viernes, 7 de junio de 2019

NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN. ILUSTRE COFRADÍA PENITENCIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS.

Desde la segunda mitad de la década de los 60 hasta mediados de los 80 del siglo XX  se va produciendo paulatinamente primero una eliminación o supresión de procesiones de Gloria y luego una ligera recuperación. Este periodo de recuperación, ya en los años 80, no se puede aplicar a todas las procesiones y tampoco a todas las Cofradías y Hermandades ya que lo mismo que se recuperan algunas de ellas, será también el momento en que otras Cofradías de Gloria  entren en un periodo de inactividad, más que ser suprimidas, por lo que podría valorarse su recuperación.


Así, en esta década de los 80 se recuperará -por ejemplo- la procesión del Carmen en Las Delicias si hablamos de las de Gloria y, en el campo de las Penitenciales se recuperarán en 1987 dos: por un lado, la Procesión del Lignum Crucis el 3 de mayo, de la Penitencial de la Santa Vera Cruz y la Procesión de Nuestra Señora de la Encarnación de la Penitencial de Las Angustias. 

En el artículo firmado por Luis Amo, publicado en El Día de Valladolid (15 de mayo de 2006), menciona algunos datos, especialmente interesantes en cuanto a lo que se refiere a la recuperación de la fiesta, tradición que retomó la Cofradía en 1984, dos años más tarde se recuperaría la imagen para volver al culto en el templo (aunque según la descripción de la imagen que figura en el inventario que ha publicado la Cofradía en sus Anuarios, sería en 1985 cuando volvió a su primitivo destino) y en 1989 comenzó a salir nuevamente en procesión.

No obstante, en referencia a las fechas, según la prensa (El Norte de Castilla, 02/06/1987, pág. 10) dice que la Cofradía de Las Angustias celebró el 31 de mayo la Fiesta de la Alegría y hubo procesión con la Virgen de la Alegría por las calles alrededor del templo, por lo que habría que adelantar un par de años la recuperación de la procesión con respecto del artículo antes citado de El Día de Valladolid. Otro dato a tener en cuenta en estos años, hablamos de finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo XX es que la tarde del sábado, víspera de la celebración de esta Fiesta de la Alegría, se procedía a la bendición de bollos y aceitunas que eran repartidos ese mismo sábado y el domingo (en otros tiempos se entregaban a la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión y a los más necesitados, recuerdo de una antigua práctica de “comida de socorro”). A modo de completar un poco la información encontrada en la prensa se pueden incluir las fechas de estas primeras celebraciones con Misa, Ángelus y Procesión de Nuestra Señora de la Encarnación:
1987.- 31 de mayo.
1988.- Sin datos.
1989.- 7 de mayo. Varias curiosidades a destacar en la imagen de la Virgen, lucía un manto traído desde Sevilla, singularmente dispuesto con un recogido o bullón en la espalda y que de alguna manera recuerda las imágenes del siglo XVII (ej. Virgen con el Niño e Inmaculadas de Gregorio Fernández); el conjunto de corona y sobrecorona era distinto al actual, alternándose en el resplandor rayos rectos y curvos y la presencia de las doce estrellas; rostrillo dorado diferente al habitual y en su mano portaba un cetro.
1990.- 27 de mayo.
1991.- 9 de junio (Hoja Informativa de la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias,  Número 25, II Trimestre 1991, pág. 14).
1992.- Este año se restaura la imagen, alargando la altura de la misma.
1993.- 9 de mayo (cuando queda fijada en el segundo domingo de mayo). 

En 1992 se restauró la imagen. La retirada del culto de la imagen de Nuestra Señora de la Encarnación seguramente habría que entenderla enmarcada en la presencia o estancia de Parroquial de La Antigua en Las Angustias (desde 1908 al 23 de febrero de 1952) que llevó consigo el movimiento de algunas imágenes para colocar las de la Parroquia.


LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN
El mencionado inventario publicado por la Cofradía (Anuario de la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias, Nº 46, año 2007, pág 47) explica como la imagen de Nuestra Señora de la Encarnación “salía en procesión el 25 de marzo, durante el siglo XVII se trasladó al mes de agosto, la víspera de la Asunción, después de muchos años sin salir, se volvería a marzo y desde 1995 al segundo domingo de mayo” y recoge una intervención más reciente, en el año 2005, de reintegración de policromía de la cara llevada a cabo por la Escuela Taller de la Fundación Cristóbal Gabarrón.

Como hemos visto, es en 1993 cuando se fija la procesión el segundo domingo de mayo, pero desde su recuperación en 1987 hasta ese momento, la fecha varió. Por ejemplo, en 1991, el triduo comenzó el día 6 de junio, para celebrar la Fiesta de la Alegría, con la procesión de Nuestra Señora de la Encarnación el domingo, 9 de junio, tras la Misa Mayor celebrada a las 12 del mediodía (Hoja Informativa de la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias,  Número 25, II Trimestre 1991, pág. 14).

La protagonista de la fiesta y procesión es Nuestra Señora de la Encarnación. Se trata de una imagen de vestir, de autor anónimo, datada en el siglo XVII, con cara y manos talladas y policromadas, brazos articulados para adoptar distintas alturas y revestida –como se ha dicho- con vestiduras de tela natural. El rostro, pequeño y redondeado presenta a la Virgen joven de acuerdo al momento de su vida en que se encuadra en misterio de la Anunciación.

Pero hemos de prestar atención en el mismo Anuario a lo publicado en la pág. 52, una imagen del Arcángel San Gabriel (nº 37), talla de madera policromada, autor anónimo y 0,46 m de altura descrita como “Imagen de vestir. Cabeza y pierna, muy deterioradas. Dispone de un mecanismo donde se articulaban las piernas. Pierna izquierda, mitad inferior policromada, está flexionada, de forma que la pierna que falta debe estar de rodillas en tierra firme. En la espalda agujeros para sujetar las alas. Faltan los brazos que también debían ser articulados. Podría formar conjunto con la Virgen de la Encarnación”.

Con respecto a un posible conjunto de la Encarnación hemos de recordar lo recogido en el Diario de Valladolid, de Ventura Pérez, páginas 126 y 127, al mencionar un Misterio de la Encarnación de Angustias según lo ponían el día de su fiesta. Así lo describe el 12 de septiembre de 1734  con motivo de la “Colocación del Santísimo en La Piedad”: “Salió del Salvador la procesion (habiendo precedido el dia solemne que ofreció su sacramental, en que predicó el padre maestro fray Francisco Cembranos del Carmen calzado, y catedrático y gremio de esta real Universidad) á las cinco de la tarde, por la calle de la Longaniza a Portaceli, en donde había á la puerta de la iglesia un altar muy pulido, y metieron á S.M. en la portería y cantaron las religiosas un villancico: prosiguieron á la Fuente Dorada, Cerería ú Ochavo; y en la Fuente dorada había puesto la cofradía de las Angustias un lucido altar sobre la misma fuente en ochavo con cuatro altos en el primero; pusieron en los cuatro ochavos opuestos sus graderías muy adornadas con alhajas, y por guardias todo alrededor ocho ángeles de cuerpo entero en sus pedestales; estos fueron los del Carmen calzado y de otras partes; y en los otros cuatro ochavos cuatro arcos donde se veía la fuente muy adornada de tiestos. En el segundo alto todos los pies derechos estaban vestidos de muy ricas laminas y cornucopias y en medio su cielo raso en forma de abanico y puesto el Misterio de la Encarnación en la forma y las mismas efigies que ponían en el altar de las Angustias el dia de su fiesta. En el tercer cuerpo santos de escultura de estatura natural en las ocho caras, y en el cuarto pusieron santos de medio cuerpo, dorados, y por remate la Fé mirando a los Chapineros”.  En este altar se cantó otro villancico y desde aquí la procesión continuó por Chapinería “y en la acera de la taberna de Aniago, puso la Piedad otro altar muy lucido, que le hizo de limosna Ped o de Rivas, maestro altarero, y pusieron en él á Nuestra Señora de la Guia” continuando hasta la Iglesia Penitencial de La Piedad. Junto con el Santísimo Sacramento, el cronista afirma que iba también la imagen de Nuestra Señora de la Piedad.

