"Se apartó de ellos como un tiro de piedra, y, puesto de rodillas, oraba, diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Se le apareció un ángel del cielo, que le confortaba. Lleno de angustia, oraba con más insistencia; y sudó como gruesas gotas de sangre, que corrían hasta la tierra" (Lc.22, 41-44).
Todo un reto tenía que suponer para cualquier escultor enfrentarse a la realización de un conjunto procesional con episodios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, así que podemos imaginarnos lo que tendría que ser la representación de estados anímicos tan intensos como aquel sufrimiento que llegó a producir el fenómeno de la hematohidrosis, sudar sangre. Más allá de poder recurrir a postizos o regueros de sangre y heridas abiertas que reflejarán otras escenas posteriores, ésta de la Oración del Huerto es un sufrimiento psíquico, un “dolor de alma” que tenía que ser representado en madera, y no sólo catequizar también conmover a quien lo presenciaba. Por ello, este episodio de la Oración del Huerto puede suponer una prueba al talento de cualquier escultor que, en algunos casos se ha resuelto de manera magistral y otras, en cambio, no.
El episodio de la Oración del Huerto se desarrolla inmediatamente después de la Última Cena y la Institución de la Eucaristía. La versión más habitual representada en el arte, Cristo orando y la presencia de un ángel que lo conforta, procede del relato de San Lucas (visto al principio de esta entrada), los otros tres canónicos –Mateo, Marcos y Juan- no hacen referencia a esta aparición. La tradición ha dado por nombre Egudiel a este ángel, significando “La Penitencia de Dios”.
En cuanto a precedentes de pasos procesionales con este tema, Valladolid contó a principios del siglo XVII con dos, recogidos por Pinheiro da Veiga, ambos procesionaban en la jornada del Jueves Santo; uno de ellos, que salía del Convento de la Trinidad y habría que relacionar con la Cofradía Penitencial de la Pasión se describe como “La Oración del Huerto, con los discípulos y el ángel”; y el otro correspondía a la Penitencial de la Santa Vera Cruz “La Oración del Huerto con el ángel en un árbol, mucho de ver, y mucha soldadesca y desorejamiento de Malco”, saliendo desde el Convento de San Francisco. Luego, como sabemos, Francisco del Rincón con su “Elevación de la Cruz” inició una renovación de los conjuntos procesionales, desde grupos con figuras de tamaño reducido y materiales endebles a otros de tamaño natural en madera policromada. En este proceso, la Penitencial de la Santa Vera Cruz encargó un nuevo paso de la Oración del Huerto a finales de la década de los 20 del siglo XVII (podría datarse hacia 1627-1628), con una composición que hasta ahora no termina de ser definitiva en gran medida por la falta de documentación. El autor al que se encomendó la realización de este conjunto fue Andrés Solanes, escultor que se formó con Gregorio Fernández y que tal vez no era la primera vez que trabajaba en esta renovación escultórica procesional para la Penitencial de la Vera Cruz, pues en ocasiones se ha pensado en él como co-autor o colaborador de la Coronación de Espinas, junto con el propio Fernández. No hay que olvidar que en más ocasiones se dio el caso de esta colaboración entre ambos escultores, tanto en pasos procesionales como en retablos, y que incluso algunos retablos que hasta no hace mucho se atribuían a Fernández, ahora su autoría se decanta hacia Solanes o con amplia participación del mismo como es el caso del altorrelieve de la Imposición del Escapulario a San Simón Stock que procedente del retablo mayor del Convento del Carmen Calzado actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Escultura.
