentido, desde el 9 al 21 de noviembre:
Sábado, 9 de noviembre de 2024:
A las 18:30 h., Solemne Eucaristía en el Oratorio de San Felipe Neri, presidida por el obispo emérito de Santander, D. Manuel Sánchez Monge y concelebrada por diversos sacerdotes. Ante una iglesia repleta por representantes de cofradía y de pueblo fiel, destacó la homilía basada en la explicación del rosario, su historia, estructura y significado de los misterios. Igualmente, una cuidada interpretación musical, tanto instrumental como coral, ensalzó la celebración.
Terminada la Eucaristía dio comienzo el Traslado procesional del Santo Cristo Crucificado (¿Del Refugio?) y Nuestra Señora del Rosario, partiendo desde el Oratorio de San Felipe Neri continuó por Teresa Gil, Regalado, Cánovas del Castillo, Catedral, plaza de Portugalete junto a Catedral, Arzobispo Gandásegui, Echegaray, Angustias, Alonso Berruguete y San Juan de Dios hasta la Iglesia del Rosarillo.
Planta de procesión:
Cruz alzada y ciriales, con acólitos de la Catedral.
Seminaristas del Real Colegio de San Albano (Los Ingleses).
Estandartes de la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora del Rosario María Santísima de San Lorenzo y de la Cofradía de San Pedro Regalado y Nuestra Señora del Refugio.
Estandarte de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y las Lágrimas de San Pedro.
Bandera de la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna.
Bandera de la Cofradía de las Siete Palabras.
Bandera de la Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Bandera de la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar – La Santa Cruz Desnuda.
Paso de Cristo Crucificado, escoltado por faroles portados por representantes de cofradías de la unidad pastoral.
Representaciones de Cofradías y Hermandades, tanto penitenciales como de gloria.
Venerable Congregación de San Felipe Neri y de Nuestra Señora de la Presentación.
Acólitos de distintas cofradías con incensario.
Paso de Nuestra Señora del Rosario.
Presidencia eclesiástica: Vicario General de la Archidiócesis y Sr. Deán de la S.I.M. Catedral.
Banda de Cornetas y Tambores “Pureza”, de Valladolid.
La imagen de la Virgen del Rosario fue portada en las andas de San Pedro Regalado, con la base del baldaquino de Nuestra Señora de Valvanera (cuya Real Congregación tiene su sede en la Parroquial del Santísimo Salvador), completadas con los faroles del Cristo Yacente de la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar – La Santa Cruz Desnuda, mientras que el Santo Cristo (portado primero por la Cofradías de las Siete Palabras hasta la Parroquia de La Antigua donde tomó el relevo la Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, en las parihuelas cedidas por la Real Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura, en las que porta a su imagen de Cristo de La Fe, escoltado con faroles portados por representantes de las cofradías establecidas en la Unidad Pastoral.
La parte musical corrió a cargo de la Banda de CC y TT "Pureza" de Valladolid; además, como detalle curioso se puede recordar que al paso del cortejo procesional por la Catedral y la iglesia de Santa María La Antigua, repicaron las campanas de dichos templos.
A la llegada del cortejo procesional al templo del Rosarillo, con las puertas cerradas, D. Jesús Fernández Lubiano, Vicario General de la Archidiócesis, quien presidía la procesión tras el paso de la Virgen acompañado del Sr. Deán. D. José Andrés Cabrerizo, proclamó parte del Salmo de David:
3—¿Quién puede subir al monte del Señor? | ¿Quién puede entrar en el recinto sacro? 4—El hombre de manos inocentes y puro corazón, | que no confía en los ídolos | ni jura contra el prójimo en falso. […] 9¡Portones!, alzad los dinteles, | que se alcen las antiguas compuertas: | va a entrar el Rey de la gloria. 10—¿Quién es ese Rey de la gloria? | —El Señor, Dios de los ejércitos, | él es el Rey de la gloria.
Salmos 24 (23), 3; 9-10. “Entrada solemne de Dios en su templo”.