Es curioso hacer constar que ahora con la recuperación de la costumbre de levantar altares en el recorrido de determinadas procesiones, tales como el Corpus Christi o bien en la celebrada con motivo del I Centenario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de San Lorenzo (22 de octubre de 2017), la Cofradía de Las Angustias levanta sus altares en la plaza de Fuente Dorada, enlazando con siglos pasados como nos relata Ventura Pérez.

Es interesante las palabras que utiliza el autor “Misterio de la Encarnación en la forma y las mismas efigies que ponían en el altar de las Angustias el dia de su fiesta” pudiéndose deducir por un lado que era conjunto de más de una figura lo que reforzaría la hipótesis de que el arcángel San Gabriel citado anteriormente conservado en Angustias hiciera conjunto con la Virgen de la Encarnación y, por otro lado, que por entonces (1734) podría entenderse que ya fuera el conjunto o la Virgen no salían en procesión y lo que se hacía era montar un altar efímero con ambas imágenes dentro del templo.

A día de hoy es difícil saber si este conjunto que se montaba salió en algún momento también en procesión, es decir, si en las mismas andas iban las imágenes de Nuestra Señora de la Encarnación y el arcángel San Gabriel o bien únicamente la imagen de la Virgen; así como tampoco es posible saber si está composición estaba ideada desde el principio (al menos para el altar efímero y la salida procesional) o bien la efigie del arcángel se añade en un momento posterior. Seguramente, la escultura del arcángel sólo estaría presente en estos cultos en los que se montaba el conjunto y no en el retablo ya que allí la escultura quedaría sustituida por la pintura que aparece en el remate. En cualquier caso, sería interesante considerar la restauración de este arcángel para que acompañase a la Virgen de la Encarnación.

Como un último apunte y teniendo presente que nos movemos en el campo de las hipótesis, puede que el conjunto Virgen de la Encarnación-San Gabriel ya fuera en un altar efímero o bien en andas para su salida en procesión, podrían presentar una estampa similar a la que nos ofrece “Nuestra Señora de la Anunciación” de la Pontificia y Real Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús del Poder, Gloria de Nuestra Señora de la Anunciación, San Gabriel Arcángel y Santos Juan XXIII y Juan Pablo II, de Sevilla, cuya imagen letífica recorre las calles en procesión en el mes de mayo.

"Nuestra Señora de la Anunciación" de Juan XXIII, Sevilla.
Agradezco a @elpresteblogspo la cesión de esta fotografía.

Finalmente recordar lo que señala Casimiro González García Valladolid que “La imagen de Nuestra Señora de la Encarnación ofrece el recuerdo histórico de ser la primera á quien se tributó en esta ciudad el culto de las Flores de Mayo en la iglesia de las Angustias, por el Cabildo de la Santa Iglesia” (Valladolid, sus recuerdos y grandezas…T. I, pág. 472). Este dato genera ciertas dudas en relación a otras Cofradías ¿por qué no era visitada esta imagen por la Archicofradía de la Corte de María? Se trata de una Archicofradía que se origina en Madrid en 1839, en el ámbito de la devoción de las flores o mes de María, y luego se propagó por otros lugares, como Valladolid, visitando cada día del mes una imagen de la Virgen en la localidad; pero, desde agosto de 1891, cuando podría producirse una posible reorganización de esta Archicofradía con sede en la Parroquia de San Miguel y San Julián, no se menciona a la Virgen de la Encarnación como imagen visitada, algo extraño siendo la primera a la que se tributó ese culto en la ciudad. Cabría preguntarse si en un momento anterior, podríamos decir de primera etapa de aquella Archicofradía en esta ciudad la pudo visitar, además tal vez por cierta cercanía, pues en una fotografía del Oratorio de El Rosarillo, permite ver un cuadro de la imagen de la Virgen del Amor Hermoso, titular de esa Archicofradía lo que podría suponer la estancia o vinculación con dicho Oratorio (Fototeca IPCE, António Passaporte, LOTY-02777).