De los años más cercanos a la realización de este conjunto procesional sólo se poseen hasta el momento determinadas noticias sobre pagos al escultor o la colaboración de pintores para la policromía de algunas de las tallas, sin especificarlas –a excepción del ángel-, y por ahora tampoco se conoce algún documento contractual que pudiera dar más pistas sobre su composición e incluso su relación con otros conjuntos procesionales. Así, gracias a Jesús Urrea conocemos que en las cuentas de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz entre los años 1629 y 1630 hay diversas cantidades para Solanes por el “paso que hiço del prendimiento y oración del guerto para esta sancta cofradía como consta de librança y carta de pago” y junto a ello el desembolso de la Cofradía para varios pintores que trabajaron en el mismo conjunto: Gregorio Guijelmo, Jacinto Rodríguez, Francisco García (quien policroma la imagen del Ángel), Martín López de Vallejo y Pedro Carrillo. Todo ello hace pensar en un paso con un número mayor de figuras que las que muestra en la actualidad, Cristo y el Ángel.
Una segunda noticia sobre el mismo se tiene casi 50 años después, una descripción proporcionada por Antonio Moreno de la Torre en 1675 donde recoge “un paso de La Oración del Huerto, con ángel y Judas, prendimiento, bosque, Pedro, Juan y Diego, de muchos personajes, el de la linterna” señalando que lo llevaban sesenta personas. Cabe preguntarse si estos apóstoles dormidos figuraban desde el principio en la composición del nuevo paso o bien si podrían haber sido empleadas esculturas de los anteriores pasos sustituidos hasta que en un momento determinado se realizaron nuevas imágenes, aunque se carecen de noticias en ese sentido, pero tampoco está de más recordar las dos tallas de San Juan y Santiago dormidos, pertenecientes a un paso de la Oración del Huerto que se conservan en los almacenes del Museo Nacional de Escultura, si bien es cierto que en los diversos reconocimientos de esculturas realizados por comisionados de la Academia no se mencionan dichos apóstoles. Sobre la posible incorporación de apóstoles dormidos volveremos más adelante.
La descripción de 1675 aúna personajes aparecidos por separado en las dos escenas procesionales citadas a principios del siglo XVII, pasos que aunque ya se hubiera iniciado la renovación de la escultura procesional seguramente seguirían saliendo hasta su sustitución por nuevos conjuntos o bien la desaparición ya fuera por venta a otras localidades o por la pérdida debida al propio material y uso del conjunto. En cualquier caso, junto al uso de estampas y grabados, aquellos primeros conjuntos procesionales descritos por Pinheiro debieron influir en la nueva composición de Solanes.
Cristo y ángel quedaban al culto en su altar dentro del templo penitencial y sirvieron de modelo a escenas similares en otras localidades (conjuntos de Tordesillas y Nava del Rey, ángeles de Medina del Campo y Medina de Rioseco). El historiado (Judas Iscariote, sayones) descansaban durante el año en otras estancias hasta ser nuevamente montados en andas para las procesiones. Así hasta 1769, en el que otra noticia, en este caso de Ventura Pérez en su célebre Diario de Valladolid nos indica la supresión de otras tallas en este paso “En este año de 1769 la procesion de la Cruz de la semana santa salió solo el paso del Huerto, sin soldados, solo el Señor y el Angel en unas andas con un corredorcito, y el Señor de la columna, solo en otras andas” (pág. 425). La escena reducida a sus dos tallas principales fue la tónica general en los siglos siguientes, incluso en la actualidad, salvo contadas excepciones en las que ya sea en procesiones (1993 y 1995), exposiciones temporales o Pregón de Semana Santa (2001), se ha asistido a una recuperación parcial y efímera del mismo.
El paso a lo largo de su historia ha sido acompañado por tres Cofradías distintas: la Penitencial de la Santa Vera Cruz quien lo encargara y en cuyo templo se custodian y exponen al culto las imágenes de Jesús y el Ángel; la Penitencial de la Piedad en la Procesión General de 1810, que en aquella ocasión acompañó a la Oración del Huerto y el paso de los Azotes (ambos de la Vera Cruz) y el Santísimo Cristo de la Humildad (su “Cristo del Gallo”) y, desde 1939 la Cofradía Penitencial de La Oración del Huerto y San Pascual Bailón, aunque hay que señalar que desde 1998 lo hacen por un lado la Cofradía de la Oración del Huerto (Lunes y Viernes Santo, además del hecho excepcional del Jueves Santo de 1992) y la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz el Jueves Santo (o Jueves de la Cena) en su Procesión de Regla.
