miércoles, 24 de junio de 2020

LA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR Y ROSARIO. IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO APÓSTOL


La Parroquia de Santiago Apóstol ha sido sede de numerosas Cofradías, Hermandades y Devociones (agrupaciones de fieles antes de su elevación a Cofradía). Algunas de ellas son apenas recuerdos en diversas fuentes, pues incluso se ha llegado a perder la imagen titular. Entre todas estas Hermandades figuró la de Nuestra Señora del Pilar.

Es conveniente tener presente dos ideas que configuran la propia Hermandad: el culto a Nuestra Señora del Pilar y, los Rosarios públicos y creación de Hermandades del Rosario. 

Según una piadosa tradición, la noche del 2 de enero del año 40 d.C., el Apóstol Santiago el Mayor, junto con otros compañeros que predicaban en Caesaraugusta, recibieron la visita de la Santísima Virgen, que aún vivía en Jerusalén (no es una aparición, sino una traslación) entregándole una columna o pilar, con encargo de levantar una capilla donde “obrará la virtud del Altísimo prodigios y milagros admirables […]”. Así, este de Zaragoza se considera el primer templo del mundo dedicado a la Virgen. 

Casi nada se sabe de la primitiva imagen de Nuestra Señora que parece que desapareció en el incendio de la Santa Capilla de 1434-1435. Tras el incendio se talla la Imagen actual atribuida al escultor Juan de la Huerta, probablemente donada por la reina Blanca de Navarra como agradecimiento a un milagro. 

En cuanto a iconografía de la Virgen muestra dos modelos, con o sin Niño. Atendiendo a la tradición, la visita a Santiago sería sólo por parte de la Virgen, como se puede ver en el grupo de la Santa Capilla e incluso la imagen procesional de Zaragoza (Miguel Cubells, h. 1620). El otro modelo, la Virgen con el Niño en brazos -siguiendo a Juan de la Huerta- que toma con una mano un pliegue del manto de la Madre, mientras en la otra sujeta un ave (paloma o jilguero, evocando divinidad o símbolo de la Pasión, respectivamente); este modelo inspira las representaciones existentes en la Parroquia de Santiago, en el remate del retablo mayor o en la capilla del Pilar. 

El fenómeno de los Rosarios Públicos surge en 1690 en Sevilla, llegando a Valladolid en 1693 por iniciativa de fray Tomás de la Ascensión, mercedario descalzo del Convento de San José, con cortejos infantiles que cantaban el Rosario llevando un guión con la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes (M.ª Antonia Fernández del Hoyo, Conventos desaparecidos…, pág. 566); este movimiento se extendió por toda la ciudad propiciando la creación de Hermandades del Rosario alrededor de determinadas advocaciones marianas como Nuestra Señora del Pilar (Parroquia de Santiago), de los Dolores (San Pedro Apóstol, Congregación Servita), de Valvanera (Salvador), Remedios (Magdalena), de la Peña de Francia (San Martín), etc., sin olvidar a Nuestra Señora de San Lorenzo.

Por el informe redactado por Ángel Bustamante (1773) sabemos que había en la ciudad diez Hermandades del Rosario erigidas en otras tantas Parroquias, en la de Santiago se encontraba la de Nuestra Señora del Pilar. Este informe no sólo es un censo de las Cofradías existentes también aconsejaba sobre su continuidad o extinción y, en el caso de las del Rosario, recomienda conservar algunas, pero no todas, salvándose la del Pilar en Santiago “por especial fabor que el Reyno debió á esta Señora…”. 

El “Informe sobre los gremios de Valladolid” de José Colón de Larreátegui (1781), sobre esta Hermandad apunta: “Se erigió en 30 de Noviembre de 1727, y se aprobó por el Provisor en 17 de Enero de 1728: los hermanos son de todas clases y oficios: no tiene efectos, y se mantiene con las limosnas que piden en varias veredas, las que produce el Rosario y caxillas en las casas, que todo asciende según el último cargo á 4.500 reales, los que gastan en una función á nuestra Señora, otra de Animas, aceyte para la luminaria, sufragios, refrescos y propinas de los actuales”.