EL RETABLO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN
La primera capilla del lado de la epístola, a contar desde el crucero y en dirección a la entrada del templo, es el espacio dedicado a Nuestra Señora de la Encarnación. En las cuentas de 1682 figura una entrega de 500 ducados a Juan Guerrero, maestro ensamblador y escultor por la obra de dicho retablo e igualmente en ese año se consigna 2.000 reales por el dorado que realizó Antonio Barreda (Catálogo Monumental, pág. 236, 237 y 251).






En el banco o predela aparecen las pinturas de Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís, San José con el Niño y Santa Teresa de Jesús; en el cuerpo principal, destaca en la hornacina central la imagen de Nuestra Señora de la Encarnación y, a los lados, las imágenes de San Bernardo de Claraval y San Pedro Regalado, que después de bastante tiempo sin estar al culto fueron reentronizadas en el retablo en el año 2019, aunque la imagen de San Pedro Regalado estuvo presente en la exposición “La Ciudad del Regalado” (2004) y en ocasiones puntuales expuesta al culto en la iglesia. Finalmente, en el remate, una pintura representando a San Gabriel Arcángel, enviado por Dios Padre (de medio cuerpo) y descendiendo el Espíritu Santo, que junto a la imagen de la Virgen nos remite al episodio de la Anunciación, como igualmente se ve en la portada y en el retablo mayor de la iglesia penitencial.


Tras las obras del templo llevadas a cabo en 2017 la acompañan en la misma capilla las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y de Nuestra Señora del Carmen.


REFERENCIAS A LA PROCESIÓN EN SIGLOS PASADOS
No son abundantes las noticias sobre esta procesión en siglos pasados, más bien al contrario pero las fuentes de las que procede invitan a pensar en la “obligatoriedad” de su celebración al estar presente en la Regla de la Cofradía y por otro lado permite conocer detalles en las procesiones de Valladolid hoy perdidos como es el empleo de palios (a excepción de procesiones sacramentales donde se mantienen).

La Regla de 1569 –custodiada en el Archivo Histórico Nacional- en su capítulo 21, ya habla de la celebración de una procesión a Nuestra Señora de Março: “Yten nos los dichos confrades que agora somos o seremos desde a delante ordenamos y mandamos que como dicho es venida la fiesta de nuestra Señora de Março que es la fiesta dela Annunciacion que cae a veinte y cinco de dicho mes. E los dichos confrades seamos obligados a la celebrar lo mas solemnemente que pudiéremos haciendo una procession muy solemne con el nuestro pendon e insignias de nuestra señora  y las de mas que avemos de costumbre. La qual dicha procession salga del monesterio de señor Sanct Pablo y venga al monasterio de Señor San Benito desta villa y de allí vuelva a S. pablo. A la qual dicha procession sean obligados los dichos confrades a yr con sus cirios o hachas encendidas y honrrado la dicha processión E serviendo a dios nto Señor E la su benditissima madre y Señora y abogada nuestra. E este dia en su hora e servicio se vistan doze niñas y un niño…” quienes vestirían de paño blanco y azul y así vestidos “vayan en la nuestra procession. E nos seamos obligamos a yr en ella en la manera que dicha es por los lugares y partes q los nuestros oficiales mandaren y bien visto fuere”.