Como se ha indicado, la falta de documentación sobre este paso (como ocurre en otros casos) y la presencia de algunas figuras en el Museo Nacional de Escultura recogidas de las Penitenciales en 1842, ha propiciado sucesivos estudios e intentos de recuperación de estos conjuntos de la manera más cercana posible a la concepción original ideada por sus autores. En este punto, es de justicia recordar y a la vez tributar un sencillo homenaje y agradecimiento a la labor de D. Luis Luna Moreno (Murcia, 14/05/1950- Valladolid, 08/12/2018) conservador en el Museo Nacional de Escultura donde llegó a desempeñar el cargo de Director y que colaboró activamente con las Cofradías de Valladolid, aportando una nueva estética en las procesiones, recuperando montajes originales de pasos (recordemos las exposiciones temporales “La Sexta Angustia”, “El Azotamiento de Cristo” y” Caída y Despojo de Cristo” en los años 1991, 1992 y 1993 respectivamente) y colaborando activamente en la realización de nuevas imágenes. En el año 1986, dentro de las celebraciones para conmemorar el 350 aniversario del fallecimiento de Gregorio Fernández se organizó una exposición temporal (sería interesante la reedición de este catálogo con posibles correcciones) con distintos pasos que recuperaron su composición original, rescatando de los almacenes del Museo imágenes en algunos casos casi desconocidas para la mayor parte del público. Entre estas esculturas se encontraba la de Judas Iscariote que estuvo presente en dicha exposición, además de identificarse un sayón (Sayón de la linterna, Nº Inv. CE1020). Este montaje de cuatro tallas se compuso por primera vez en una exposición en dependencias del Museo Nacional de Escultura, colocando algunos elementos vegetales que ambientaban la escena, entre ellos, un árbol tras la imagen de Cristo (frente a lo que era tradicional cuando salen sólo las dos tallas del Cristo y el Ángel que el olivo se pone a la espalda de éste último) y que ayudaba a separar ambas escenas: Oración del Huerto y Prendimiento. Más tarde se identificarían otros dos sayones: Sayón de casco bicorne y sayón con lanza y turbante.
Y es probable que este sea todo el historiado conservado de este paso sobre todo si tenemos presente los reconocimientos de las tallas de los pasos efectuados en el siglo XIX y recogidos por Agapito y Revilla, quien señala (pág. 39): “En 1803 se citan en esta iglesia de la Cruz la Adoración del Huerto, con sólo Jesús y el Angel; los tres pasos del Prendimiento, Azotamiento y Coronación de espinas con nueve figuras entre los tres (que en 1815 se redujeron a ocho y en 1828 eran nueve), además del Cristo a la columna y Ecce Homo, contándose entre aquéllas a Judas y Pilato; el del Descendimiento con siete figuras; y la Dolorosa, faltando dos figuras que se habían llevado a Madrid. En 1828 el Descendimiento estaba ya armado en la iglesia, formando un admirable conjunto movido”.
No obstante, los sayones que ahora se identifican como pertenecientes a este paso de la Oración del Huerto habían formado en otros pasos de Valladolid en diversos momentos:
- Sayón de la linterna, en la Coronación de Espinas.
- Sayón del casco bicorne en Emissit Spiritum (luego “Todo está consumado”, fotografía en Boletín de la Cofradía de las Siete Palabras, año 2011, pág. 8), Coronación de Espinas, Lágrimas de San Pedro, y actualmente en Padre Perdónalos porque no saben lo que hacen.
- Sayón de Lanza y turbante, Emissit Spiritum (“Todo está consumado”), y durante tiempo se pensó que pertenecía al Azotamiento de la Penitencial de la Santa Vera Cruz.
