En 1944 regresan a Valladolid los frailes capuchinos, tras una dilatada ausencia ya que abandonaron la ciudad en la exclaustración de 1835. Se establecieron en el convento de San Felipe de Penitencia que habían dejado las religiosas dominicas, en la plaza del Campillo (la actual Plaza de España). El 7 de mayo de 1944 se anuncia en la prensa que comienzan los cultos en los capuchinos instalados en san Felipe de la Penitencia.
Este año (1944) ya están establecidas en la iglesia de los capuchinos las siguientes asociaciones: Asociación de San José, Cofradía de Nuestra Señora del Henar (que trasladó su imagen desde la Penitencial de las Angustias, donde estaba provisionalmente en el verano de 1944, así aparece en el Diario Regional de 30 de julio de 1944, otras fuentes ofrecen la fecha exacta del traslado, 20 de julio de 1944), Archicofradía de los Jueves Eucarísticos (que pasa del 31 de agosto de 1944 de San Felipe Neri a San Felipe de la Penitencia).
Los días 17, 18 y 19 de noviembre de 1944 se celebró el triduo de inauguración de la V.O.T. de San Francisco en los PP. Capuchinos (San Felipe de la Penitencia), acabó el día 19, coincidiendo con la fiesta de Santa Isabel, patrona de los terciarios, imponiendo el hábito de los nuevos hermanos.
A finales de ese mismo mes, el 30 de noviembre de 1944, tiene lugar la bendición de una imagen de Nuestra Señora de la Paz, actuando como madrina D.ª Josefa Martín de Paredes.
El día 23 de febrero de 1945 se procede a la bendición de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli (Taller “La Imaginería Castellana” de Madrid, 1945), Iglesia de los PP. Capuchinos. Fue madrina de la bendición D.ª María de las Nieves López de Eugercios. Ese mismo día comenzó el triduo con motivo de la “bendición e inauguración de la imagen” que llegó hasta el día 25 de febrero.
Los días 13 a 15 de agosto de 1945 se celebra un solemne triduo “con motivo de la inauguración y bendición de una preciosa imagen de la Divina Pastora, regalada por los señores don Bonifacio Marlasca y doña Rosario Renedo”. Esta imagen se conserva hoy en el convento de Santa Isabel de Hungría.
En 1946, con motivo de la novena a la Virgen del Henar por su Cofradía del 7 al 15 de septiembre, el último día se celebró Rosario de la Aurora saliendo de dicha iglesia a las 7 de la mañana. Lo que no se menciona es si se llevó en dicha procesión la imagen de la Virgen o bien un estandarte.
El 5 de marzo de 1947 se bendice un nuevo Via Crucis en la iglesia de los capuchinos, al tiempo que anuncia triduo a Nuestro Padre Jesús Nazareno.
El Diario Regional de 25 de enero de 1948 (p.2) recoge “PP. CAPUCHINOS.- Hoy celebrará la V.O.T. de San Francisco su función mensual. A las nueve, Misa de comunión. Por la tarde, a las seis, asamblea general en las que pronunciarán diversos discursos varios hermanos terciarios y el Coro de jóvenes terciarias interpretará algunas composiciones musicales. A las siete y media, bendición de la nueva imagen de San Francisco donada por una hermana terciaria, y a continuación la función eucarística”.
En enero de 1949 se anuncia un “solemne triduo en honor de San Cayetano, del 28 al 30. La misa de comunión, a las nueves. Por la tarde, a las siete y media, ejercicio del triduo, sermón y bendición con el Santísimo. El día 28, antes del ejercicio de la tarde, bendición de la imagen de San Cayetano, que ha de quedar a la veneración de los fieles en la iglesia. Los sermones del triduo los predicará el R.P. Antonio M. de Madridanos, superior del convento”. En honor de este santo se celebraban cultos tanto a finales del mes de enero como por su fiesta en el mes de agosto.
En los 50 se funda la Congregación de Sirvientas de la Divina Pastora que celebraba su fiesta en mayo, finalizando con una procesión por las calles cercanas al templo. Tal vez, la que saliese en la procesión es la que actualmente está al culto en la iglesia, en lugar de la que estaba en su altar y ahora se conserva en el Monasterio de Santa Isabel de Hungría.
En este primitivo e histórico convento estuvieron 17 años. El 25 de julio de 1961, solemnidad del Apóstol Santiago, patrón de España, el P. Generoso de Barcenilla, oficiaba a las 20:30 h., la que sería la última Misa en aquel edificio. Al día siguiente salían de allí los enseres propios para el culto y pocos días después comenzaba la demolición del edificio, aunque ya había desaparecido bajo la piqueta alguna parte, como el coro. No obstante, unos mese antes, a finales de mayo de 1961 (foto y breve crónica en Libertad, 30/05/1961, p. 2), es decir, en los últimos meses del edificio histórico (la demolición aun continuaba en septiembre se conoce por la caída de un cascote el 5 de dicho mes, siendo reflejado en la prensa al día siguiente), se bendecía la primera piedra del nuevo convento e iglesia el P. Cornelio de San Felices, Padre Provincial de los Capuchinos de Castilla, actuando como madrina de dicho acto la esposa del arquitecto autor del proyecto, Pedro Ispizua Susunaga.