Pero, aunque la Regla señalaba claramente que la procesión y fiesta era el 25 de marzo no siempre podía ser ese día (Cuaresma y/o Semana Santa), así hay constancia de años que se celebró en marzo, pero en distintos días. Por ejemplo, en el Catálogo Monumental (pág. 248) incluye un apéndice documental con un “Libro nuevo de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Angustias, desta ciudad de Valladolid” comenzado el 2 de febrero de 1618, en el que se recoge la planta de la procesión de la Alegría, festividad de Nuestra Señora de la Encarnación, “que se hiço a 2 de março de 1618” y, en el número 7 figura “La Virgen Nuestra Señora, el palio y clérigos”.
Esta presencia de un palio es uno de los detalles mencionados anteriormente que hoy nos pueden parecer extraños en Valladolid pero que en otros tiempos era frecuente y formaban parte de las procesiones. Así no sólo es esta referencia la única que tenemos, podemos recordar también el cuadro atribuido a Felipe Gil de Mena “Procesión de la Vera Cruz en la calle Platerías” (1656) en el que la reliquia es portada a hombros bajo palio exento de las andas (aunque en este caso hay que tener presente que es una reliquia del Lignum Crucis), pero también tenemos el caso de imágenes de la Virgen que fueron procesionadas bajo palio (también exento a las andas) en Valladolid como reflejan los cuadros existentes en la Parroquia de San Lorenzo Mártir, con la imagen de Nuestra Señora de San Lorenzo pintado por Matías Blasco (1621), o bien en el Real Colegio de San Albano con la procesión de Santa María La Vulnerata por las calles de Valladolid para trasladarla hasta dicho Seminario en la pintura obra de Diego Diez Ferreras (c. 1679). El palio así, lo mismo que era empleado para la recepción de reyes/reinas y emperadores, reforzaba la visión de la realeza de María siglos antes de su definición y la institución de su fiesta por la Carta Encíclica  Ad Caeli Reginam de Pío XII (11 de octubre de 1954). A modo de reflexión, sería interesante saber cuándo dejaron de utilizarse los palios para la imágenes de la Virgen en Valladolid o bien conocer si en algún momento pudieron llegar a incorporarse en las andas.

Como apunte para el recuerdo de otros tiempos, en esta fiesta existía la tradición de  dar panecillos y aceitunas a la Cofradía Penitencial de La Pasión así como a los necesitados.


EL AJUAR DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN
La imagen de Nuestra Señora de la Encarnación cuenta con un variado ajuar de sayas y mantos tanto para su estancia en el retablo como las salidas procesionales y se completa con varias obras de platería (coronas, rostrillo, ramito de azucenas y media luna) y diversos ornamentos como broches, collares y pendientes. Algunos de estos elementos se emplean en el Lugar de la Reserva para los cultos de Semana Santa y otros también han servido -de manera extraordinaria- para otras imágenes, como fue el caso del altar levantado para la Procesión Extraordinaria con motivo del I Centenario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de San Lorenzo (22 de octubre de 2017) en el que la Cofradía dispuso su primitiva titular, una representación de la Quinta Angustia (siglo XVI) con manto, toca de sobre-manto, corona y media luna de plata del ajuar de Nuestra Señora de la Encarnación.



En el Anuario nº 47 - año 2008 (pág. 92), de la Cofradía, donde se publica otra de las entregas del inventario de la Penitencial, se hace referencia a las sayas y mantos de Nuestra Señora de la Encarnación, datados todos en los años 90 del pasado siglo XX, una vez recuperada la tradición de la fiesta y procesión y restaurada la imagen. Así se pueden citar:

Manto de terciopelo rojo sintético con galón dorado alrededor. Saya blanca y corpiño de brocado blanco y oro (1992).
Manto azul celeste de camarín y saya blanca tejida con hilos dorados y sedas de colores a juego (1994).
Manto de brocado rojo y oro con saya a juego de la misma tela y corpiño del mismo brocado (1995).
Manto de damasco blanco, de camarín, con dibujo menudo de rosas y muestra cosidas perlas blancas y rosas (¿1996?).



