CRISTO Y EL ÁNGEL CONFORTADOR (Cristo Alt. 166 cms x anch. 105 cms. x prof. 125 cms; y Ángel Alt. 178 cms x anch. 110 cms. x prof. 113 cms).
Partiendo de la obra de Agapito y Revilla (pág. 67), lo localiza en la primera capilla del lado del Evangelio a contar desde el crucero, como se mantiene en la actualidad.
Representa a Cristo “de rodillas sobre un peñasco y ligeramente inclinado el cuerpo hacia delante, extiende con suavidad el brazo derecho; el otro le inclina hacia el suelo; el rostro le dirige a su derecha. Tiene la figura túnica gris y manto o capa azul muy oscuro. Los pliegues de ésta, abultados y grandes; la cara es como la de Jesús Nazareno de la Iglesia de Jesús”.
Y continúa “la actitud es de esperar con energía y fuerte sufrimiento, el cáliz de la amargura que le ofrece el ángel” y comienza a tratar sobre esta imagen describiendo que “lleva el cáliz en la mano siniestra y la cruz en la derecha. La figura del ángel baja muchísimo de la de Jesús, y pierde sus principales caracteres. No tiene esta figura tan acentuada la anatomía y estudiado el desnudo como en las obras de Gregorio Fernández; los paños son más bastos en algunos detalles; lleva túnica corta, abierta en las piernas; aquélla de color gris; la sobre túnica es azul, pero de distintos matices que los colores de las ropas del Jesús; los brazos robustos, con las mangas recogidas en un plegado un tanto inocente”.
Cabe la posibilidad que esta modificación, principalmente del ángel, sea la que se menciona en el reconocimiento hecho por la Academia en 1815 “En el paso de la Oración del Huerto ha sido compuesto el Angel, por tan mala mano que solo se conoce que es de Hernandez por haverle visto antes del naufragio” (Agapito y Revilla, pág. 111).
De la misma época del libro de Agapito y Revilla es la publicación “Semana Santa Valladolid 1924: única guía oficial” (Imprenta de la Casa Social Católica a cargo de G. Andueza, 1924), en la que aparece una interesante fotografía testimonio de costumbres de otros tiempos. Las dos tallas aparecen en su retablo, Cristo con potencias (que le han sido retiradas hace unos años) y la cabeza del ángel es tocada con una diadema similar a la de otras tallas como el Santo Ángel de la Guarda de la Parroquia de San Martín y San Benito El Viejo y que conserva cierto parecido con las utilizadas por ejemplo por los niños carráncanos de la Archicofradía Sacramental del Sagrario (Sevilla) en las distintas procesiones en las que participan.
Con colores similares en las tallas avanzó el siglo XX, salvo lo que Agapito y Revilla describe como gris que acabó convirtiéndose en un tono verdoso, hasta que en la década de los 90 fue sometido a un proceso de restauración que permitió la recuperación de la policromía original, especialmente llamativa en el caso del ángel, saliendo por primera vez restaurado en el año 1992, año que, junto a las salidas procesionales habituales hasta entonces (Lunes y Viernes Santo) se unió –sólo por ese año- su participación en la entonces denominada Procesión de Nuestra Señora de la Amargura, en el barrio de Las Delicias, la tarde del Jueves Santo.
Estos también son años que ofrecen estampas extraordinarias pues además de su participación en esa procesión del Jueves Santo, las imágenes de la Oración del Huerto, junto con otras imágenes y reliquias de la Penitencial de la Santa Vera Cruz recibían culto en la Iglesia del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita mientras se restauraba la Iglesia Penitencial de la Cruz. En el caso de la Oración del Huerto, estuvo colocado el crucero, lado de la epístola, donde actualmente se encuentra la imagen de Cristo con la Cruz a cuestas.