Canesi proporciona el dato de la colocación de la imagen al decir: “[…] la capilla de la congregación de nuestra Señora del Rosario,…, y a 26 de julio de 1730 celebró la colocación de Ntra. Sra. del Pilar a su nuevo dorado retablo en ella […]”.

El retablo se situaba en la Capilla actualmente dedicada a Nuestra Señora del Pilar, que es la parte más antigua que se conserva en el templo y, antes de ser conocida como del Pilar, estuvo dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, también llamada de “los Escovares” o en otros casos de Nuestra Señora de las Donzellas siendo su titular una imagen de vestir que recibía esta última advocación. El nombre de “los Escovares” se debe a los fundadores de este recinto, el mercader Pedro González de Escobar y Catalina Sánchez Portillo. Se trata de una capilla de planta cuadrada realizada en piedra, cubierta con cúpula vaída sobre pechinas con linterna en su centro, que en sus muros laterales presenta tres lucillos decorados con temas vegetales y figurados, en uno de los cuales se dispone la escultura yacente de doña Teresa Rodríguez, madre de D. Luis de la Serna y, sobre ella, Cristo Crucificado. Los otros lucillos albergan a San José con el Niño y a San Antonio Abad (atribuida a Francisco de Rincón, fue titular de la Cofradía de las Ánimas y San Antonio Abad, fundada en 1593). En la cabecera, un arco trilobulado debió cobijar en otros tiempos sucesivos retablos, al menos hay noticias del que en 1723 realizó el ensamblador Juan Correas; hoy –sin retablo- preside Nuestra Señora del Pilar. La capilla estuvo cerrada por una reja de madera que D. Ambrosio Nuño contrató con el ensamblador Juan de Maseras el 14 de septiembre de 1635 (Martín González y Urrea Fernández: Catálogo monumental T. XIV).

Junto a estos datos históricos y patrimoniales, pueden unirse otros datos de carácter espiritual que se conocen gracias al Novenario publicado en 1889: Clemente XIII (Papa entre 1758 y 1769) concede indulgencias a quienes se inscriban “en el libro de la Congregacion de MARíA SANTíSIMA DEL PILAR, que se venera en la parroquia de Santiago de esta ciudad, de Valladolid […]”. Mientras que D. Julián Domínguez Toledo (Obispo de Valladolid entre 1728 y 1743) “concedió cuarenta dias de indulgencia á todas las personas que devotamente hicieren este santo Novenario, por cada uno de los dias”.

La imagen de Nuestra Señora del Pilar, de Santiago, debió gozar de especial devoción en el Valladolid del siglo XIX, así cabe recordar su traslado a la Casa Consistorial el 2 de junio de 1808, junto con San José (Penitencial de Jesús) y San Pedro Regalado (Parroquia del Salvador), el estandarte de la Fe y el retrato de Fernando VII, en el contexto de la insurrección de Valladolid frente a las tropas napoleónicas. Este mismo siglo, la Parroquia tuvo momentos de incertidumbre pues hacia 1862 se plantea su posible expropiación para prolongar la calle Constitución, afortunadamente no se llevó a cabo.

En el siglo XX, la Hermandad vive momentos de esplendor, declive e incluso accidentes. Señala Casimiro González García Valladolid que la capilla del Pilar quedó destruida por un incendio en la noche del 30 al 31 de diciembre de 1918. Mientras era restaurada, la sede parroquial se trasladó a la Penitencial de Jesús, celebrándose allí la fiesta del Pilar el 12 de octubre de 1919 (aunque la Procesión de Octava, 25 de julio, salió de Santiago). La iglesia fue nuevamente abierta al culto el 26 de octubre de 1919.