Seguidamente, con un mazo de madera dio tres golpes a las puertas que se abrieron, y la oscuridad del templo tornó a un espacio luminoso de daba la bienvenida a su titular después de varios años. Fue llevada hasta la el acceso al presbiterio y a continuación entraba la imagen del Crucificado que, bajado de las parihuelas fue colocado en el lugar donde recibirá culto. Terminó con el canto de la salve a Nuestra Señora del Rosario, y, a puerta cerrada, la subida y entronización de la Santísima Virgen en su retablo.
Domingo, 10 de noviembre de 2024:
18:30 h., Santa Misa con motivo de la reapertura de la Iglesia del Rosarillo, coincidiendo con la celebración del Día de la Iglesia Diocesana. Presidida por Mons. Luis J. Argüello, Arzobispo de Valladolid. SU homilía fue un repaso a la historia de este edificio, lugar de acogida, hospital, residencia sacerdotal y también, de forma especial, de culto, que ahora también se ponía el servicio de la cultura a través de las diversas formas de representación artística y del uso que pueda tener en el futuro. Destacó también la figura citada anteriormente, santa Cándida María de Jesús, fundadora de las Hijas de Jesús.
Jueves, 14 de noviembre de 2024:
19:30 h., Conferencia: “Las cofradías del Rosario y los santos mártires San Cosme y San Damián en el Oratorio del Rosarillo”, impartida por Javier Burrieza Sánchez.
Intervendrá el Coro Cámara Audi Nos, dirigido por Verónica Rioja.
Organiza: Venerable Congregación de San Felipe Neri.
Jueves, 21 de noviembre de 2024:
12:00 h., Santa Misa en la Fiesta de la Presentación de Nuestra Señora.
Preside la celebración el Vicario General, D. Jesús Fernández Lubiano.
Organiza: Venerable Congregación de San Felipe Neri.
Tras la reapertura del templo se ha podido constatar las obras realizadas en el mismo, así como comparar, aunque sea por medio de fotografías, los cambios. Si comenzamos en el retablo mayor, llama la atención la diferencia entre zonas ya intervenidas (zona del camarín y relieve del milagro de los Santos Mártires Cosme y Damián) y lo que aún queda. Además, en la parte inferior, la zona del expositor o manifestador, se ha colocado una imagen del Niño Jesús portando la cruz, mientras antes (por testimonios fotográficos) estaba representado el episodio de la Presentación de la María en el templo, además, a los lados, se han suprimido las ráfagas que albergaban las imágenes de los Sagrados Corazones.
En el lado de evangelio continúa el retablo de San Cosme y San Damián, seguido de un curado de “La Muerte de San José”, el púlpito, con una escena de la predicación de un santo franciscano (probablemente San Antonio de Padua), a continuación el gran lienzo de “Cristo vestido de sacerdote con el Padre Lapuente y Marina Escobar” en el lugar donde estaba el retablo de San Antonio de Padua y Nuestra Señora de los Dolores (suprimido), puerta de acceso al claustro (hoy condenada, a este espacio se ha dado otro uso), Cristo Crucificado y capilla de la familia Mendoza cerrada con reja, finalmente escalera de acceso al coro.
En el lado de la epístola, frente al de los Santos Mártires, sigue estando presente el de San Joaquín, Santa Ana y la Virgen Niña, a continuación el mural “Doble Trinidad”, unión de la Santísima Trinidad y la Sagrada Familia (con algunas zonas tapadas) y luego el retablo que fue de la Virgen del Camino, hoy de la Inmaculada y en la parte superior de Nuestra Señora con San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, y al lado del cancel, retrato del Beato Florentino Asensio.
Así, algunas obras aún quedan en el Oratorio de San Felipe Neri como Cristo Crucificado, Nuestra Señora de los Dolores (del tipo Virgen de las Angustias), San Antonio de Padua, San Judas Tadeo (en la citada fotografía de António Passaporte se ve parte de su lanza en lo que sería el retablo de la Virgen del Camino), los Sagrados Corazones y el cuadro de la Virgen del Rosario con donantes, Nuestra Señora del Carmen, entre otras, así como la imagen de Santa Filomena que estuvo también en el retablo de la Virgen del Camino (¿Museo Diocesano y Catedralicio?).