El Lunes Santo de 1993 se vivía otro hito histórico al salir por primera vez en 224 años el montaje original de la Oración del Huerto, o parte del mismo para ser más correctos, al incorporar las tallas de Judas Iscariote y el Sayón de la linterna custodiados en el Museo Nacional de Escultura, para lo que se contó con el asesoramiento del entonces Director de dicha institución, D. Luis Luna. Se estrenó nueva carroza (hoy empleada por la Cofradía de la Oración del Huerto para su paso del Prendimiento) y se variaron algunos elementos con respecto a su tradicional colocación, como es el caso del olivo, que se colocó detrás de Cristo separando así las escenas de la Oración del Huerto y el Prendimiento (escenificada por Judas y el sayón), permitiendo al mismo tiempo un visión más despejada de Cristo y el Ángel. El montaje se mantuvo toda esa Semana Santa aunque ya no se repitió en 1994 y sólo se ha podido ver de nuevo en procesión el Lunes Santo de 1995. El conjunto, como ya se ha dicho, se montó por última vez en la S.I.M. Catedral para el Pregón de Semana Santa de 2001.
Este grupo de la Oración del Huerto ha participado también en exposiciones temporales como es el caso de:
- TRADEBATUR (15 de febrero al 11 de marzo de 2007 en la Sala de Exposiciones de Las Francesas), Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid.
- LA GUBIA DEL BARROCO (17 de enero a 24 de febrero de 2008) exposición con dos sedes, Sala Municipal de Exposiciones del Museo de la Pasión y en la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz. La Oración del Huerto estuvo expuesta en éste último templo.
- PASSIO (sede Iglesia de Santiago de los Caballeros, Medina de Rioseco, año 2011) de la Fundación Las Edades del Hombre.
Y más recientemente, el ángel confortador fue la talla principal del altar levantado por la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz con motivo de la Solemnidad del Corpus Christi en el año 2017 (18 de junio). Dicho altar se ubicó en la Plaza de Fuente Dorada hasta donde fue trasladado en andas.
JUDAS ISCARIOTE (Inv. CE0511. Alt. 176 cms x anch. 142 cms. x prof. 109 cms).
Mencionado en los distintos reconocimientos llevados a cabo por la Academia en el siglo XIX, será en 1842 cuando finalmente acabe entrando en el entonces Museo Provincial de Bellas Artes (abierto en el Colegio de Santa Cruz). De esta época será la cruz grabada en su pecho, descubierta tras la restauración de la talla, que señala su procedencia de la Penitencial de la Santa Vera Cruz y corrobora la hipótesis de su pertenencia al paso de la Oración del Huerto.
A principios del siglo XX, en 1904, y gracias a una fotografía, se sabe que la talla de Judas estaba situada al lado de la Piedad de Gregorio Fernández labrada para la Cofradía Penitencial de Las Angustias (La Sexta Angustia), junto con una imagen identificada como la Verónica, en sustitución de San Juan y la Magdalena de Gregorio Fernández que se conservan en la Penitencial de Las Angustias. En la postal que se adjunta puede identificarse al lado de la Piedad la talla de Judas. No obstante, aunque en la postal aparece el año 1836 no se puede dar por correcto ya que el entonces Museo de Bellas Artes no se inaugura hasta el 4 de octubre de 1842, y ese mismo año es cuando se produce la recogida de tallas de las Penitenciales.
Una vez trasladadas las colecciones al Colegio de San Gregorio, la Piedad se mostró con los dos Ladrones que la acompañan, pasando la talla de Judas a los almacenes de la institución, de donde sería rescatada en 1986 para formar parte de la exposición “Gregorio Fernández y la Semana Santa de Valladolid”.
La talla representa a Judas Iscariote de pie señalando con la mano izquierda en dirección al lugar donde estaría Cristo, indicando a la soldadesca a aquel que debía ser prendido, mientras en la otra mano se le ha puesto en distintas ocasiones la bolsa con las monedas de la traición.
Como ya se ha mencionado, es una de las tallas que participó en procesión en los años 1993 y 1995, así como en el Pregón de Semana Santa de 2001, cuando se recuperó parcial y efímeramente el montaje original de este paso.
El año anterior, 2000, y recientemente restaurado, había sido una de las piezas participantes en la exposición temporal “PASOS RESTAURADOS” organizada por el Museo Nacional de Escultura.