Podría ser que entre los bienes destruidos en este incendio figurase la imagen de Nuestra Señora del Pilar, ya que en la crónica de la procesión de 1918 se menciona una “preciosa y riquísima imagen de plata”, cuando la actual es una talla de madera dorada. Por otro lado, frente a lo común en otros tiempos - realización de imágenes partiendo del modelo original pero adaptado a los gustos de cada época-, nos encontramos ante una réplica bastante exacta, incluso en medidas, detalles de la indumentaria de la imagen o la propia corona tallada. Además, en la columna ya aparece la Cruz de Santiago, cuando lo habitual en los siglos anteriores era la presencia de la Cruz patada de Jerusalén. Finalmente, las coronas siguen el modelo de talleres Ansorena para la coronación canónica (Zaragoza, 20 de mayo de 1905). 


Por estas fechas, los cultos de esta Hermandad eran: Novenario y fiesta en octubre con Jubileo de las Cuarenta Horas; participación en la Procesión del Corpus Christi y en la Octava de Santiago, y cultos mensuales el día 12 de cada mes, cuando era visitada por la Archicofradía de la Corte de María.

Salidas procesionales de Nuestra Señora del Pilar, de Santiago Apóstol.

Hubo años en los que la Imagen llegó a salir hasta en tres ocasiones: 1) Corpus Christi (desde 1895); 2) Octava de la Parroquia de Santiago (25 de julio), y 3) Fiesta de Nuestra Señora del Pilar. Las dos primeras eran habituales, siendo probable su última salida en 1925, cuando en estas Procesiones dejan de participar imágenes. 

En cuanto a la Procesión del Corpus Christi, es interesante recordar una fotografía (anterior a 1925) conservada en el Archivo Municipal de Valladolid donde se puede identificar el estandarte de esta Hermandad de Nuestra Señora del Pilar seguida de lo que deberían ser sus andas procesionales, con forma de templete. Según la planta de procesión del Corpus de aquellas fechas en la fotografía podríamos ver en primer término a San Ildefonso, seguido del Salvador en las andas de la Virgen de Valvanera y luego el estandarte e imagen de Nuestra Señora del Pilar a la que seguiría e grupo procesional de Santiago Apóstol.


Ya que se ha mencionado, recordamos la planta de la procesión del Corpus Christi publicada en el año 1925 (último año en que salen imágenes en la procesión):

1.°, Guardia civil montada,
2º, Asilados  del Hospicio provincial.
3º, los de la Casa de Beneficencia.
4.°, alumnos de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
5.º, Cofradía del Santo Ángel de la Guarda. 
6.°, idem de Jesús Nazareno. Efigie de la Santísima Virgen de la penitencial de Jesús 
7:°, parroquia de Nuestra Señora del Carmen, feligreses de la misma y Asociaciones piadosas (caballeros), Cofradías y Sacramentales, canónicamente erigidas en ella, con sus insignias y guardando el orden de precedencia y antigüedad. 
8.°, parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, ídem. 
9.°, parroquia de San Ildefonso, idem.
10, parroquia del Salvador, idem. 
11, parroquia de Santiago Apóstol, idem. 
12, parroquia de San Lorenzo, idem.
13, parroquia de San Nicolás, idem.
14, parroquia de San Andrés, idem.
15, parroquia de San Esteban, idem. y a la cual se unirán las Congregaciones de San Estanislao de Kostka y San Luis Gonzaga.
16, parroquia de San Juan Bautista, idem.
17. parroquia de San Pedro. idem.
18. parroquia de San Miguel, idem. 
19, parroquia de San Martín y San Benito, idem.
20, parroquia de Santa María Magdalena, idem.
21, parroquia de la Catedral en la Antigua, idem. 
22, Círculo Católico de Obreros. 
23, Conferencias de Caballeros de San Vicente Paúl. 
24, Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias. 
25, Cofradía de la Santa Vera Cruz.
26, Apostolado de la Oración y Guardia de Honor. 
27, Venerables Ordenes Terceras- a) de Santo Domingo: b). del Carmen; c), de San Francisco. 
28, Archicofradía de la Adoración Reparadora o Unión de los Católicos. 
29, Asociaciones Eucarísticas de carácter general: a), Adoración Nocturna: b), de las Cuarenta Horas.
30, alumnos de la Universidad Pontificia. 
31, Clero exento: a), regular; b), castrense.
32, Clero de la Jurisdicción ordinaria.
33, catedráticos y superiores de la .Universidad Pontificia. 
34, Cabildo de párrocos de la capita1. 
35. Tribunal Eclesiástico. 
36, Cruz de la Iglesia Metropolitana. 
37, beneficiados de la misma y excelentísimo Cabildo Catedral. 
38, Santísimo Sacramento. 
39, excelentísimo y reverendísimo señor arzobispo de pontifical. 
40, Palio.
41. autoridades y corporaciones civiles y militares. 
42, piquete de Infantería con música.