A ello hay que sumar, como se ha dicho anteriormente, otras obras en platería como:
Coronas, a lo largo del año se alternan dos, una corona real empleada para su estancia en su retablo y un conjunto de corona y sobrecorona para sus cultos de mayo y salida procesional, conjunto que suele rematar el Lugar de la Reserva en Semana Santa. 
Otro elemento es el rostrillo con motivos vegetales y piedras blancas, verdes y rojas. 
La media luna a los pies, rematada en los extremos con sendas cabezas de angelitos y estrellas de ocho puntas, y en la parte central de la pieza, el escudo de la Penitencial (Cruz y en la parte inferior el corazón de María, desde los extremos del patíbulo dos espadas que se clavan en el corazón) timbrado por la corona real española.
Ramo de azucenas (en origen de la vara de San José de la misma Penitencial), flor que típicamente se asocia con la pureza de María y que suele portar la imagen habitualmente para las procesiones y cultos de mayo en la mano derecha, mientras en la izquierda lleva un rosario.
Broches, collares y pendientes.





ANDAS
Dos andas distintas, en ocasiones combinadas, son utilizadas para portar la imagen de Nuestra Señora de la Encarnación en sus salidas procesionales. Por un lado, las identificadas en el inventario más reciente publicado por la Cofradía con el número 443 “Andas de la Virgen de la Alegría”, obra en madera dorada, de autor desconocido y datadas en el siglo XVIII, con distintos motivos decorativos y alegóricos, como una balanza, un rosario, etc. Por otro lado, las andas que en Semana Santa portan al Cristo Yacente también se han utilizado para la Virgen de la Encarnación, se trata de unas andas construidas en 1992 y que al principio contaban con cuatro varales tanto en el frente como en la parte posterior; en 2004 se modificó su estructura eliminando dos de los cuatros varales (nº de inventario 442). En los últimos años, cuando sale en estas andas de mayores dimensiones se ensalza la imagen sobre una peana de diseño sencillo con decoración de arcos.


El exorno y la iluminación también varía, teniendo en cuenta que es una procesión de Gloria, en el mes de mayo (mes mariano),  que sale a partir del mediodía y primeras horas de la tarde y de las distintas andas que se puedan utilizar. La iluminación, cuando la ha llevado, consta de candelería o bien con fanales, en cualquier caso en la parte delantera del paso.
El exorno floral puede basarse en un centro floral (andas del siglo XVIII) o en un friso de flores (andas de 2004) realzadas con bouquets o bien ánforas plateadas con composiciones florales en los extremos.
En ocasiones, sobre todo cuando sale en las andas del siglo XVIII, la imagen de Nuestra Señora de la Encarnación es acompañada por cuatro “Ángeles de Pasión” de pequeño tamaño (0,24 m) realizados en madera policromada en 1998.


LA PLANTA DE PROCESIÓN
Actualmente, el cortejo procesional suele componerse de:
Incensario y naveta.
Cruz alzada y ciriales.
Banda de Cornetas y Tambores
Cruz de guía o de los espejos y faroles.
Bandera de la Cofradía
Libro de Regla.
Estandarte de la Virgen de las Angustias o Guión de Hermanas de Devoción, en ocasiones el guión blanco.
Estandarte de la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo de Guzmán.
Cofrades.
Bandera Concepcionista.
Representaciones de Cofradías.
Grupo de Coros y Danzas Tradicionales.
Alcaldes de la Cofradía.
Incensario y naveta
Paso de Nuestra Señora de la Encarnación, portada a hombros.
Rector de la Penitencial.


EL RECORRIDO
La Regla de 1569 indicaba que esta procesión salía desde el Convento de San Pablo e iba hasta el de San Benito El Real para regresar al templo de partida. No hay más datos sobre el recorrido, aunque la Regla señalaba “yr en ella [refiriéndose a la procesión] en la manera que dicha es por los lugares y partes q los nuestros oficiales mandaren y bien visto fuere”.

En los tiempos posteriores es más complicado establecer un recorrido, tal vez esa costumbre de una procesión entre los dos monasterios perviviera a lo largo del tiempo.