Actualmente la talla puede contemplarse en la Sala de Pasos de dicha institución.
SAYONES
En la actualidad, son tres los sayones que se asignan a este paso procesional: el sayón de la linterna, el sayón de casco bicorne y el sayón con lanza y turbante.
“Sayón de la linterna” (inv. CE1020. Alt. 182 cms x anch. 97 cms. x prof. 90 cms) en ocasiones llamado también sayón con casco de loba (por representarse dicho animal en el casco). Es el sayón que se ha utilizado en la recuperación del montaje original en los años citados de 1993, 1995 y 2001. Con anterioridad formó parte en otros pasos, como en la Coronación de Espinas. También ha participado en alguna exposición temporal como es el caso de “LA REALIDAD BARROCA”, organizada por el Museo Nacional de Escultura en la Sala de Exposiciones “Palacio Pimentel” de Valladolid (del 5 de agosto al 11 de septiembre de 2005). La talla está concebida para llevar en su mano derecha una lanza y en la izquierda un farol o linterna (que le daba sobrenombre), aunque en la recuperación para las procesiones se sustituyó por una cuerda.
“Sayón del casco bicorne” (inv. CE1021. Alt. 192 cms x anch. 79 cms. x prof. 100 cms), la siguiente talla en ser identificada como perteneciente a este conjunto, aunque anteriormente ha estado integrado dentro de Emissit Spiritum (luego “Todo está consumado”, fotografía en Boletín de la Cofradía de las Siete Palabras, año 2011, pág. 8), Coronación de Espinas (junto con el sayón de linterna de la Oración del Huerto y el sayón arrodillado de la Coronación de Espinas), Lágrimas de San Pedro (con San Pedro -de Pedro de Ávila-, Ecce Homo y el citado sayón arrodillado), y actualmente en Padre Perdónalos porque no saben lo que hacen, junto con el Pilatos del historiado de la Coronación de Espinas de la Penitencial de la Santa Vera Cruz.
“Sayón con lanza y turbante” (inv. CE0508. Alt. 195 cms x anch. 111 cms. x prof. 70 cms), es el último en ser identificado y asignado a la Oración del Huerto. Ha formado parte también de Emissit Spiritum (“Todo está consumado”), y durante tiempo se pensó que pertenecía al Azotamiento de la Penitencial de la Santa Vera Cruz.
Andrés de Solanes
Sayón con lanza y turbante, 1628-1629
Museo Nacional de Escultura, Valladolid (España)
© Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor
CE0508
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Antes de finalizar este apartado, junto a la bibliografía que se cita al final de la entrada, recomiendo la visita a los blogs http://artevalladolid.blogspot.com/ y http://miscelaneaartesacro.blogspot.com/ que han tratado sobre este paso y otros de la Semana Santa de Valladolid.
PROYECTOS PARA EL PASO EN LOS AÑOS 40-50 DEL SIGLO XX
El paso de “La Oración del Huerto” no ha faltado a las procesiones de Semana Santa (salvo en el año 2000) ya fuera portado por distintas Cofradías como se ha visto, o por agrupaciones de carácter gremial especialmente relacionadas con hortelanos. El 13 de marzo de 1939 se constituye la Cofradía de La Oración del Huerto y San Pascual Bailón para “adornar, acompañar y alumbrar con el mayor esplendor posible el día de Viernes Santo el Paso de La Oración del Huerto que se venera en la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz”.
Se conociera o no la existencia en el Museo u otros templos de tallas susceptibles de ser incorporadas al paso para aumentar el número de personajes en la escena, el caso es que pronto hay menciones al deseo o el proyecto de sumar imágenes al conjunto.