Mientras se construía los cultos se trasladaron a la Iglesia del Monasterio de Nuestra Señora de Porta Coeli, de religiosas dominicas, en la vecina calle de Teresa Gil. Por otro lado, en ese mismo año, 1961, la Cofradía de Nuestra Señora del Henar trasladó su imagen y sede a la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol, donde aún se venera la imagen.
Terminadas las fiestas de navidad en 1965 se señala que el templo de los capuchinos está completamente terminado, no fijándose fecha para su inauguración. Ésta se verificará el 12 de octubre de 1965, fiesta de Nuestra Señora del Pilar.
El actual complejo, como se ha señalado, fue planeado por el arquitecto Pedro Ispizua Susunaga y el proyecto se completaba con una torre que alcanzaba los 70 metros de altura que no se llegó a culminar (para conocer más sobre el proyecto, ver este enlace).
Una de los aspectos más llamativos es su original fachada que se resuelve mediante un gigantesco arco parabólico que se proyecta igualmente en el interior, en una singular planta que converge hacia el presbiterio. En los laterales, pilares apantallados organizan varios espacios en los que se alojan capillas, confesionarios y las estaciones del Via Crucis (que están firmadas en la XIV estación con la leyenda “S-CVUADRADO- MADRID- 1963”, aunque hay un anagrama o marca en todas ellas). En la cubierta hay otra gran vidriera, probablemente del mismo taller que el Via Crucis, representando al Espíritu Santo con emblema franciscano.
En el resto del complejo se disponía una cripta, un salón de actos, una biblioteca en la tercera planta y una capilla en la quinta, así como otras dependencias para distintas funciones que llegaban hasta la parte posterior, hacia la calle Divina Pastora.
Abierta nuevamente la iglesia al culto, se trasladan algunas de las imágenes que habían recibido culto en la anterior, careciendo de retablos. En el presbiterio destaca la escena de San Francisco de Asís ante la Inmaculada Concepción, rodeados de una gloria de ángeles y circundando el espacio el cordón franciscano.
En los colaterales, al lado del evangelio San José con el Niño y en el lado de la epístola San Francisco de Asís. Estas tres esculturas en piedra son obra de Ramón Lapayese del Río (1928-1994), mientras el mural que enmarca algunas de las obras (aparición a San Francisco y embocadura del presbiterio) son de José Lapayese. Hay que recordar que en la anterior presencia de los capuchinos en Valladolid (la que acabó con motivo de la desamortización) su convento estaba dedicado a San José.
Por su parte, las imágenes del antiguo edificio que se pusieron en el nuevo fueron: Sagrado Corazón de Jesús, San Antonio de Padua, San Cayetano (imagen de la que no dispongo de fotografías) y Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, de una manera especial éste último, así el primer viernes de marzo de 1966 se restablece la costumbre de veneración y besapie del Cristo de Medinaceli en la nueva iglesia de los capuchinos, como ya se hacía en el antiguo templo demolido, una tradición que ha llegado a nuestros días el primer viernes de marzo. Además esta imagen salió un año en la Semana Santa de Valladolid, el Jueves Santo de 1994 en la Procesión de Nuestra Señora de la Amargura, alumbrado por la Cofradía de La Oración del Huerto; tres años más tarde, en 1997, se fundó una Hermandad en su honor pero de existencia efímera.
Durante décadas, la ubicación de estas cuatro esculturas fue distinta a la actual y se colocaban en el muro de la subida al coro a ambos lados de la puerta. Posteriormente fueron repartidas en los espacios actuales lo que permite un espacio cultual o devocional para cada una de ellas de forma independiente.
En la cripta de la iglesia se abrió una capilla más pequeña, dedicada a la Divina Pastora, con la presencia también de una imagen de Cristo Crucificado, (aún en dicho emplazamiento). Esta capilla tuvo una imagen de la titular, la Divina Pastora, que fue puesta al culto a principios del mes de diciembre de 2014, en el lugar que ocupaba la imagen de San Cayetano. Lo cierto es que con las dimensiones de este templo bien se podría haber encontrado espacio para disponer otras imágenes en lugar de sustituirlas.
