En la tarde-noche del 03 de abril de 2022, se presentaba en la Iglesia Parroquial de San Martín y San Benito El Viejo, sede de la Hermandad del Santísimo Cristo Jesús de Medinaceli, Nuestra Señora de la Divina Misericordia y Discípulo Amado (fundada en 2011).
Su Hermano Mayor, Santiago Capote, comenzaba la presentación con una breve reseña sobre la más joven de las Cofradías Penitenciales de Valladolid y la génesis del proyecto de un paso representativo de la Sentencia, retrotrayéndose al año 2018 cuando el Cabildo de la Cofradía lo aprobó y posteriormente fue autorizado por el Arzobispado.
La encargada de realizar esta nueva escultura que se incorpora al patrimonio de la Hermandad, de la Semana Santa y de la propia ciudad es la gaditana Ana Rey Martínez (Cádiz, 15/08/1981), formada en la facultad de Bellas Artes “Santa Isabel de Hungría” de Sevilla, donde cursó la especialidad de Conservación y restauración. Ésta es, pues, la primera escultura documentada de una imaginera-escultora que se introduce en la Semana Santa de Valladolid, una circunstancia que debe superar el carácter extraordinario y enfocarse a la calidad del trabajo realizado más que al tema de género. Pero no es la primera obra de una escultora para una Cofradía de Valladolid, pues hemos de recordar la imagen del “Santo Cristo del Amor” realizado por Amparo de Torre (bendecida el 28 de marzo de 1992) para la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores que, además de estar expuesta al culto en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias) también presidió Via Crucis en la Plaza del Carmen en 1992 y 1993.
Se trata de la primera efigie secundaria que acompañará al Cristo de Medinaceli (Juan Antonio Blanco, 2012) y que conformará en el futuro un “paso” representando el episodio de la Sentencia, añadiéndose paulatinamente las figuras de Poncio Pilato, su esposa Claudia Prócula y un joven sosteniendo una jofaina alusiva al momento de lavarse las manos.
El soldado romano presentado es una escultura de tamaño natural y gran dinamismo, en contraposición con la quietud y serenidad que emana de la imagen de Cristo. Realizado en madera de cedro policromada, pelo rapado y barba de pocos días corriente en la disciplina cuartelera de la época, viste indumentaria propia de su condición compuesta por túnica interior, cingulum, lorica, y sobre ello, clámide, y calza caligae, y se ha optado por aparecer sin casco, portando en su mano derecha una lanza (pilum) mientras con la izquierda señalaría al “pueblo” que pide la crucifixión del Señor, y esa exigencia –de forma maliciosa- se la transmite el soldado a Cristo. La base imita losas, referencia al Enlosado (en hebreo, Gábata; en arameo, Lithostrotos) o tribunal, de acuerdo al evangelio de San Juan.
Al final de la presentación, la Banda de Cornetas y Tambores de la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad, establecida en el mismo templo parroquial de San Martín, interpretó una marcha procesional. Terminado el acto, la nueva escultura pudo ser contemplada por todas las personas que se acercaron a este acontecimiento.
Esta nueva composición del “paso”, tras la reforma que se está llevando a cabo en los últimos años de las procesiones de Semana Santa de Valladolid, hará su primera salida procesional en la tarde-noche del Domingo de Ramos, en la Procesión de Regla de la Hermandad. Las tallas procesionarán en el paso realizado por el tallista Manuel Oliva León, aún en realización.