Recuperada la procesión ya en los años 80 del siglo XX y de allí en adelante, ha tenido varios recorridos, siempre por calles cercanas al templo penitencial de Las Angustias, en ocasiones subiendo hacia la Plaza de la Universidad lo que permitía pasar por delante de la Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua en cuya collación se enclava la Penitencial de Angustias y, en otras ocasiones –con un recorrido en sentido opuesto- acercándose a la Penitencial de la Santa Vera Cruz, llegando incluso a entrar en dicho templo para hacer un breve acto de oración.

Pero el más habitual a lo largo del tiempo es el que realizó hasta el año 2018, es decir: saliendo de la Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias, continuaba por calle Angustias, Alonso Berruguete, San Juan de Dios, San Blas, Felipe II, Plaza de San Pablo, Angustias.

El año 2019 estuvo lleno de incógnitas en cuanto al recorrido se refiere hasta prácticamente las vísperas de la celebración. Estas incógnitas se debían a que en la misma jornada de la procesión se iba a celebrar en calles cercanas (o coincidiendo en algunas de ellas) la XXV Carrera Popular La Antigua. Una vez que se vio en la necesidad de no realizar su recorrido habitual, fue publicado un primer recorrido que consistía en Angustias, Echegaray, Arzobispo Gandásegui, Plaza de la Universidad (por la zona peatonal), Cardenal Cos, Arribas, Cascajares, Catedral, Plaza de La Libertad, Macías Picavea, Platerías, Guadamacileros, Plaza de los Arces, Leopoldo Cano y Angustias hasta la Iglesia Penitencial del mismo nombre. Pero, como se ha dicho, prácticamente en vísperas de la procesión, es decir, el viernes anterior a la misma, el recorrido fue modificado en varias ocasiones, quedando finalmente en Angustias, Plaza de La Libertad, Macías  Picavea, Platerías, Guadamacileros, Plaza de los Arces, Leopoldo Cano, San Juan de Dios, Alonso Berruguete hasta la Iglesia Penitencial del mismo nombre donde, tras el canto de la Salve, hizo su entrada en el templo la Santísima Virgen de la Encarnación.  

Aunque el recorrido fue breve, dejó estampas para el recuerdo, especialmente citar que en la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz fue recibida por su Cofradía Penitencial homónima que levantó un altar a la puerta del templo, presidido por la imagen de Nuestra Señora de la Paz (Anónimo, ¿finales del siglo XVI?) que allí se venera.



EL ACOMPAÑAMIENTO MUSICAL
La Banda de Cornetas y Tambores, cuando ha habido, que ha acompañado a la Virgen de la Encarnación ha sido o bien la Sagrada Lanzada o ya en la actualidad la de Nuestra Señora de la Esperanza, ambas de Valladolid. Mencionando estampas singulares en la procesión del año 2019, se puede destacar que tocando con esta Banda de Nuestra Señora de La Esperanza iban componentes de la Banda Rosario y Victoria de Sevilla.

En cuanto al grupo de bailes tradicionales, más constante en la celebración de la procesión, que a lo largo del recorrido ejecutan los conocidos “paloteos”, viene siendo habitual que sea la Asociación Cultural Las Torres, de Cigales (Valladolid).



BIBLIOGRAFÍA

FRADES, Luis G. Bosquejo histórico de la Ilustre Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias de Valladolid. Imprenta de José Manuel de la Cuesta, Valladolid, ¿1908?

GONZÁLEZ GARCÍA-VALLADOLID, Casimiro: Valladolid, sus recuerdos y grandezas...Imp. Juan Rodríguez Hernándo, 1900-1902. T.I, pág. 472.

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José y URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Catálogo Monumental. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid. Tomo XIV, parte I. Diputación de Valladolid.

PÉREZ, Ventura: Diario de Valladolid. Imp. y Librería Nacional y Extranjera de Hijos de Rodríguez. Valladolid, 1885.

VV.AA. Anuario de la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias, nº 46 (2007), nº 47 (2008) y nº 48 (año 2009).

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