En la Octava de la Parroquia (enlace), participaba con otras imágenes como Santa Lucía (siglo XVIII) y Santiago Apóstol (Juan de Ávila, 1681) precediendo al Santísimo Sacramento bajo palio. A éstas se une en 1912 un Niño Jesús y posteriormente, la Inmaculada Concepción; el recorrido más frecuente era Atrio de Santiago, Alfareros, Duque de la Victoria, Quiñones, Lencería, Plaza Mayor, Santiago y Santander, finalizando con la Reserva Solemne. Las crónicas hablan de altares en el recorrido donde se cantaban villancicos y motetes. 



Finalmente, en la Fiesta del Pilar, al menos en el siglo XX, se intuye cierto carácter extraordinario; parece que la última fue el 12 de octubre de 1913 y la crónica habla de “artísticas farolas” y la Virgen llevada en andas “escoltada por monumentales farolas”.
Por la prensa conocemos que la insignia que portaban los cofrades presentaba forma de escapulario. 

Pero la imagen también estuvo presente o protagonizó salidas extraordinarias, en este sentido cabe destacar las celebradas en 1950 (año Jubilar y definición del Dogma de la Asunción) y en 1954, Año Santo Mariano:

En cuanto al año 1950, tuvo lugar el 12 de noviembre, en el marco de una Magna Procesión Mariana por la definición del Dogma de la Asunción que reunió en la Plaza Mayor a más de una veintena de imágenes de Nuestra Señora procedentes de distintos templos de la ciudad. En El Norte de Castilla de ese mismo día hay un anuncio “COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR. Parroquia de Santiago.- Se ruega a los señores cofrades y hermanas de devoción asistan a las 6 a la iglesia parroquial, para acompañar a la Santísima Virgen del Pilar a la Plaza Mayor” (enlace).

Y ya en el año 1954, la primera de ellas es a la conclusión del triduo que se celebraba del 31 de diciembre al 2 de enero para conmemorar la Venida de la Santísima Virgen a Zaragoza, aquel año, el 2 de enero, tras los cultos vespertinos hay mención de una procesión con la imagen de Nuestra Señora del Pilar desde la Parroquia de Santiago a la Iglesia de San Lorenzo.
Una segunda salida procesional tuvo lugar el 12 de octubre de 1954, como conclusión de la novena que se venía celebrando en su honor en la Parroquia de Santiago, saliendo la imagen en procesión hasta la Parroquia de San Lorenzo, para ganar el jubileo del Año Mariano ante la Patrona de Valladolid, donde se cantó la Salve y el himno.


En la prensa local hay anuncios de cultos hasta finales de la década de los 70 del siglo XX, en los cuales el Novenario de octubre se había reducido a Triduo. Luego, la Hermandad entraría en un estado de inactividad, aunque probablemente aún existan antiguos hermanos/as cofrades que puedan informar de su historia. 

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