En el Diario Regional de 18/04/1946 se menciona que la Oración del Huerto incorporará al paso el año que viene dos nuevas imágenes y se presentarán en otra carroza. Lamentablemente, la prensa no entra en detalles sobre estas “dos nuevas imágenes” y no se puede precisar si serían de nueva realización o bien si eran tallas existentes en el Museo Nacional de Escultura y, en este caso, los personajes a representar ya fuera Judas Iscariote y algún soldado (Agapito y Revilla ya había tratado de su existencia). En este sentido cabe recordar que en el mismo retablo donde el grupo principal recibe culto en la Penitencial de la Santa Vera Cruz existe un fresco pintado representando la llegada al huerto de Judas y soldados, por lo que la referencia a estas imágenes y la representación de los dos episodios consecutivos (Oración del Huerto y Prendimiento) no se llegó a perder del todo. Otra opción para este proyecto de dos imágenes más podría tratarse de dos apóstoles dormidos como veremos a continuación. Sin embargo, este proyecto no prosperó… pero no se abandonó la idea.
Tiempo después aparece en el Diario Regional de 02/04/1950 una nueva entrevista al presidente de la Cofradía, en ella se encuentran dos novedades, una efectiva y otra un proyecto: en cuanto a la que se hizo realidad es la incorporación de capa en el hábito de la Cofradía, pero-y es lo importante para el contenido de esta entrada- añade “Pero ya se está pensando en el futuro. Y así, su presidente, don José Fernández de la Mela, nos dice que para el año que viene, Dios mediante, habrá carroza nueva, en la que serán incluidos los tres Apóstoles que acompañaron al Señor en su Oración del Huerto”. Estos tres apóstoles ¿Serían de nueva creación? O bien ¿Podrían ser la utilización de los dos apóstoles dormidos conservados en el Museo Nacional de Escultura a los que se sumara una imagen nueva de San Pedro?
Como se acaba de decir, en el Museo Nacional de Escultura existen dos esculturas de apóstoles dormidos, identificados como “San Juan Evangelista” (Inv. CE1187. Alt. 51 cms x anch. 166 cms. x prof. 77 cms) y “Santiago el Mayor Apóstol” (Inv. CE1188. Alt. 75 cms x anch. 188 cms. x prof. 69,50 cms), ambos tallados en madera habiendo perdido su policromía, que se piensa formarían parte de un paso procesional de la Oración del Huerto aunque se desconoce su procedencia.
Anónimo
San Juan Evangelista, primera mitad siglo XVIII
Museo Nacional de Escultura, Valladolid (España)
© Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor
CE1187
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Anónimo
Santiago el Mayor Apóstol, primera mitad siglo
XVIII
Museo Nacional de Escultura, Valladolid (España)
© Foto: Javier Muñoz y Paz Pastor
CE1187
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En cualquier caso, este proyecto tampoco llegó a hacerse realidad y las imágenes del Señor y el Ángel siguieron solas hasta las efímeras recuperaciones de 1993, 1995 y 2001…pero es imposible no imaginar cómo podría ser el paso en la actualidad si se hubieran incorporado todas estas tallas, algo similar a lo que vio en 1675 Antonio Moreno de la Torre: los tres apóstoles dormidos podrían presentarse de distintas maneras, ya fueran los tres en la parte delantera del paso y uno de ellos (ya fuera San Pedro o Santiago) quedaría apoyado en el peñasco del Ángel o bien dos delante y otro detrás de Cristo, sirviendo también como separación a ambas escenas; por su parte, el ángel aparecería ante Cristo, ocupando ambas tallas la parte central del paso y, hacia la parte posterior, como propuso Luis Luna, separados por un olivo, Judas Iscariote y al menos los tres sayones actualmente identificados. Un total de nueve tallas para representar el “prendimiento y oración del guerto” configurando uno de los pasos más monumentales de la Semana Santa de Valladolid.
…Nunca es tarde…
BIBLIOGRAFÍA
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CANESI ACEVEDO, Manuel: Historia de Valladolid. Ayuntamiento de Valladolid-Grupo Pinciano-Caja España. 1996.
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VV.AA. Pasos Restaurados, Ministerio de Educación y Cultura, Valladolid, 2000.