Lo cierto es que la reapertura de este templo sería un momento propicio para reorganizar también los retablos en San Felipe Neri y que recuperasen, en la medida de la posible, su titularidad original, retornando las obras que hay dispersas por otros templos y museos.
Hubo otras representaciones, cuadros principalmente, que desconozco su paradero, como Nuestra Señora del Amor Hermoso (vinculada a la Archicofradía de la Corte de María), Nuestra Señora del Buen Consejo, y algunas esculturas de pequeño tamaño.
COFRADÍAS.
Junto a la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y de los Santos Mártires y luego la Congregación de Sacerdotes podemos hacer memoria de otras existentes en este templo:
Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, la primera que se instaló en Valladolid, fundada en 1831. Celebraba sus “devotos ejercicios” los segundos y cuartos domingos de cada mes (El Indicador de Valladolid, pág. 50). En el retablo mayor del Rosarillo, a los lados del expositor, figuraban las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María que se pueden identificar con las que están en los retablos de las primeras capillas a contar desde el crucero, del Oratorio de San Felipe Neri.
Pía Unión de San Antonio de Padua, fundada en 1894. Contaba con visita domiciliaria. La imagen se encuentra en el Oratorio de San Felipe Neri. En el retablo en la Iglesia del Rosarillo, en la hornacina inferior había una imagen con el título de Nuestra Señora de los Dolores, copiaba en pequeño tamaño a la Virgen de las Angustias y, actualmente, también se encuentra en San Felipe Neri.
Archicofradía de la Corona Dolorosa de la Bienaventurada Virgen María. Tal vez tuviera por titular o imagen de culto, la de Nuestra Señora de los Dolores que se acaba de mencionar. Salvo el nombre, proporcionado por Casimiro González García Valladolid, no dispongo más datos de esta Archicofradía.
Cofradía del Santísimo Cristo del Refugio.
Devoción de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Fue sede de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad entre 1934 y 1937.
Durante algún tiempo estuvo en esta iglesia el “paso” procesional de “El Lavatorio” (Mariano Nieto, 1989-1990), alumbrado por la Cofradía Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena.
Para conocer más de esta iglesia recomiendo las entradas que Javier Baladrón dedicó en su blog:
EL HOSPITAL Y LA IGLESIA DEL ROSARILLO (2 de 3): La iglesia-oratorio del Rosarillo.
EL HOSPITAL Y LA IGLESIA DEL ROSARILLO (3 de 3): El retablo mayor de la iglesia del Rosarillo.
Y, en cuanto a crónica gráfica del traslado y reapertura:
"Valladolid en Semana Santa y arte" de Rubén Olmedo (enlace).
...Y ojala, la siguiente que se pueda ver abierta en todo su esplendor sea la Iglesia de San Juan de Letrán.
BIBLIOGRAFIA
GONZÁLEZ GARCÍA VALLADOLID, Casimiro: Valladolid sus recuerdos y sus grandezas: religión, historia, ciencias… Tomo II. Pág 87 a 91.
GONZÁLEZ GARCÍA-VALLADOLID, Casimiro: Compendio histórico-descriptivo y guía general de Valladolid. (1922).
GONZÁLEZ MORAL, Mariano: El indicador de Valladolid. 1864.
MARTÍN GONZÁLEZ Juan José y URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catalogo Monumental. Monumentos Religiosos de la ciudad de Valladolid. Parte Primera. Tomo XIV.
REBOLLO MATÍAS, Alejandro: La Iglesia-Oratorio de San Felipe Neri de Valladolid. Breve guía de su historia y patrimonio. V. Congregación de San Felipe Neri y Nuestra Señora de la Presentación de Valladolid. Imprenta Maas. Valladolid. 2008.