En diversos periodos del año es posible ver otras imágenes como la Inmaculada Concepción y San Francisco de Asís, de carácter seriado, que podrían ser las que pusieron en el antiguo retablo mayor de San Felipe de la Penitencia durante su estancia en el mismo; también a San Pío de Pietrelcina, Nuestra Señora del Carmen y el monumental Misterio de Navidad, etc.
Además, una vez pasada la puerta que conduce desde la iglesia en dirección a la capilla de la Divina Pastora, puerta que se encuentra al lado del altar de San Francisco de Asís, podemos encontrar en la pared, esta representación de la Virgen con el Niño, desconozco advocación, pero podría responder a una nueva imagen de Nuestra Señora Reina de la Paz.
Este templo fue parroquia desde 3 de diciembre de 1972 y suprimida como esta función por decreto de 24 de junio de 2003 que entró en vigor el 1 de julio de ese mismo año. Aún se mantiene la pila bautismal en la capilla de Jesús de Medinaceli.
Unos años más tarde, en 2012, ponen a la venta este complejo sin que hasta la fecha se haya rematado la misma y al año siguiente, en 2013, los últimos frailes capuchinos abandonan este convento aunque algunos días venían a dar Misa, finalizando definitivamente en 2021, si bien es cierto que la iglesia sigue abierta al culto, es también sede de la Parroquia Ortodoxa de los Santos Joaquín y Ana y otras dependencias se utilizan para otros fines sociales.
PARROQUIA ORTODOXA DE LOS SANTOS JOAQUIN Y ANA.
Perteneciente a la Sacra Metrópolis Ortodoxa de España y Portugal y Exarcado del Mar Mediterráneo (ex Arzobispado Ortodoxo de España y Portugal), 1° Vicariato Metropolitano para España Central y del Norte y para Gibraltar. Fue erigida en Valladolid en el año 2002, por el P. Demetrio Saez Carbó, teniendo su sede inicialmente en la Capilla de la Congregación (c/ Alonso Pesquera, al lado de la Basílica Santuario Nacional de La Gran Promesa) hasta el año 2017 en que deben dejar aquel lugar y acabó recalando en la capilla de la Divina Pastora, en el complejo conventual de los PP. Capuchinos, donde siguen en la actualidad.
Antes de continuar he de agradecer la acogida y colaboración del P. Millán Herguedas, destinado en esta parroquia ortodoxa, así como la información aportada para la identificación de los iconos.
Se accede por una reja con el nombre primitivo de la capilla “La Divina Pastora” y antes de entrar en la capilla propiamente dicha, en la escalera, se encuentra el primer icono, “Madre de Dios Portaitissa” reproducción de "Icono de la Santísima Madre de Dios de Íver (Iviron)" cuyo original, según la tradición, fue pintado por San Lucas.
Parroquia Ortodoxa de los Santos Joaquín y Ana. Vista general de la capilla. |
La capilla se divide en dos ámbitos por medio de un iconostasio, separando tanto el santuario como el altar de la nave o lugar para los fieles. Dicho iconostasio es una pared que consta de tres puertas: la puerta central recibe el nombre de Puerta Santa o Puerta Real, y está prohibido que entre por ella nadie que no sea clérigo. Por las puertas laterales, llamadas Norte y Sur, acceden el diácono -izquierda- y los ministros inferiores -derecha-. La disposición iconográfica del iconostasio está sometida a una estricta regulación. Los iconos se superponen simétricamente en jerarquía, tamaño y número en torno a un centro ideal: Cristo.
Sobre la Puerta Santa, representación de la Sagrada Cena y rematada por Cristo crucificado. A los lados, en los registros, se disponen, en el inferior “Abrazo de San Joaquín y Santa Ana” (representación de los santos titulares de la parroquia), Virgen con el Niño y al otro lado Cristo (Pantocrátor) y San Juan Bautista. En el registro superior, más pequeños, los cuatro evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan).
Sobre la puerta diaconal (izquierda según se mira) el Tránsito de Nuestra Señora, con la presencia de Cristo que toma su alma (como un recién nacido) en brazos y a los lados la Transfiguración y san Nectario de Egina.
En la otra puerta (la derecha según se mira), en el remate nuevamente la Transfiguración y en el extremos, en el registro inferior san Varlaam obispo de Moldavia y el Tránsito de la Virgen (Koimesis) y en el registro superior “San Efrén el Sirio y “San Nicolás de Planas”
En el santuario, Cristo crucificado. En el centro Virgen de la Expectación (Platytera o Blacherniotissa), y a los lados Virgen con el Niño y Pantocrátor.
Hay otros iconos repartidos alrededor de la capilla (serie de las Fiestas, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Santa Faz, Santa Bárbara, Ascensión de Cristo, San Nicolás, Madre de Dios de Nicula)...
Y, al fondo, una imagen de Cristo Crucificado (desconozco autor y datación) del tiempo en que fue capilla de los capuchinos.